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"No sólo de polÃtica vive el hombre: 'El oÃdo en Alma...'" | |||
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Siempre digo a los militantes, sobre todo a los más jóvenes, que son por quienes vale la pena seguir militando, que la militancia polÃtica, si se quiere forjar, mantener o ensanchar la sensibilidad necesaria para el encuentro con el otro, debe articularse con la "manufactura" de alguna expresión artÃstica. Pero que no se reduzca al "fogón": que lo supere a través del desafÃo personal de explorarla y aventurarse en ella, aun sin la pretensión del "profesionalismo" que separa las aguas y coloca al arte por encima de la humanidad. No es muy habitual todo esto, pero creo que vale la pena intentarlo. En mi caso, a través de la música en general y de la guitarra en particular, que me ha llevado a concebir la realidad social -y a intervenir en ella- desde la creación a partir del otro, desde la imaginación a partir del otro, desde ese lugar que me reúne con el otro, pero siempre desde un "mà mismo" que ya no soy sólo yo. Y en ese camino, creo que no hay, que no puede haber, canción despojada de una historia que la haya hecho posible. Creo también que conocer esa historia, o imaginarla, por pequeña e intrascendente que parezca, transforma el oÃdo que escucha sonidos relacionados en un alma que abraza las sensaciones que abriga esa canción. Y entonces nos penetra una música enraizada.
Por ejemplo, el "Cancionero Arroyeño" es un conjunto de tres
canciones compuestas por mà e inspiradas en distintos momentos de mi vida, con
el barrio como paisaje. El barrio en el que nacÃ, en el que crecÃ, en el que
aún vivo y en el que dejaré de respirar dentro de muchos años.
Por ejemplo, la "Balada con Parra y con Rosal" es una canción que intenta contener el alma de la parra que plantó mi viejo cuando yo era un adolescente y el alma del rosal que plantó mi vieja por aquella misma época y que aún están allÃ, en el patio de mi casa, pero sin ellos.
Por ejemplo, la "Serie Elemental" recoge los cuatro elementos del Universo (agua, tierra, aire y fuego) y ensaya una mitologÃa, que, como toda mitologÃa, es inconcebible. Salvo para los niños que fuimos y que de tanto en tanto nos renacen, como aquÃ, para suspender por un rato la incredulidad que nos lastima. Esa mitologÃa se despliega en "Pájaro inverso en un rastro de lluvia", "Piedra que brota del vientre del barro", "Vuelo malabar de pluma sin ave" y "El color de la sangre atravesando el fuego".
Todas ellas tienen un aire barroco, pero sólo eso. No estamos en aquellos tiempos ni he respetado sus estructuras formales.
Estas canciones y algunas más, están aquÃ: https://www.facebook.com/SortinoGuitarra/
(*) Carlos Sortino exclusivo para Cadena BA. 3/08/2017 Periodista, ex docente de la UNLP. Referente de la Agrupación Municipal Compromiso y Participación de La Plata (COMPA). |