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En la Provincia, la "peronización" y los alcaldes, nuevas claves | |||
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"Peronizarse": ese ambiguo neologismo, que intenta describir la acción de adoptar las prácticas y el discurso de lo que se supone que son los postulados históricos de Juan Perón, es la palabra de moda hoy en la oposición bonaerense. O, al menos, en la parte electoralmente significativa de la oposición: el cristinismo y el massimo, que apelan a esa estrategia para quebrar el empate o plantarse como el primer escalón de la renovación en octubre.
"Tenemos que seguir en pie para ser una alternativa que permita a los gobernadores no quedar en manos de Cristina". Esa frase que, palabra más o menos, pronunció Sergio Massa hace 48 horas en Tigre, da una pista de a qué quiere jugar el lÃder del Frente Renovador en el mediano plazo. Es la misma idea que anima a Florencio Randazzo, aunque el Exministro de Cristina parece más lejos de poder realizarla.
Ese horizonte es compatible para Massa con la peronización del discurso y la imagen con la intentará algo bien difÃcil: evitar que la polarización de la PASO se profundice en octubre y termine por licuarlo. Solo las urnas le darán la respuesta, pero en principio ese camino implica un costo, hasta ahora bastante oculto: el corrimiento del centro de la campaña (y tal vez algo más) de Margarita Stolbizer, una contramarcha que denota cierto desconcierto.
Al mismo tiempo, mientras define el formato con el que relanzará en La Plata su campaña (solo decidió que será cuando se difundan los resultados que la dan ganadora, para denunciar una maniobra del gobierno con la difusión de los datos) Cristina también se apresta a "peronizarse". En su caso, eso implica que los intendentes del Conurbano tendrán más protagonismo y que ella misma retornará a un discurso más "ideológico".
En el fondo, Cristina, que obtuvo en las PASO más del doble de los votos que Massa, pelea por lo mismo que el tigrense: ser al menos un polo de poder del peronismo que se viene, una discusión que trasciende lo que ocurra en la provincia de Buenos Aires. Eso es para ella bastante más importante que colocar al tercer senador, aunque ese es uno de los principales argumentos con el que pedirá el voto.
Una cuestión poco atendida es que para los intendentes, al menos para muchos de ellos, la encrucijada de los candidatos a senador es crucial. "Hay varios que creen que es posible que Cambiemos termine ganado la elección por un par de puntos, y se mueven en consecuencia: mirando sus Concejos pero también 2019" dice el operador de un alcalde que en las fotos aparece al lado de Cristina. Y que, como algunos otros de su espacio, empezó a hablar con Massa.
Lo que se conversa allà es la posibilidad de reeditar la vieja liga de intendentes, que no integrarÃan los más K -por caso no estarÃan Walter Festa, Jorge Ferraresi o Ariel Sujarchuk- pero que expresa que la renovación puede ser el tópico que defina el futuro de la polÃtica del peronismo. Eso explica, a su vez, posibles comportamientos más inmediatos y terrenales. El corte de boleta o la distribución de la "propia local" conjunto a la del adversario a nivel nacional, básicamente. Cristina lo sabe. De ahÃ, el renovado énfasis en "bajar" a los distritos. La contención polÃtica de los alcaldes es, para ella, es un objetivo de primer orden.
Las charlas, casi es una obviedad señalarlo, no se limitan al peronismo. Al menos desde el punto de vista de los sellos partidarios: JoaquÃn De La Torre, el ministro de Gobierno peronista de MarÃa Eugenia Vidal, habló por teléfono hace unos dÃas con Massa, su antiguo jefe polÃtico. Es que más allá de la idea de la liga, ciertos intendentes peronistas, dicen, no estarÃan incómodos repartiendo la boleta de Esteban Bullrich junto a la de sus candidatos locales. Algunos, vale decirlo, no son de 1Pais. (DIB)
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