Con los ojos brillosos, acompañado de su familia y el presidente de Gimnasia, Héctor Delmar, el mellizo Guillermo Barros Schelotto fue declarado ciudadano ilustre de la ciudad de La Plata en la sesión del Concejo Deliberante local. El mismo nombramiento lo obtuvo también su hermano Gustavo, quien estuvo ausente ya que se encuentra en Uruguay.

"El hijo pródigo", de esa manera lo identificaron los ediles que hablaron sobre su carrera, y lo denominaron así por haber tomado la decisión de volver al club de Gimnasia cuando más lo necesitaba éste. Los concejales Gastón Crespo, del Frente Amplio Progresista, y el oficialista Enrique Capparelli fueron los encargados de reconocer la carrera deportiva del Mellizo y la importancia para la ciudad de tener a un representante que siempre mostró su cariño por La Plata y por el club del cual es hincha.

Crespo, reconocido hincha de Gimnasia, destacó también la transparencia y el discurso de Guillermo, "siempre dijo las cosas como eran y fue muy convincente cuando volvió al club".

A la hora de tomar la palabra, el Mellizo, con la voz algo entrecortada y emocionado por el reconocimiento que acababa de recibir tras haber sido votado por unanimidad, señaló, "agradezco a todas las personas que de alguna manera tuvieron que ver con mi educación y con la persona en la que me convertí hoy. También agradezco a los profesores que me formaron en la escuela y a mi familia, pero por sobre todo al club Gimnasia y Esgrima La Plata que me dio la posibilidad de haber llegado al fútbol profesional".

Tras los aplausos de los hinchas albiazules y de Boca que concurrieron hasta el recinto, el Melli dialogó con Diagonales, y manifestó estar muy contento por el nombramiento, "es algo muy lindo, que no me lo esperaba, una satisfacción muy grande. La verdad es que cuando empecé en el fútbol nunca tuve como meta este tipo de reconocimiento que agradezco enormemente".

Papelón Municipal.

Cuando llegó Guillermo Barros Schelotto con su familia y el presidente del Lobo a la Municipalidad, no había ningún funcionario presente para recibirlos. A pesar de que el intendente Pablo Bruera no quiso perderse la foto con el recientemente ciudadano ilustre y a pesar de saber del acto con más de una semana de antelación, el mandatario comunal no estaba en el Palacio Municipal cuando el Mellizo arribó.

Ni siquiera había sillas para que esperasen hasta el inicio del acto. De hecho, una persona ajena a la Comuna le consiguió una silla a Héctor Delmar, de 84 años de edad, para aguardar más de media hora el comienzo.