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"¿El fin de la hegemonÃa de los medios?" | |||
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¿Están los medios tradicionales perdiendo su hegemonÃa? ¿Estamos, por esas casualidades de la vida, siendo testigos del fin de los medios de comunicación como cuarto poder? Es muy pronto para saber y poder responder estas preguntas con exactitud. Sin embargo, la victoria de Donald Trump en las últimas elecciones estadounidenses podrÃa haber firmado la sentencia de muerte del capital simbólico de los medios en esta nueva era. Las encuestas difundidas por todos los canales por la mayorÃa de los medios daban a Hillary Clinton como ganadora. Más allá del sesgo demócrata, la última encuesta de la CNN-ORC daba a la candidata demócrata unos 5 puntos por encima de Trump. El candidato republicano, si bien no ganó por demasiada diferencia, sà lo hizo por más de 254 mil votos. Eso dejó boquiabiertos a millones de americanos y, por supuesto, a las grandes cadenas mediáticas de la región y del mundo entero. Este batacazo de Trump no fue gracias a los medios que lo bancaron, fue a pesar de ellos. Se valió de la cámara, los segundos de aire, las palabras de Clinton para que todos estuvieran hablando de él. Se convirtió en el sÃmbolo anti-Hilary, es decir, anti establishment. Al menos discursivamente el no pertenecÃa a la corporación polÃtica corrupta; se convertÃa asà en un outsider en el imaginario colectivo estadounidense. Hizo como dice la canción del grupo musical Calle 13 cuando en una canción dice "Adidas no me usa, yo estoy usando Adidas". Bueno, Trumpse dejó manosear por el establishment polÃtico para su favor. Una estrategia jugada, a largo plazo. Le tiraron dardos de Campari y él le puso el agua tónica. Con lo de Tump, las encuestadoras y sus replicadoras (los grandes y medianos medios) no es la primera vez que se equivocan. Este año ya erraron en sus predicciones con otros dos grandes sucesos: las encuestas en el Reino Unido y con los acuerdos de Paz en Colombia. Quizás, como dicen varios expertos, Trump ganó por el "voto vergüenza", nadie decÃa que lo iba a votar y terminaron apoyándolo en las urnas el martes pasado. De la mano de ese argumento, ganó no por mérito de él, ni de sus polÃticas públicas, sino porque la gente no la querÃa ni la soportaba a Hilary. Otros expertos mencionan la incapacidad de la demócrata de transmitir emociones. Hilary no transmitÃa nada. Es la corrección polÃtica misma. Y a las polémicas frases de Trump les podés reprochar de todo menos el "más de lo mismo". Las últimas elecciones de alguna manera demostraron que los medios de comunicación no influyen directamente sobre las mentes y las acciones de los estadounidenses. Es una refutación más de la TeorÃa de la Aguja Hipodérmica (conocida también como la teorÃa de la bala mágica). Este modelo de comunicación entendÃa que los medios, a través de un mensaje especÃfico con un destinatario puntual podÃan ser recibidos y aceptados en su totalidad por el receptor. Este modelo, surgido para analizar los efectos de la propaganda fascista en los años 20 y 30 del siglo pasado tuvo como principal referente a Harold Lasswell. Como se analizó y refutó luego, el individuo entendido por esta teorÃa no se encuentra aislado en la sociedad. No absorbe todo como una esponja lo que le dicen los medios. El ciudadano se relaciona con otros individuos (en el trabajo, en el seno familiar, en la escuela, en la universidad, en el club, etc.) y define muchas veces sus preferencias a raÃz de eso. Llevándolo a los tiempos de hoy, es curioso esto mismo cuando nos ponemos a pensar en las redes sociales como Facebook, donde solemos interactuar siempre con las mismas personas que piensan relativamente similar a nosotros. Los chicos menores de 30 están cortando con los servicios de cable. Eso es tendencia mundial. Ya pocos tienen teléfonos fijos en sus casas de solteros. Los cibernautas están entrando a las noticias no por los portales de los medios sino a través, y cada vez más, por medios como Facebook. Los nuevos jugadores mundiales en el mundo de las noticias se perfilan siendo Google, Facebook, Snapchat y bastante más atrás el rezagado Twitter. Estamos viviendo etapas de reconstrucción del mapa mediático. Las noticias como las conocemos hoy, están cambiando sobre lo que dicen y cómo lo dicen. Son tiempos de discusión violenta, efÃmera y controversial. Hoy un twit tiene más poder que una cadena nacional. Y un candidato sin carisma (sin emoción, cualquiera sea) que representa la polÃtica tradicional ya no suma. En los nuevos medios la corrección polÃtica no existe. Y para Trump tampoco. Eso fue, sin dudas, el puntapié inicial de su victoria. Belén Marty. Exclusivo para Cadena BA. 13/11/2016
Periodista, Lic. en Comunicación Social (Univ. Austral), Maestrando en EconomÃa y Ciencias PolÃticas (Eseade). Ex corresponsal Cono Sur y Cuba de Pamam Post. |