"El saldo del macrismo a mayo de 2017 son 62 mil empleos industriales destruidos"

"A pesar del impulso electoral de la obra pública, en la construcción todavía falta recuperar 11 mil empleos"

"Se importaron 15 millones de pares de calzado, un 27% más. Entraron 19.360 toneladas de indumentaria terminada"

Si algo cae muy fuerte, rebota. Es una regla de la física que -con las diferencias del caso- también se da en la Economía. Por eso el gobierno del macrismo quiere presentar ahora, en pleno año electoral, lo que es apenas un rebote provocado por una brutal caída como un "brote verde". Pero lo que la economía real muestra en cualquier lugar de la Argentina que se visite es que lo ÚNICO que se ven son hojas amarillo otoñal (sin el brillo del amarillo PRO), ya sea en el sector industrial del conurbano o en las economías regionales de Río Negro a las del Noroeste a los que pocos días atrás vimos teniendo que regalar su producción de bananas en Plaza de Mayo.

En los casi dos años que el macrismo gobierna el país no registró repunte en prácticamente ningún sector, salvo el financiero. Y el campo en segmentos que no generan distribución del ingreso o mano de obra intensiva. En síntesis: la realidad demuestra en muchos aspectos aquella afirmación de que éste es pura y exclusivamente un "gobierno de y para ricos".

Y estas no son ni afirmaciones al azar ni frases hechas con intencionalidad política (aunque la tengan). Son conclusiones que están minuciosamente detalladas con cifras y datos oficiales y sectoriales en el segundo documento de análisis de situación elaborado por la Comisión de Economía del Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires. Equipo de trabajo que está integrado por quien escribe y por los economistas y especialistas en distintas áreas: Roberto Feletti (coordinador del equipo), Silvina Batakis, Axel Kicillof, Arnaldo Bocco, Martín Pollera, Débora Giorgi, Federico Bernal, Christian Girard y  Antonio Mezmezian, con la coordinación política de Cristina Alvarez Rodríguez.

El plus de las conclusiones de este documento no sólo debe buscarse en la solidez académica de los nombrados sino también en que la mayoría estuvimos en la función pública durante la anterior administración de los gobiernos Nacional y Provincial o integrando equipos de asesoramiento legislativos. Es decir: no se trata de las declaraciones direccionadas de un "think tank" al mejor estilo de la derecha argentina que emite documentos siempre con la intención de generar tal o cual clima de "negocios".

Del documento citado surge con claridad que el país está no solo en crisis en la mayoría de sus segmentos productivos, sino que se dirige aceleradamente hacia una tormenta perfecta y de consecuencias devastadoras para la mayoría de la población.

Algunos datos recabados en el Documento del PJ Bonaerense.

Desde que asumió Cambiemos el gobierno liquidó u$s44.200 millones en el Mercado de Cambios, provenientes de aumento de la deuda externa. Las reservas del BCRA sólo crecieron la mitad de ese monto. El resto, fue a financiar gasto corriente y muy especialmente la fuga privada de grandes capitales en el marco de la bicicleta financiera.

El déficit comercial con Brasil alcanzó en los primeros 7 meses de este año U$S4.510 millones, con importaciones que crecen al 27% respecto del 2016 (autos, maquinarias y equipo, plásticos y sus manufacturas, calzado y textil y confecciones) y las exportaciones que solo subieron 6.6%, con un marcado sesgo a la primarización. Brasil exporta sus excedentes de productos industriales, porque no crece y tiene una capacidad ociosa del 50%, y cada vez relativamente nos compra más productos primarios (cereales que crecieron 25%).

A nivel sectorial, el caso más grave es, justamente, el de la industria, atacada por la caída del mercado interno y la apertura comercial, que ocupa al 20% de los trabajadores registrados en el sector privado. El saldo del macrismo a mayo de 2017 son 62 mil empleos industriales destruidos. Claramente, el sector agropecuario liberado a crecer, según cuenta el relato oficial, con una creación neta de 500 empleos no alcanzó para compensar los empleos perdidos en la industria.

Asimismo, a pesar del impulso electoral de la obra pública, en la construcción todavía falta recuperar 11 mil empleos.

En la industria, a nivel sectorial, también continúa y se profundiza la apertura de las importaciones en los sectores sensibles, sobre los ya elevados montos del primer semestre de 2016. Algunos ejemplos: se importaron 15 millones de pares de calzado, un 27% más. Entraron 19.360 toneladas de indumentaria terminada.

El escenario financiero externo también enciende todas las luces de alarma. En un año y medio ingresaron a la Argentina u$s57.000 millones frescos y la economía se contrajo. ¿Notable, no? Cabe la pregunta de a dónde fueron a parar, y también que pasaría si se interrumpe ese flujo.

Parte importante de esos fondos (u$s36.000 millones -63%) se evaporaron rápidamente en sostener una apertura importadora creciente, pago de dividendos a empresas extranjeras, abultados intereses de la deuda en aumento y fuga lisa y llana de divisas. El resto (u$s21.000 millones) incrementó las reservas del BCRA.

Pobres resultados económicos y pingües negocios para los agentes económicos más poderosos.

Endeudamiento acelerado, apertura importadora, tarifazos que liquidan a las pymes, destrucción de empleo, el formidable gasto para mantener quieto al dólar, desajustes micro y macroeconómicos gravísimos (con déficits fiscal y de balanza comercial) pondrán en pocos meses al país en una situación de ahogo financiero. Como el gobierno de Cambiemos ya casi agotó la cuota de endeudamiento posible no le dejarán otra alternativa a este gobierno que el… Ajuste.

¿Dónde recortarán? Claro, donde ya lo han hecho: jubilados, educación, salud, promoción industrial… Recortarán la calidad de vida de la mayoría de la población argentina, de Ushuaia a La Quiaca.

(*) Mercedes La Gioiosa exclusivo para Cadena BA. Lunes, 28 de agosto de 2017.

Economista. Integrante de la Comisión de Economía del Peronismo Bonaerense.