26-04-2024
"驴D贸nde est谩n los partidos y la pol铆tica?"
Por Virginia G贸mez  @mavirginiagomez
El marxista italiano, Antonio Gramsci, escribi贸 en sus Cuadernos de la c谩rcel, variados art铆culos sobre la crisis de hegemon铆a de la clase dirigente, o lo que denomin贸 tambi茅n crisis de autoridad. Este tema (de alguna u otra forma), se debate hoy por hoy en distintos pa铆ses del mundo, donde surgieron nuevas fuerzas pol铆ticas electorales (aunque conserven en parte elementos del per铆odo anterior). 

Desde en los Estados Unidos de Donald Trump y Bernie Sanders, hasta en la Francia de Marine Le Pen y Melenchon, o recientemente en Inglaterra donde compitieron en las elecciones Theresa May y Jeremy Corbyn, son algunos de estos casos. Desde ya en estos pa铆ses un elemento din谩mico que propici贸 estos surgimientos, fue las consecuencias de la crisis econ贸mica internacional, el fracaso del neoliberalismo, y las crisis sociales abiertas. Pero, junto con las tesis que tratan de explicar el surgimiento de estos nuevos fen贸menos electorales, se desarrolla la disciplina estrella de este siglo: la comunicaci贸n pol铆tica.

驴Qu茅 hay de estos dos elementos en las elecciones legislativas argentinas que tendr谩n su primera parada en agosto de 2015?

En Gramsci el concepto de crisis org谩nica (o crisis de hegemon铆a), contiene uno de los elementos que nos interesa en este caso: cuando los partidos tradicionales se separan de los grupos sociales. O sea cuando hay una distancia, contraste, o hasta se rompe, la relaci贸n entre representantes y representados.

En el caso argentino, no se dan desde ya todos los elementos que el italiano destacaba para afirmar cu谩ndo es que hay una crisis de ese tipo. Pero s铆 nos interesa en particular esbozar un an谩lisis de la din谩mica de los partidos tradicionales locales.

驴Bipartidismo travestido?

Desde mediados de siglo XX, el r茅gimen pol铆tico local, sostuvo un sistema electoral bipartidista, de alternancia entre el peronismo y el radicalismo, con interrupciones del orden democr谩tico, donde gobernaba el partido militar.

Con la guerra de Malvinas este 煤ltimo fracas贸, y durante las d茅cadas de asentamiento neoliberal naufragaron el peronismo y el radicalismo, sin que este llegara a buen puerto hacia diciembre de 2001. El PJ jug贸 su rol hist贸rico de contenci贸n, para desviar el proceso abierto que gritaba "que se vayan todos".

Si vemos la foto de la elecci贸n actual, ni el PJ ni la UCR, partidos tradicionales hist贸ricos, aparecen con fuerza e identidad en la competencia. Esto ya es un indicio.

Por lo menos desde el 2015, la vieja estructura sobreviviente del radicalismo se travisti贸 dentro de los colores de Cambiemos; y el hist贸rico Partido Justicialista qued贸 en manos, en esta contienda, del randazzismo, y totalmente subordinado en la lista de Unidad Ciudadana que encabeza Cristina Fern谩ndez.

Este dato se da en consonancia con el protagonismo de la comunicaci贸n pol铆tica, que desde ya se abri贸 paso por los adelantos tecnol贸gicos, que mediatizaron las sociedades y cambian hasta las formas de relacionarse de las personas. Pero no todo es t茅cnica, sino que la disciplina se desarrolla en un momento en que la pol铆tica tradicional, osea la dominante, tiene necesidades hist贸ricas y particulares.

Las campa帽as minimalistas, donde el destinatario est谩 reducido a la m谩xima expresi贸n: el sujeto es el "vos"; donde la clave es la personalizaci贸n, la proximidad, los l铆deres emp谩ticos, la humanizaci贸n, 驴s贸lo es una estrategia electoral que brinda buenos resultados? 驴O a qu茅 fen贸menos profundos, y tal vez a煤n invisibles, responde?

Si no te gusta mi partido, tengo otro

Desde el punto de vista de Cambiemos, la estrategia electoral duranbarbista, apunta a desmontar la idea que sostiene el 51.6% de la poblaci贸n de que "gobiernan para ricos", o sea para una clase social privilegiada, que es lo que les impide conformarse como mayor铆a. Estrategia que contiene la inauguraci贸n de obras p煤blicas y supuestos cr茅ditos, para paliar el clima social que impera, mientras la desocupaci贸n asciende como principal preocupaci贸n, y atr谩s queda la inseguridad y corrupci贸n que les permiti贸, en parte, ganar en 2015. 
    
Por eso, montaron todo un teatro medi谩tico en torno al caso de Julio De Vido, exponente de la corrupci贸n del gobierno anterior, a quien proponen expulsar del Congreso cuando no hay ning煤n impedimento legal para juzgarlo, mientras el Frente de Izquierda propone que se realice dicho proceso a trav茅s de un juicio con jurado popular y televisado.

Es este pasado, el que quiere ocultar Cristina Fern谩ndez en esta campa帽a, apelando a subordinar el peso del pejotismo en las listas y toda referencia a su gobierno. Al punto de excluirse ella misma de los spots, "priorizando los testimonios de los ciudadanos por encima de los dirigentes" y bajo el slogan de "la voz de la mayor铆a" (que est谩 lejos de alcanzar).

Los frustrados

La clase dirigente de los partido tradicionales no pudo recomponerse cabalmente luego de la crisis del 2001. La recomposici贸n econ贸mica posterior, ayud贸 a paliar la crisis org谩nica, en palabras de Gramsci, que atraves贸 la Argentina.

Pero los crecientes casos de corrupci贸n que se hicieron p煤blicos durante las 煤ltimas d茅cadas, que ensucian a unos y otros, junto con la identificaci贸n del gobierno actual como una administraci贸n a favor de los ricos, sumado a las dietas y jubilaciones de privilegio de legisladores, ex presidentes y jueces que hasta est谩n exentos de pagar impuestos, gener贸 el fermento de la poblaci贸n a la que se la denomina los frustrados. Aquellos en los que prima la desconfianza y descreimiento por las castas de pol铆ticos profesionales que gobiernan. 
 
En este marco, es que el Frente de Izquierda, que tiene diputados como Myriam Bregman y Nicol谩s del Ca帽o, que no s贸lo cobran como una maestra, sino que destinan la diferencia a causas populares y rotan sus bancas, ganaron prestigio dentro de la poblaci贸n por haber enfrentado, junto a los trabajadores de Pepsico, la represi贸n, con aquellos obreros y obreras que decidieron resistir ante los despidos. Porque por m谩s que quieran ocultarlo, sigue habiendo pol铆tica de clase (no s贸lo de los de arriba).

En estas elecciones, donde a煤n no priman todos los elementos de una crisis de hegemon铆a, pero s铆 cierto desprestigio de los partidos tradicionales, la izquierda tiene la oportunidad de sentar las bases para catalizar un fen贸meno que m谩s temprano que tarde (o m谩s tarde que temprano) se expresar谩 visiblemente. Una fuerza pol铆tica consolidada en sectores de la juventud y entre los trabajadores puede ayudar a encontrar una salida superadora de esta sociedad, y enfrentar la resignaci贸n.

Virginia G贸mez. Exclusivo para Cadena BA. 25/07/2017

Licenciada en Ciencia Pol铆tica (UBA). Docente. Staff de "La Izquierda Diario"