Un reducido grupo de gremialistas de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre) realizó ayer un corte de dos horas en la autopista Riccheri, lo que generó importantes demoras en la circulación.

Más tarde, la presidente Cristina Kirchner criticó la medida y reclamó "otras prácticas para protestar".

"Nunca vamos a criminalizar la protesta social, pero eso fue un mamarracho que quiere incomodar al resto de los ciudadanos y pretende desgastar políticamente a un gobierno porque la gente se malhumora", sostuvo la jefa de Estado.

Ante esto, el titular de Uatre, Gerónimo Venegas, cercano a Eduardo Duhalde, brindó una conferencia de prensa donde advirtió que "seguirán las marchas en todo el país".

Cristina Kirchner había llamado la atención sobre el escaso número de personas que habían cortado la autovía y ocasionado inconvenientes al resto de la población. Sin embargo, "Momo" aseguró que, además de la protesta en la Riccheri, "se hicieron más de 80 manifestaciones en todo el país y participaron no menos de 15 mil trabajadores".

Venegas denunció una persecución "política" sobre su gremio y criticó con dureza al gobierno: "Dicen que esto es un mamarracho y un cocoliche, pero son los mismos mamarrachos y cocoliches que acompañaron en el 2003 para que fueran gobierno a pesar de que en ese momento tenían el 6,5% de intención de voto".

Uatre reclama un aumento del 35,7% para los trabajadores del sector, algo que según Venegas fue "fruto de un acuerdo entre las partes".