19-04-2024
"Caso PepsiCo: La Izquierda lo único que logra es aumentar el desempleo"
Por Belen Marty @belenmarty
¿La izquierda revolucionaria argentina tendrá idea que en este país despedir no es delito? Con el último despelote que se armó por la planta de PepsiCo ubicada en Vicente López, provincia de Buenos Aires, parece que muchos amanecieron sorprendidos que algunas empresas tendrían fines de lucro. ¡Wow!

Tras el cierre de su planta en esa localidad, la empresa multinacional decidió trasladar sus operaciones en Mar del Plata entre otras razones señaló que continuar en la planta era "inviable" por cuestiones logísticas y operacionales. La verdad es que desde hace años que la empresa viene siendo intimada a irse de ese lugar, porque la zona es considerada residencial y la legislación no permite que allí opere una fábrica. No fue una decisión voluntaria sino que si no se trasladaban se la terminaría cerrando el Estado.
"Las razones de dicho cierre incluyen su localización en un barrio residencial con su consiguiente imposibilidad de ampliación ni modernización; la inviabilidad económica derivada de su alta estructura de costos y las dificultades logísticas de acceso y traslados, entre otras", precisó la compañía.
"Es necesario aclarar que la compañía nunca ha considerado reabrir la operación en la planta de Florida dada su inviabilidad ya explicada", añadieron desde la multinacional.
Para el cuidado de sus empleados, la empresa indicó que se brindó "un trato cuidadoso, contactando a cada una de las 536 personas que se han visto impactadas por el cierre".

La ocupación que sufrió la fábrica el 26 de junio fue realizada por los operarios que no aceptaron ni la relocalización ni la indemnización (de hecho, bastante más generosa que lo que exige la ley).

Siguiendo una orden judicial, gendarmería nacional de la mano de la polícía de la provincia desalojaron a los empleados de la planta, ya cerrada.

El cierre de la fábrica se sabía hace tiempo, no fue una noticia que causara sorpresa entre los empleados de PepsiCo. Más del 80% de los empleados, de hecho, optaron por recibir alguna de las propuestas de la empresa. 

Parecería que el día del desalojo que terminó el violencia de un par de inadaptados incapaces de entender que vivimos en un estado de Derecho y que las fuerzas de seguridad cumplían una órden judicial, fue realizado como escenario político y trampolín de fama de un par de candidatos desafortunados. Ninguno de los violentos pertenecía a la empresa. De hecho hay audios de operarios de la plata que le piden al PST que se aleje, que no los necesitaban.

La izquierda genera desempleo

Lo que mostró todo este episodio, desde el principio hasta el día de hoy es que lo que reina en los medios de comunicación es una corrección política por sobre cualquier análisis crítico de la situación. Un dejo de colectivismo en las palabras, punto de vista, entrevistados, ángulos de filmación, y comentarios de los que relatan lo sucedido. Será muy difícil que el país empiece a recibir inversiones en este contexto. ¿Para qué invertir en un país que te hace la vida imposible la toma de decisiones estratégicas?

Mismo la izquierda propuso un boicot a los productos de PepsiCo. Ahí te das cuenta que no entienden nada. Si yo fuera trabajador de esa empresa les pediría que dejen de escupir al cielo que si nadie compra los productos más gente se quedará patitas en la calle. 

Detrás de este conflicto puntual, deberíamos preguntarnos como país, cómo es que otros países prosperan. La diferencia entre prosperidad y pobreza reside en la propiedad y en cómo las naciones logran el defender el derecho a la propiedad. Las naciones prosperan cuando los derechos de propiedad privada están bien definidos y se hacen valer.

Las iniciativas que tiene la izquierda, o tuvo el kirchnerismo durante su década ganada, más que beneficiar al trabajador de a pie, lo condenan a la pobreza más dura. Los legisladores, que muchos en su vida fueron creadores de trabajo real, no entienden o no quieren entender que aumentando los costos de contratación y complicando la posibilidad de que una empresa despida, no hacen otra cosa que fomentar la disminución de la demanda de trabajo. Si sumen los costos laborales (por decisiones de los políticos populistas) es sentido común que baje la cantidad de empresas que buscan empleados. Los más perjudicados, entonces, son los trabajadores menos capacitados, aquellos que entreguen menos productividad.

El economista Gustavo Lázzari no lo puede decir más claro: "Si queremos disminuir los despidos, bajar el desempleo, aumentar los salarios reales y proteger de esa manera a los trabajadores nuestros diputados deberían pensar en generar incentivos a la inversión. Incentivos que no son subsidios ni protecciones sino un ambiente de negocios estable, impuestos bajos, y una razonable administración de justicia. Todo lo demás vendrá por añadidura".

Belén Marty. Exclusivo para Cadena BA. 17/07/2017

Periodista,  Lic. en Comunicación Social (Univ. Austral), Maestrando en Economía y Ciencias Políticas (Eseade). Ex corresponsal Cono Sur y Cuba de Pamam Post. Gestora de Contenidos de @StaplesAR