25-04-2024
"Iglesia y Estado: La obligaci贸n de ser cat贸lico"
Por Belen Marty @belenmarty
驴Sab铆as que todos los argentinos les pagamos el sueldo y las jubilaciones a los obispos? 驴Y qu茅 adem谩s les otorgamos asignaciones a curas de frontera y seminaritas? 驴Y que los sacerdotes tienen gracias a la generosidad del Estado jubilaciones nada despreciables? 
La Iglesia Cat贸lica Apost贸lica Romana en pleno Siglo XXI corre con ventaja.

En primer lugar, la Constituci贸n le da a la Iglesia un lugar privilegiado. El art铆culo 2 establece que "El gobierno federal sostiene el culto cat贸lico, apost贸lico y romano" y al menos en 2009 el 0,02% del presupuesto nacional fue entregado para el sostenimiento de la Iglesia. 

Es decir, la Iglesia recibe dinero de todos los contribuyentes para pagar becas y distintos subsidios. Y como si eso fuera poco cuenta con el beneficio de no pagar impuestos y que sus bienes gocen de la imposibilidad de ser embargados (art铆culo 2345 del C贸digo Civil).

Los obispos cuentan con una asignaci贸n mensual equivalente al 80% de la remuneraci贸n establecida para el cargo de juez nacional de primera instancia seg煤n sostiene la ley 21.950 promulgada en 1979, en plena dictadura militar.

Bien, sabiendo todo esto, estamos en condiciones de afirmar que estas leyes son discriminatorias y moralmente injustas. 驴Es 茅ticamente correcto hacerle pagar a todos los argentinos el sueldo de los obispos? 驴Es 茅ticamente correcto que un fiel musulm谩n, jud铆o o mismo un ateo est茅 sosteniendo a una instituci贸n religiosa que no practica ni le interesa practicar?  Uno podr铆a creer que despu茅s de m谩s de 2 mil a帽os en pie la Iglesia podr铆a recaudar voluntariamente el dinero de sus fieles. 

Por supuesto el dinero que le alcanza el Estado no es todo con lo que la Iglesia cuenta. Asimismo, no menosprecio ni subestimo el trabajo social que hace esta instituci贸n religiosa en nuestro pa铆s. Es inmenso el trabajo que hacen por ayudar a sus fieles en el camino de la fe y en la b煤squeda de salir de la pobreza.

La decisi贸n de a d贸nde van los impuestos recaudados del bolsillo de todo (por que los impuestos no discriminan) deber铆a recaer en cada fiel. Nada, absolutamente nada de lo recaudado por las arcas p煤blicas deber铆an ser asignados arbitrariamente a una religi贸n en particular. Y como no le podemos dar el dinero recaudado a todas las religiones (por qu茅 qui茅n es el Estado para decir qu茅 es o no una religi贸n) porque aparecer铆an nuevos cultos todos los d铆as, deber铆amos directamente terminar con esta asignaci贸n.

El tema de fondo no es a d贸nde deber铆a ir ese dinero (o de la corrupci贸n que se genera cuando se reparte) sino que es un tema de moral. La separaci贸n del Estado y la Iglesia no solo es necesaria sino que es imprescindible. 

En Estados Unidos la constituci贸n no establece acepci贸n alguna a la identidad religiosa del Estado. M谩s por el contrario, en la primera enmienda sostiene que "El Congreso no legislar谩 respecto al establecimiento de una religi贸n o a la prohibici贸n del libre ejercicio de la misma". Esa enmienda prioriz贸 la separaci贸n entre ambos organismos y por su parte prohibi贸 al Estado a que interfiera en el libre ejercicio de cualquier religi贸n.

El aboado y docente Yamil Santoro, qui茅n difundi贸 videos en pos de esta misma iniciativa, sostiene que hay otras formas que ayudan al sostenimiento de la Iglesia que no son mediante la confiscaci贸n del dinero ajeno por parte del Estado.

"Por ejemplo, se podr铆a permitir que el aporte confesional se desgrave de impuestos, as铆, cada uno elige a qui茅n apoyar, sea de la religi贸n que sea, pero bajo ning煤n concepto deber铆a haber una transferencia de recursos directas del Estado a cualquier religi贸n. Podr铆a deducirse de ganancias o emular el esquema de mecenazgo cultural que tiene la Ciudad de Buenos Aires para desgravarlo de ingresos brutos", explic贸.

Existen otras maneras de colaborar para el financiamiento de esta y otras instituciones religiosas, a帽ade Santoro, como la posibilidad de cruzar las bases de datos de la AFIP con la de registros de cultos y que mediante internet uno pueda darse de alta o de baja de una religi贸n por ese medio. 

Nuestros recursos como ciudadanos son escasos. No tenemos un dineral para darle a todo el mundo. Esa es la realidad. Por tanto, resulta algo anacr贸nico, injusto y pedante que el Estado se auto ponga la decisi贸n de decidir por uno d贸nde cree que su dinero para religi贸n o ayuda social ser谩 mejor recibida.

Bel茅n Marty. Exclusivo para Cadena BA. 07/08/2016

Periodista,  Lic. en Comunicaci贸n Social (Univ. Austral), Maestrando en Econom铆a y Ciencias Pol铆ticas (Eseade). Ex corresponsal Cono Sur y Cuba de Pamam Post.