06-05-2024
"En defensa del derecho a la posesión de armas"
Por Belen Marty @belenmarty

La matanza de Orlando, Estados Unidos, en una disco gay dejó 49 muertos, decenas de heridos y un debate abierto por la portación de armas. El debate no solo proliferó en los medios de ese país sino que salpicó a los periodistas y a toda la opinión pública por igual del nuestro: ¿Tenemos o no derecho a portar armas?

Hice esta pregunta en mi Facebook personal y el posteo ardió en respuestas. Todos tenían algo que decir y nadie opinaba a medias tintas. O a favor o en contra. El tema es tan pasionante que mis amigos extranjeros (y hasta un tío que vive hace 30 años en Suecia) se sumaron a la discusión.

Ardía Troya cuando comencé a defender la posición que el extricto control de armas no funciona. Los argumentos en contra venían desde que el ciudadano de pie no sabe manipular armas, que estas son muy peligrosas, que cualquier loco puede entrar y matarnos a todos en todo momento, que las estadísticas muestran que en países con mayor control suceden menos matanzas y que se puede tener ese derecho en estados como Texas pero que nuestro país no está culturalmente preparado.

Antes que nada, exhorto a que este debate no se vuelque en el plano de las emociones. Por supuesto que los hechos ocurridos en Orlando y en otras matanzas son tragedias que deben ser repudiadas férreamente.

En primer lugar, defiendo la posesión de armas por el derecho natural a la autodefensa. En el caso de Estados Unidos, ese derecho está, además, contemplado en su Constitución.

"Siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado libre, el derecho del Pueblo a poseer y portar armas no será infringido", dice la Segunda Enmienda. John Locke tambien defendia el derecho a la vida, si el gobernante incumple y no nos defiende tenemos derecho a defendernos nosotros mismos si este nos ataca directamente. Y en ultima instancia, encomendarnos a dios.

Las armas no matan, los que matan son las personas. El derecho constitucional de Estados Unidos viene de la mano de una filosofía que ha estado en el país del norte desde su fundación. Por mas legislación que se pase no hará desaparecer todas las armas que hay hoy en ese país. Las armas están para quedarse. Ahora, ¿cómo hacer para que no caigan en manos de las personas equivocadas?

Juan Carlos Hidalgo, analista político del Instituto Cato de Estados Unidos explicó que menos del 3 por ciento de los crímenes en EE.UU. se comenten con rifles. El 47% de los crímenes son con pistolas.

¿Es un tema de seguridad pública?

Es importante hablar en contexto para poder debatir la implementación de una nueva legislación o política pública. Al igual que cuando hablamos de alcohol, tabaco o armas, no podemos aprobar leyes por casos excepcionales sino que debemos basarlo en el grueso de información disponible.

Hidalgo sostiene que hay 3 veces más probabilidades que uno muera con un rayo en Estados Unidos que en un tiroteo masivo.

Las armas son utilizadas todos los días en ese país en defensa propia. Según cifras del FBI, al año se usan las armas por defensa personal en 110  mil ocasiones y menos del 2 por ciento de los crímenes violentos son perpetrados por armas compradas en ferias.

Todos los tiroteos masivos desde 1950 menos uno, explica el analista politico, ocurrieron en zonas libres de armas. Las victimas no pueden defenderse. Están vulnerables y a merced del tirador.

Por cierto, no pretendamos que los criminales sigan las reglas ni la legislación. Ninguna ley va a impedir a un criminal adquirir un arma. ¿Es preferible desarmar a toda una población por miedo a la sospecha de un terrorista?

En el caso del tirador de Orlando el FBI tuvo a su alcance todo tipo de datos, sospechas, información de la armería donde había adquirido su arma y no pasó nada. ¿Es realmente posible que desaparezcan estas mantanzas por el solo hecho de endurecer la política de venta de armas?

Por supuesto que la defensa de la libertad tiene sus costos. No hay una respuesta científica a si deberías o no tener un arma para defenderte. Al igual que no hay respuesta para saber si debes tener o no una plancha, una pileta, o una perro guardían. Solo cada persona sabrá si los beneficios superan los costos o los riesgos de tener una. Nadie obliga a nadie a poseer una ni nadie debería obligar a nadie a no tenerla. Son opciones de estilos de vida que en este momento las elites no comparten.

Si bien el número de armas en EE.UU. aumentó desde los 90s, la violencia disminuyó dramaticamente desde 1993 al 2013. Claramente no fue gracias a una politica de mayor control.

¿Hay mayores crimenes porque hay mayor cantidad de armas o hay más armas porque la gente se arma para protegerse? Esta es una pregunta que nos debemos como sociedad. Aquí y en EE.UU.

Así como los medios locales no hablan de la cantidad de casos en los que la posesión de un arma hizo que se salven varias vidas durante un tiroteo masivo, tampoco presentan estos otros argumentos.

¿Estamos o no más seguros si hay alguien responsible, que ha pasado por un registro de antecedents y sabe utilizarlas presente en el momento de que un delincuente comience a disparar? Eso es lo que debemos empezar a preguntarnos.

Belén Marty. Exclusivo para Cadena BA. 19/06/2016

Periodista,  Lic. en Comunicación Social (Univ. Austral), Maestrando en Economía y Ciencias Políticas (Eseade). Ex corresponsal Cono Sur y Cuba de Pamam Post.