Con el peronismo envuelto en una guerra de nervios que indefectiblemente se resolverá a último momento, nadie cometerá la candidez de adelantar definiciones tajantes. Sin embargo, en las últimas horas, asomó alguna certeza -tímida y rodeada de fricciones- sobre le armado electoral en Cambiemos, mientras también parecería que se avanza por el lado 1País, el frente que armaron Sergio Massa y Margarita Stolbizer. 

Aunque aún atraviesa un proceso de revisión, la postulación del ministro de Educación nacional Esteban Bullrich a primer senador nacional bonaerense volvió, al parecer, a tomar fuerza. Él mismo se lo dijo a un grupo de colaboradores el viernes, en una reunión en la que también les adelantó que en la semana se reunirá con Federico Salvai, el jefe de Gabinete de María Eugenia Vidal, para ir definiendo detalles. 

Igual, conviene ser cauto: jugadores de tanto peso en el oficialismo como Jaime Durán Barba o Carlos Grosso dicen que Bullrich debería quedarse dónde está. Nada personal: ellos creen que a Cambiemos le conviene un candidato menos conocido, sobre todo si CFK es la contrincante. La lógica es el contraste. Y una encuesta, que ellos juran creer, donde Cambiemos tiene 38% de intención de voto sin importar el candidato. 

Para quienes razonan así (y los hay en el gobierno nacional pero también en el Provincial) los sondeos que marcan que ninguno de los nombres en danza de Cambiemos supera el 50% de conocimiento no son un problema. Al contrario: facilitan el impulso a Gladys González o al ascendente secretario de Comunicación, Federico Suárez, escriba de los discursos de Vidal y delegado de Marcos Peña en La Plata, para reemplazar a Bullrich.

La oficina de Salvai estará concurrida: además de a Bullrich, recibirá, probablemente el miércoles, a los delegados de las tres ramas del radicalismo bonaerense para informarles cuántos lugares tendrán en las listas. Tal vez no haya el mejor clima, la UCR entró en conflicto con PRO por los armados en Córdoba, Santa Fe y Capital. Ahora, una oferta de candidatura que Vidal le cursó a Ricardo Alfonsín agitó las aguas.

Aparentemente, la Gobernadora buscó contener al Diputado luego de su coqueteo con el massismo y el randazzismo (contenerlo o correrlo, en vistas de que también le ofreció una embajada, lo que no podría haber hecho sin el OK de Macri). Pero lo cierto es que cosechó dos rechazos y generó tensión con los radicales justo antes de que Salvai, tal vez, no les dé las noticias que esperan: tres lugares en la lista de Diputados y al menos ocho en las seccionales. 

Tal como hace Macri, que promete reemplazar con radicales a los ministros de ese origen que dejen su gabinete para ir a las listas, Vidal también podría apelar a las compensaciones. Es lo que sospechan cerca del vice, Daniel Salvador, que apeló a un nivel de paciencia zen para manejar la cuestión de la oferta a Alfonsín, de la que estaba informado pero a la que no fue invitado, lo que otra vez lo desdibuja. 

Ahora, Salvador intuye tener que "pagar" con el cupo de su espacio el primer lugar de Facundo Manes en Diputados, un invitado de la Presidenta, cultural pero no partidariamente radical, que ninguna tribu boina blanca reconoce como propio. El vice está resignado, pero en su entorno, sibilinos, recuerdan que al neurocirujano lo introdujo Ernesto Sanz. Esperan, eso sí, que lo que cedan "por arriba" se equilibre en las secciones. 

El balance inter fuerzas de esa boleta tal vez se vea afectado por otro factor, de corte judicial. Habrá lugar para los PRO, para Graciela Ocaña, para delegados de Elisa Carrió como Héctor Toti Flores, pero está en duda la inclusión de Gerónimo Momo Venegas, el candidato de Fe, que ya se había reunido con Salvai por el tema. Es que el juez Sebastián Casanello rechazó sobreseerlo en la investigación por la mafia de los medicamentos. Dicen que solo un pedido de Macri lo mantendrá en la boleta. 

Juega el resto

En la vereda de enfrente, Sergio Massa decidió que para la Cámara baja vayan José De Mendiguren, Daniel Arroyo y Felipe Solá. Es la antesala, dicen las versiones más confiables, de la confirmación de su postulación para el Senado, acompañado de Margarita Stolbizer. Mientras, la apuesta del FR es que la polarización ocurra en octubre más que en agosto. 

En el universo PJ, el minués el mismo que hace semanas: Cristina presiona por la unidad, Randazzo jura que no cederá, aunque si fuese a hacerlo, no podría decirlo, porque inmediatamente su precio en la negociación tendería a cero. El miércoles, en la reunión del partido, la negativa a acordar fue en buenos términos, lo que hizo pensar en la posibilidad de una charla, final y definitiva, entre ella y él. Cerca de Randazzo lo niegan, como también niegan un ofrecimiento a encabezar en diputados. De la versión de que CFK le cedería el uno en Senadores porque la cámara Baja le sería más amigable, directamente se ríen. (DIB