El grupúsculo que no se siente grupúsculo es una patrulla perdida. No importa si tiene sello partidario o no lo tiene. El grupúsculo es grupúsculo con sello o sin sello. Hay varios dentro del Frente para la Victoria, con la única estrategia de relacionarse bilateralmente con "la cúpula" y desconocer al resto. 

Esa estrategia siempre ha fracasado, desde nuestra humilde opinión, en términos de consolidación política. Una suma de grupúsculos sectarios que se repelen en la acción unos a otros, aunque en sus discursos prime la unidad, la organización, la solidaridad (y, por supuesto, la democracia) no constituye una organización política. Es tan sólo un chisperío de vanidades. 

Nos parece que es tiempo de mutación: todos los grupúsculos articulados pueden conformar una fuerza política importante (sin que ninguno pierda su identidad ni su autonomía), a condición de superar vedettismos, ambiciones de liderazgo, intereses sectoriales (que bien pueden proteger, sin darlos a conocer siquiera) y demás yerbas. Y no tiene por qué ser el objetivo abandonar el Frente para la Victoria o lo que quede de él, llámese como se llame. 

Desde estas reflexiones, los Socialistas para la Victoria de La Plata tenemos el objetivo de lograr una construcción colectiva que pueda presentarse como alternativa deseable, creíble y posible de poder político en la Comuna y formar parte de una fuerza política que sea capaz de frenar esta restauración neoliberal y poner proa hacia un proyecto nacional y popular corregido, aumentado y radicalizado.

(*) Secretario de Acción Política de Unidad Socialista para la Victoria de La Plata