|
|||
"¿Por qué el feminismo actual se equivoca en sus reclamos?" | |||
|
|||
"Hombres necios que acusáis sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis". Sor Juana Inés de la Cruz Me conozco este poema de la mexicana Sor Juana Inés de la Cruz desde mis épocas del secundario. Esta mujer, que vivió en el siglo XVII, sugirió asistir a la universidad vestida de hombre y que fue atropellada por sacerdotes por su condición de mujer fue una de las primeras referentes del feminismo en Occidente.
En el dÃa internacional de la mujer, y en momentos en los que se están desarrollando en el mundo y especÃficamente en nuestro paÃs movilizaciones feministas, es imprescindible poner en perspectiva de qué se trató realmente el feminismo en sus orÃgenes, en contraposición a la desfachatada versión del feminismo que impera hoy en las calles argentinas.
En contexto, Malena Galmarini (Frente Renovador) salió a convocar a la marcha del miércoles 8. Aseguró que este dÃa "reunirá a millones de personas en todo el mundo en reclamo por la igualdad de derechos".
Además, la esposa de Sergio Massa indicó que será "una jornada histórica en todo el mundo" y dijo que "paramos porque merecemos los mismos derechos, porque no soportamos más muertes por la violencia de los hombres, por Justicia y porque somos, hacemos y luchamos en una sociedad mundial que históricamente nos relegó, pero que nunca va a poder callar la voz y la fuerza de todas las mujeres unidas".
La verdad es que las mujeres han pasado por siglos de calvario machista. La mujer era vista como un ser humano muchas veces con el único propósito de procrear y preparar la comida y emendar la vestimenta rota. Aquellas que osaban destacarse en algún ámbito (¡que las hubieron y muchas!) eran castigadas hasta la muerte, obligadas a buscar refugio en tierras extrañas, o como mencionamos más arriba, debÃan pretender ser hombres para recibir educación superior. Nobleza obliga, las siguientes mujeres no se quedaron de manos cruzadas: Anna Politkovskaya (denunció la corrupción de Rusia post comunismo), o ShophieSchool (denunció los crÃmenes del nazismo), reporteras de guerra, o HyeonseoLee (se escapó del régimen comunista de Corea del Norte y ahora ayuda a otras mujeres que se escaparon de ese paÃs y viven como esclavas sexuales en China).
O mismo las liberales y excéntricas Rose Wilder Lane (yo usé ese apodo para escribir un par de años atrás en un blog) o Isabel Paterson o Suzanne LaFollette. Periodistas, escritoras, filósofas que se animaron a levantar una pluma y publicar sus escritos en épocas tan poco afines a los ideales de la igualdad.
Pero no es ninguna novedad que mujeres de a pie hayan pasado años viviendo como serviles esclavas de hombres que las trataban a su antojo, asediadas de tareas y sin libertad (civil, social y polÃtica) de poder estudiar o de trabajar en ámbitos reservados para el llamado sexo fuerte. Aún hoy, en muchÃsimas sociedades perdura una noción retrógrada de que la mujer no puede hablar de ciertos tópicos o no está "intelectualmente preparada" para sentarse a discutir de economÃa o polÃtica con un hombre de igual a igual.
Las mujeres no somos todas un mismo colectivo semántico. Somos Claudia, Josefina, Yolanda, Carla y cientos de miles de mujeres; cada una con su historia, sus gustos y sus proyectos de vida. El problema fue, y sigue siendo en determinados ámbitos, la falta de libertad de poder ejercer los derechos individuales. De poder, en pocas palabras, elegir el plan de vida que mejor nos calce.
Ni estamos desprovistas de inteligencia, ni estamos desprovistas de coraje.
El otro feminismo
Las primeras feministas no exigÃan nada más que se les respeten los mismos derechos que a los hombres. PedÃan igualdad en el derecho a votar, a poder convertirse en representantes, pedÃan o exigÃan respeto por sus ideales y sus opiniones cuales quieran que estas hayan sido. En cambio, las mujeres feministas de hoy, ven al hombre como su antagonismo, su enemigo más acérrimo.
Piden la igualdad buscando la desaparición del varón (frases como "machete al machote o directamente "muerte al macho") y sacan de la arena discursiva al hombre (no pueden opinar de la problemática porque no son mujeres). Exigen igualdad pidiendo privilegios (piden que haya X cantidad de mujeres en el Congreso, como si la idoneidad para el puesto dependiera del aparato reproductor).
Todas acciones que en vez de elevar a la mujer en la sociedad, la degrada. Tanto es su entusiasmo que hasta buscan cambiar ciertas palabras del idioma español como estudiante en vez de estudiante como si el lenguaje fuera hijo del diseño humano y no se la propia evolución natural de los hablantes.
En resumen, el feminismo de hoy, casi del todo volcado a la izquierda del espectro polÃtico actual, enarbola las banderas de la justicia social reclamando solamente privilegios y beneficios para y solo las mujeres mientras que el feminismo pasado buscaba, ni más ni menos, que la igualdad de la mujer y el hombre ante la ley. Ese es sin duda el verdadero feminismo. No me des nada más que lo mismo que le das al hombre.
La venganza, que parece pregonar el movimiento actual, no tiene nada que ganar. Como siempre, es un plato que se sirve frÃo. No sirve representar a la mujer por métodos violentos, leyes injustas y beneficiosas solo para un grupo y cobardes al reclamar por el fin del hombre.
ParecerÃa que las feministas actuales estarÃan buscando permutar el machismo y la represión vivida en la familia patriarcal por el machismo devenido de burócratas que prestan beneficios en pos de la tan ansiada igualdad.
El respeto a la mujer vendrá antes que a través de la ley, por la misma sociedad. Luchemos para que nos reconozcan por nuestro trabajo, idoneidad, inteligencia, esfuerzo y perseverancia y no por nuestro aparato reproductivo.
Belén Marty. Exclusivo para Cadena BA. 8/03/2017
Periodista, Lic. en Comunicación Social (Univ. Austral), Maestrando en EconomÃa y Ciencias PolÃticas (Eseade). Ex corresponsal Cono Sur y Cuba de Pamam Post. Gestora de Contenidos de @StaplesAR |