19-04-2024
"100 años en Democracia"
Por Damián Arabia @DamArabia
Este es un año históricamente significativo para nuestro país. Además del Bicentenario de la Independencia, la Argentina está cumpliendo 100 años del comienzo del voto popular, condición básica para cualquier democracia contemporánea. Si bien la incorporación del voto femenino va a tardar otros treinta y tantos años más, es el 2 de abril de 1916 el día que se celebran los primeros comicios presidenciales que denominaremos "universales, secretos y obligatorios", primera aplicación de la Ley Sáenz Peña en la elección de un presidente.

De los 100 años mencionados, 36 fueron gobiernos peronistas, 30 gobiernos radicales, 22 gobiernos de facto y 11 gobiernos fraudulentos. En los mismos 100 años, sufrimos 6 golpes de Estado, y tuvimos dos presidentes que no terminaron en tiempo y forma su mandato.

Para los que nacimos en democracia, es inimaginable pensar otro sistema. Sin embargo, la realidad es que nuestra democracia establecida definitivamente es muy joven, y aún hoy se encuentra en proceso de consolidación. Corresponde preguntarnos cuáles son los componentes fundamentales que forman parte de su esencia.

El paradigma democrático, es mucho más que ejercer el voto una vez cada dos años. Tiene que ver con una sociedad diversa, de respeto por la opinión del otro, en donde se generen ámbitos de debate, consenso y también disenso, porque en definitiva es a partir de este que se producen los grandes cambios. Son elementos fundamentales la verdadera libertad de expresión, la independencia de los poderes y los valores de la república.

De los últimos 26 años el partido Justicialista gobernó 24. Asimismo muchas provincias y municipios, peronistas y radicales, son gobernados por la misma persona hace décadas. La falta de alternancia política, que inevitablemente concentra el poder, atenta directamente al corazón del espíritu democrático que tiene que ver con esa vocación de pluralidad y transparencia.

Con los partidos tradicionales en crisis, y la irrupción por primera vez en la escena política de un gobierno ni peronista ni radical, se abre una nueva etapa en la escena partidaria argentina. Con el fin del semi bipartidismo a partir de la caída de la Unión Cívica Radical en el 2003, y un Partido Justicialista desmembrado, se inicia un nuevo periodo político partidario en donde la lógica representativa tal como la conocíamos no existe más. Con listas cuyos candidatos no son representativos de partidos políticos sólidos sino más bien personalidades aisladas, cabe preguntarse si el sistema electoral y la forma de votación vigente aportan la representación y legitimidad suficiente.

Las P.A.S.O. inauguran además una nueva instancia, en donde distintos partidos, aunque con sus diferencias pero más o menos afines, pueden competir entre ellos dando lugar así a una lógica que rompe con los partidos políticos aislados y abre las puertas a un sistema de coaliciones, mucho más representativo de los tiempos en los que vivimos.

Es curioso que haya argentinos con más años que nuestra democracia. Sin embargo, no debemos olvidarnos que los tiempos cambian, y con ello deben hacerlo los sistemas para corresponderse con las sociedades y con sus ciudadanos. Es nuestra tarea repensar las cosas que entendemos por preestablecidas como desde siempre, para que estas continúen vigentes. Valorar el modelo democrático, y reinventarlo para consolidarlo, se trata de reivindicar su esencia y sus valores. Después de todo, como diría Winston Churchill, "La democracia es el peor de todos los sistemas políticos, con excepción de todos los sistemas políticos restantes".