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"EconomÃa: ¿Qué podemos esperar del segundo semestre?" | |||
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Ya no hablamos del clima con extraños en los ascensores. Dejamos de hablar de la maestrÃa de fulano ni de qué buen mozo está el primo de tu amigo que está tomando un fernet. El tema de moda es, desde hace unos meses, las tarifas de los servicios públicos. Cuesta imaginar como todavÃa no salió la versión cumbiera del tarifazo macrista. El viernes arrancó el segundo semestre del 2016. Por supuesto, con abultada efervescencia devenida de las promesas de campaña electoral que nos auguraban un repunte de la economÃa para esta altura del año. Pero, ¿qué pasó? ¿Qué nos espera para los segundos seis meses del año? ¿Se está guardando algo de crédito polÃtico el Gobierno para las elecciones legislativas del año que viene? En primer lugar, nobleza obliga, el sinceramiento de tarifas fue un paso hacia la estabilización de las reglas de juego en un paÃs que venÃa dibujando polÃticas populistas nuevas todos los meses. Le dio un indicio al mundo de que Argentina podrÃa volver a ser interesante para la inversión. Y si hay inversión entonces hay una mejora en la productividad, en la eficiencia y en la capacidad de producir en un mediano plazo. Mucho más de lo que venÃamos teniendo en los últimos años del gobierno cristinista. Por supuesto, la quita de subsidios debe estar acompañada con una baja en el déficit fiscal (y para ello una baja en el gasto público). Igual que sucede en la economÃa de una familia tipo, vos no podés gastar más de los que producÃs. Y lamentablemente, parte del manejo que están haciendo para paliar ese déficit fiscal heredado es adquiriendo deuda para no perder esa cuota de capital polÃtico que mantienen actualmente. El problema es que el endeudamiento genera que se suban las tasas de interés y por ello, se deprime la actividad económica. Cuentas claras mantienen la amistad… Y un paÃs en crecimiento. Economistas como Iván Carrino estiman que el dólar podrÃa subir y tocar el piso de los 16 pesos para fin de año. La suba de junio se debió más que nada por el tema Brexit y la polÃtica monetaria que busca bajar la tasa de interés. ¿Qué podemos esperar de los precios? Esta es sin duda lo que nos preocupa a los ciudadanos de a pie. Cansados de ver nuestro poder adquisitivo derretirse mes a mes a causa del aumento de precios, la pregunta fundamental pasó a ser qué dÃa tenemos algún descuento. De la población bancarizada, ya son muy pocos los que aguantan al 30 de cada mes sin utilizar alguna promo de descuento, alguna oferta especial o algún canje. Para estos meses vamos a tener un reacomodamiento de los precios relativos y seguramente tendremos los aumentos de aquellos servicios que aún no aumentaron, como el subte, las compañÃas de telefonÃa y las expensas. Este folklore de aumentos (menos el del sueldo, ese no sube nunca) hará que los argentinos tengamos que decidir entre ir a cenar o ir al cine, porque ambas, hace tiempo, son imposibles de lograr. Pero aclaremos que si no hubiera habido inflación no hubiera habido necesidad de ajustar tarifas. La inflación que tuvimos en los años kirchneristas más un congleamiento de precios tuvieron como resultado que se destape la olla del tarifazo. El Gobierno congelando el precio de los servicios por 14 años transfirió recursos de los contribuyentes a las empresas proveedoras (a través de los denominados subsidios) para que no perdieran (demasiado) dinero. AsÃ, en el último año se transfirieron $170.300 millones, lo que representó un aumento de 4.123% desde el 2006. En 2014, los subsidios a los servicios de agua, luz y electricidad llegaron a ser el 5% del PBI. Todo este gasto público se financió con emisión monetaria que, con el diario del lunes, sabemos que desembocó en que Argentina tuviera una de las inflaciones más altas del mundo, solo detrás de paÃses como Venezuela y Siria. Macri hizo solo un paso en la dirección correcta, otros pasos para el costado y varios otros para atrás. En este ajedrez polÃtico, el actual presidente debe entender que en la medida en que los diferentes ministerios intervienen en la economÃa, los precios dejan de mostrarse reales, se desdibujan y no muestran las verdaderas estructuras valorativas. Se complica, entonces, el cálculo económico. Los empresarios no pueden planear nada, ni saben si conviene o no invertir, comprar, o construir. Macri no puede ni debe seguir siendo cómplice de gasto ineficiente como AerolÃneas Argentinas o Fútbol para Todos. Entre 2008 y 2015 AerolÃneas Argentinas recibió del tesoro nacional la suma de $29.676 millones para poder funcionar. Algo asà como 2 millones de dólares por dÃa. ¿Se imaginan cuántas otras obras se pudieron haber hecho con ese dinero de todos? Asà es, recuerden que esos recursos salen del bolsillo de todos, se tomen o no se tomen aviones, tengan o no un buen pasar económico. Obviamente este bolso de dinero colaboró a que Argentina incremente desmesuradamente su déficit fiscal y aumente su desequilibrio en las cuentas públicas. La apertura de la economÃa tampoco llegó. Peor aún. El mandatario anunciará un Plan Nacional de Internet Móvil para que se puedan vender celulares con 4G a $2200 en 12 cuotas. Se ensamblarán en Tierra del Fuego. Seguiremos intentando ser productivos en un sector donde claramente no lo somos. A este paso, seguiremos teniendo una de las tecnologÃas más caras e inaccesibles del mundo entero. Mientras tanto, el Gobierno está negociando con los clubes de fútbol el desembolso de al menos $1800 millones por los derechos de la nueva temporada de fútbol. Millones más, millones menos, los clubes estarán recibiendo el dinero tuyo, el de tu vecino y el mÃo sin que nadie siquiera se inmute. En conclusión, hasta que el gobierno no muestre un claro interés es reducir el gasto (y reducir asà el tamaño del Estado), el problema económico seguirá siendo estructural. Igual que nuestros lamentos. Belén Marty. Exclusivo para Cadena BA. 3/07/2016
Periodista, Lic. en Comunicación Social (Univ. Austral), Maestrando en EconomÃa y Ciencias PolÃticas (Eseade). Ex corresponsal Cono Sur y Cuba de Pamam Post. |