Pero hace tres semanas cuando llego la hora de realizar la crítica de la película "Juan y Eva" una serie de casualidades hicieron que la nota quedara en "tapa" y con una foto grande, y la sorpresa fue mas grande que los pelos de los gorilas que dirigen el matutino cuando vieron que la calificación era de "Muy Buena" y esta fue la gota que colmó un vaso que venía llenándose año tras año, cuando el periodista Claudio Minghetti, que además es secretario. General de la "Asociación de Cronistas Cinematográficos", daba su discurso en la entrega de los "Premios CONDOR", y sus palabras  dejaban un gusto amargo, cuasi peronista, en los "paladares negros" de la conducción de la empresa.

Ayer, jueves 13 , luego de 16 años de trabajar en el diario, "Claudio Minghetti" fué a la redacción a recoger sus cosas, y cuando estaba a punto de retirarse sucedió algo que quebró el silencio de la redacción, algo que nunca había sucedido en ese lugar, desde la sección de deportes arrancó espontáneamente un aplauso, se plegaron los colegas de fotografía, luego los de infografías,  economía también aplaudió, luego los colegas de la denominada "zona fría" (los suplementos) también se plegaron, y así lentamente todas las secciones de la redacción "de pie" se fueron sumando a un aplauso que duró mas de 5 interminables minutos; interminables sobre todo para los oídos de los jefes como Carlos Roberts o Carlos Alconada Mont que escuchaban a lo lejos.

¿Cómo decodificar ese aplauso, no? esa muestra de cariño y solidaridad,  sin ser demasiado subjetivo o apasionado... Pero un dato mas, con un extraño parecido a las primarias, también se acercaron a saludar al periodista los periodistas de la sección "Campo",  y finalmente Claudio recibió los abrazos de los "ordenanzas",  además de los de sus compañeros que posiblemente advirtieran que "todos" están en la mira, y que el próximo puede ser cualquiera de ellos.

Eso sí, los dos responsables mas directos de señalar a este trabajador de prensa para que sea echado que fueron nada menos que las dos obsecuentes de Damico y Pablo Sirven, en lugar de estar allí haciéndose cargo de la tarea sucia encomendada por los señores del Opus Dei que dirigen el pasquín, se habían tomado vacaciones desde hace unos días.

Este episodio trae a la memoria lo que le sucediera en  La Nación, en la década del 60 al joven Tomás Eloy Martínez, que a causa de escribir lo que realmente pensaba acerca de algunos estrenos de filmes norteamericanos fué echado del diario y aunque la industria cinematográfica argentina en pleno pidió por él no hubo caso y Hollywood se impuso.

Pues bien la escena vivida ayer en el edificio de la cale Bouchard tiene también un sesgo cinematográfico, a Claudio Minghetti le parece un momento propio de Campagnella, pero también le hizo recordar la película "La Terminal", protagonizada por Tom Hanks, cuando en la escena final todos los trabajadores y empleados se solidarizan con ese pobre inocente que se había quedado sin país y encima era hostigado por las autoridades de la terminal aérea.

La lucha va tomando distintas formas, justamente ayer se presentó el libro "Periodismo de Infantería" que escribieron dos ex periodistas del diario Clarín relando el miedo y la mordaza vivido en esa redacción luego de que echaran a 117 periodistas, y allí comentábamos como ante la pérdida de credibilidad del diario y ante presión antimonopólica del Estado el grupo va apuntando sus negocios hacia la insdustria editorial y acaban de comprar Cúspide y Fausto desde donde comenzarán a atacar al gobierno con libros anti k.

A diferencia de la película de Tom Hanks  y a 8 días de otro casi seguro triunfo del modelo Nacional y Popular, parece ser que los que se están quedando sin país donde regresar son los dueños de Clarín y  La Nación; por eso compran países ficticios, y afortunadamente la clase media es volátil y aunque muchos dicen que no van a votar a Cristina de todas maneras quieren que gane.

Por Rafael G. Arrastía de Comunicación y Capacitación