La semana anterior, el rol de la Justicia y la Policía Bonaerense quedaba al descubierto, tras el femicidio de Araceli. Pocos días después, la Corte Suprema de Justicia, fallaba a favor de un genocida, favoreciéndolo con el 2x1, lo que podría abrir la posibilidad a que cerca de 300 genocidas obtengan la libertad.

El escandaloso fallo de la Corte Suprema contó con el voto a favor de Elena Highton de Nolasco, nombrada por Néstor Kirchner; y Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, nombrados por Mauricio Macri con el voto del FpV, entre otros bloques, en la Cámara de Senadores.

Según un listado de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad, por lo menos 275 represores presos podrían quedar en libertad gracias al fallo de los jueces de la impunidad. En la lista figuran Astiz, Patti, Acosta, Etchecolatz y Bignone.

Según el Ministerio Público Fiscal sólo hay 750 condenados luego de once años de la reapertura de los juicios a los genocidas. Sobre el total de los imputados, solamente el 30% tiene condenada. De los 2780 imputados, más de la mitad se encuentra en libertad y de los detenidos la mitad (518 sobre 1.044) posee el beneficio de la prisión domiciliaria. 

Mientras la gran mayoría de los empresarios, artífices del golpe, que se vieron beneficiados con la última dictadura militar, no han sido ni juzgados, mientras siguen acumulando cuantiosas ganancias a costa de la superexplotación laboral, las suspensiones y despidos.

El fallo de la Corte cuestiona no sólo la impunidad que quieren garantizarle a los genocidas, sino el rol de una casta privilegiada, que obtiene dietas millonarias y no es elegida por el voto popular.

El joven referente del Frente de Izquierda, Nicolás del Caño, sostuvo un planteo audaz: abolir la Corte Suprema. Propuso que los jueces sean elegidos por el voto popular, que puedan ser revocables, y que no ganen más que cualquier trabajador.

Este miércoles próximo habrá una importante movilización a la Plaza de Mayo en repudio al fallo de los jueces de la impunidad. Asistirán organismos de Derechos Humanos, sindicatos, centros de estudiantes y organizaciones sociales. Pero también sectores políticos que votaron la designación de los jueces que favorecen a los genocidas. Por eso desde la izquierda, Myriam Bregman (de una larga trayectoria en Derechos Humanos), llamó a movilizarse contra el reaccionario fallo del 2x1, por cárcel común y efectiva a todos los genocidas, pero de manera independiente a quienes levantaron la mano para designar a los jueces, avalando una justicia de clase.