Esta expresión la leí los otros días en una de las redes sociales y me parece oportuno tomarla, para recordarle al sector gobernante, algunos aspectos de interés para los vecinos que eligieron un cambio de rumbo en la Ciudad. 

Son esos mismos vecinos platenses quienes atónitos, desconsolados, e incrédulos observan  todos los días una nueva pelea que parece no tener destino y no tener final en el seno del gobierno. El frente Cambiemos votada mayoritariamente por la ciudadanía platense y que permitió a ese espacio alzarse con la intendencia de la ciudad después de 24 años de gobiernos de orientación justicialista, vive desde sus inicios una angustia creciente, con intensos y permanentes ruidos de fractura y volatilidad cada vez más frecuentes. 

Según los últimos informes, ahora pareciera que la Coalición Cívica no quiere tener integrantes de ese espacio en el gobierno, y el radicalismo, o al menos algunos sectores de la UCR, saltarían el cerco manifestándose no sentirse representados por el actual gobierno municipal.

Este cuadro de situación institucional al cual no dudaría en calificar de "crítico", se le debe sumar una campaña deliberada o no, que se ha cansado de interrumpir y bloquear para los vecinos las adyacencias a la Plaza Moreno, hasta tal punto que me atrevería a decir que fueron más  los días que el tránsito estuvo interrumpido, que aquellos en los cuales los aledaños a la Plaza estuvieron despejados.  En algún punto parecería que si el Intendente no es justicialista, cualquiera se le atreve.

Todo esto transforma en grave la actual situación, y no queda otra alternativa que apelar  a la responsabilidad institucional del frente Cambiemos. Me gustaría recordarles a sus integrantes que conforman  una alianza, si no les gusta el término, un espacio, pero ojo en lo vecinal, en lo local,  se parecen cada vez más a la "Alianza" nacional de fines de los noventa, que precipito al país a una crisis sin precedentes. 

Algunas mentes afiebradas parecieran no comprender que el incisivo y demoledor desgaste al cual es sometido el alcalde local, no trae otra cosa que un desgaste y un deterioro del mismo Cambiemos. El intentar cruzar temerariamente los límites institucionales y republicanos, con quiméricas y fantasmagóricas batallas por el reemplazo del Jefe Comunal, suenan en principio a ideas descabelladas, por no decir estupideces crónicas. 

Los rumores, las obscenidades sobre irregularidades de todo tipo y otros temas se difunden desde el mismo Palacio Municipal. ¡Atención señores que están jugando con fuego y pueden terminar todos quemados!

La gente voto un cambio, y voto al espacio para que se repartan las tareas  y que permanezcan unidos. Habría que recordarles a sus integrantes  que todavía no han conseguido nada, que el espacio no está consolidado, ni política, ni electoralmente, y desde afuera observamos una pertinaz pelea  por candidaturas futuras de dudoso destino, ya que la situación no esta tan clara para asegurar que este espacio dentro de diez meses, que es cuando se van a cerrar las listas, tenga sobre si el voto favorable de la mayoría de los platenses. 

 

Atención Cambiemos, conozco muy bien al peronismo, que es  un animal de muchas cabezas como la mitológica Hidra de Lerna, no crean tan ingenuamente que por haber cortado una de ellas el animal está muerto, al contrario el peronismo platense está buscando su destino para dar la estocada final dentro de cuatro años, y tal vez en ese momento sea demasiado tarde para arrepentimientos.

(*) Odontólogo. Presidente de la Sociedad Odontológica de La Plata.