07-05-2024
31-10-2016 | #ZonaLiberada
"Seguridad Pública, el juego de la ruleta rusa"
Por Esteban Arriada @EstebanArriada

En una localidad de Moreno el pasado martes a las 21:30 horas, un nene de 13 años tomó el arma de sus padres al ver a su mamá rodeada por cinco delincuentes fuertemente armados, y sin pensar demasiado, disparó contra uno de ellos y lo mató. Los demás asaltantes se dieron a la fuga.

Dos días después, en la noche del jueves, en Vicente López, otro distrito del conurbano bonaerense, con la misma metodología criminal entraron dos delincuentes armados al domicilio del reconocido empresario Roberto Chwat, pero la "suerte" corrió a favor de los ladrones quiénes se convirtieron en asesinos al disparar y quitarle la vida a Chwat.

Podríamos hablar de "suerte" y desgracia, que una la ganaron los buenos y otra los malos, pero la verdad es que se perdieron dos vidas y se destrozaron varias familias en tan solo dos reflejos de una realidad que se vive en el conglomerado urbano que se compone de casi una treintena de distritos y rodean a la Capital Federal.

Barajar y dar de nuevo

Entre 23 y 30 municipios, dependiendo del criterio, componen el territorio que se denomina Conurbano Bonaerense. Corresponde al 1,6% de la superficie total de la Provincia pero, de forma inversamente proporcional, es ocupado por el 69% de los bonaerenses.

Este territorio de casi 5.000 Km2 (300 mil Km2 tiene la Provincia), está 140 veces más poblado. Esto implica una mayor complejidad a la hora de cuidar a cada uno de sus habitantes, sobre todo cuando la policía se encuentra atomizada en decenas de dependencias y jefes en cada uno de los distritos.

Si tomamos en cuenta que los miles de policías que trabajan en esta treintena de municipios no se comunican apropiadamente entre ellos, responden a distintos jefes y hasta diversas reparticiones (policía Local, comandos de prevención, comisarías, etcétera), es difícil poder enfrentar directamente estas prácticas delictuales comunes: salideras, entraderas, robo a mano armada, etcétera.

Es necesario cambiar la forma de organización de la fuerza de seguridad pública, terminar con la excesiva y estéril burocracia, hacerla dinámica y ágil, sin perder con ello el supremo respeto a los derechos de todos los ciudadanos.

Drásticamente el Gobierno debe tomar las riendas de la Seguridad Pública y trazar una estrategia regional de ocupación del territorio con presencia fuerte, que dé seguridad a los vecinos y reduzca la oportunidad de éxito de los delincuentes, conjuntamente con el urgente desarrollo de plazas laborales, porque sin nuevas oportunidades para quienes hoy eligen el delito, sólo los empujará a delinquir en otros distritos.

Por la incapacidad de los gobierno, hoy un nene de 13 años es un asesino sin haberlo elegido y la familia de Chwat sin consuelo lo llora. También el delincuente asesinado tenía una familia y toda la sociedad sigue reclamando que los Gobiernos empiecen a controlar el delito. Todos los ciudadanos necesitamos que la seguridad deje de ser una quimera.

(*) Esteban Arriada, exclusivo para Cadena BA. 30/10/2016

Técnico Superior en Seguridad Pública. Fundador del Movimiento Policial Democrático. Secretario Nacional de Juventud de la OTR (Organización Nacional de Trabajadores Radicales).