A pesar de la crisis de escasez de alimentos y medicina que se vive en el país, Venezuela tomó las portadas de los diarios argentinos cuando permutó su posición con respecto a la aplicación de la cláusula democrática que llevaría a cabo la OEA sobre el país gobernado por Nicolás Maduro. 

¿Es necesaria la aplicación de la Carta Democrática Interamericana? ¿Qué está pasando realmente en Venezuela? Al respecto,  CadenaBA conversó con Pepe Martínez, dirigente nacional de Vente Venezuela, uno de los más férreos partidos políticos opositores de ese país. Martínez trabaja junto con la dirigente María Corina Machado por Venezuela libre de regímenes socialistas. 

"De la comunidad internacional pedimos acompañamiento. No aceptar tintas medias. O se está a favor o se está en contra de la democracia. Pedimos que se mantengan muy firmes, porque este es un tema de principios y de valores. Además les pedimos que vengan y constaten la realidad que estamos viviendo porque este error de la humanidad no debe repetirse en ningún otro país más nunca", sentenció Pepe Martínez.

- ¿Cómo le explicas a un argentino lo que está viviendo hoy Venezuela en relación a la escasez de alientos?

- Venezuela vive una crisis política, económica, social y moral que no tiene precedentes. Concretamente, durante los últimos dos años esta crisis económica se ha afianzado abruptamente y obviamente todo es el resultado de las pésimas políticas redistributivas y socialistas que enarbolaba el ex presidente Hugo Chávez y hoy comanda su sucesor Nicolás Maduro. 

Y todo esto compenetrado con lo que es la caída de los precios del petróleo. Un régimen que se ha encargado de destrozar lo que es el aparato productivo. Una vez que se acaban los ingresos del petróleo nos vemos en estos problemas en los que estamos hoy en día.

Imagínate que para que tu puedas conseguir un cartón de leche aquí en Venezuela o un pedazo de pollo o granos o harina de maíz pre cocida las colas son kilométricas. Hay gente que tiene que hacer cola desde el día anterior y las colas además tienen muchísima gente. Además, están dispuestos en sectores populares y en el interior del país los grupos irregulares armados que llegan y dicen "aquí nadie moleste porque iniciamos un tiroteo en este espacio". Y la gente que está haciendo la cola debe dejar pasar a estas 15 personas por delante de ellas. Este es el nivel que estamos viviendo los venezolanos hoy. 

Una madre para poder alimentar a su hijo tiene que apartarse y no trabajar el día que le toca comprar comida regulada. Tiene que pasarse por múltiples automercados para tartar de conseguir mantequilla, harina, leche, pan… Todos estos productos que son de consumo básico para cualquier humano. Tratar de adquirirlos aquí es realmente una travesía.

- ¿El nivel de escasez es igual en todo el país?

- El gobierno busca mantener más abastecida a Caracas que al resto del país para mantener cierta estabilidad política. Pero en el interior del país hay gente que tiene mucho tiempo que no consigue harina, jabón, desodorante, afeitadoras, shampoo, un sin fin de productos cuyos precios están regulados por el gobierno. Los controles de precios hacen que nadie quiere producir porque es carísimo producirlo en función al ingreso que pueda representar. 

Pero más allá de eso, también tenemos escasez de medicinas. Es algo traumático. También hay control de precios sobre las medicinas y las farmacéuticas han dejado de producirlas y ahora que no tenemos dólares producto del petróleo no hay tampoco cómo comprarlas. Hay gente que se está muriendo por no conseguirlas. 

El gobierno se ha negado a habilitar el canal humanitario. Muchas organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el propio Vaticano, se han ofrecido ayudar a Venezuela. 

- ¿Ha tratado el gobierno de acabar con estas colas?

- Para el gobierno estas colas que estamos viviendo son un mecanismo de control social. Es algo deliberado, no tienen la intención de rectificar. Es su manera de seguir controlando al pueblo.

Recientemente se crearon los centros de distribución que el gobierno los llama CLAPS y ellos están controlados por militantes del gobierno que se encargan de distribuir la comida que está regulada. Ellos deciden ahora quién puede tener esta bolsa de comida y quien no. El gobierno está jugando con el hambre de la gente y busca a través de esto controlar a la gente. Típico de cualquier régimen comunista. Como es en Cuba. 

- Me imagino que esto alimentó un mercado negro importante…

- Para un joven venezolano se le hacen muchísimo más productivo ir a hacer la cola, comprar los productos y revenderlos que trabajar como ingeniero. O graduarse de abogado y trabajar como abogado. O cualquier otra profesión porque el salario en Venezuela está completamente deprimido. Resulta más fácil sobrevivir -porque esto se ha transformado en una estrategia del régimen de llevarnos a un modo de vida de supervivencia- revendiendo los productos regulados que ganándose el pan duro de manera honesta como en cualquier parte del mundo.

- ¿Desde Vente Venezuela respaldan la aplicación de la Carta Democrática?

- Desde Vente Venezuela respaldamos absolutamente la aplicación de la Carta Democrática de la OEA a Venezuela. Es algo que venimos pidiendo hace mucho. Hace bastante tiempo que el gobierno pasó de ser una democracia a ser una dictadura. 

No se le puede pedir tiempo al pueblo venezolano porque el tiempo que permanece Maduro en el poder se traduce en muerte para los venezolanos. Hay venezolanos que mueren por la inseguridad, otros que mueren por hambre, porque no consiguen medicinas… Eso significa la permanencia de Maduro en el poder. 

Hemos visto te apresan por pensar distinto, como torturan estudiantes por protestar, como asesinan venezolanos por protestar, hemos visto como el gobierno ha manipulado los procesos electorales, hemos visto como no hay división de poderes clara, y la nueva Asamblea Nacional se encuentra bloqueado por el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo. 

Ya era hora que la OEA nos ayudara y articulara la aplicación de la Carta Democrática. Es importante destacar la necesidad de que todos los países de la región se plieguen a este llamado, incluida Argentina que recientemente ha cambiado su posición cosa que lamentamos muchísimo. Todos los gobiernos que no se sumen a esto son corresponsables de la masacre que estamos viviendo. 

- ¿Y qué opiná del diálogo que propuso Argentina?

- Aquí hablar de llamado al diálogo sin condiciones es absurdo. Nosotros no nos negamos al diálogo pero tiene que ser un diálogo con condiciones. En primer lugar deben liberarse los presos políticos. El diálogo debe ser cómo será la transición porque entendemos que maduro debe irse, esa es una condición fundamental. No hay intención de rectificar. En tercer lugar hay que habilitar el canal humanitario porque nos estamos muriendo en Venezuela.

El diálogo no puede ser una herramienta para que le régimen se lave la cara frente a la comunidad internacional y pueda permanecer en el poder. El dialogo debe ser para darle a Venezuela la oportunidad de progresar y eso pasa con la renuncia de Nicolás Maduro.

- ¿Cómo está la aprobación de Maduro en su país?

- La aprobación de Maduro está por el piso. Se siente en las calles y en las colas, que es el principal punto de encuentro de los venezolanos. Cada vez son menos de parte del régimen. 

El sentir popular es exigiendo la renuncia de Maduro, que no quede ninguna duda. 

- ¿Qué le piden a la comunidad internacional?

- Hoy los venezolanos tienen claro que no quieren más socialismo, más estatismo ni más centralismo. Queremos un país abierto al futuro, al desarrollo, a la prosperidad y a la libertad. Nuestro plan en Vente Venezuela sigue siendo ese, porque sabemos que para poder pensar en un país distinto hay que superar este obstáculo que es Maduro. No podemos pensar en un país libre y próspero si Nicolás Maduro sigue en el poder. 

De la comunidad internacional pedimos acompañamiento. No aceptar tintas medias. O se está a favor o se está en contra de la democracia. Pedimos que se mantengan muy firmes, porque este es un tema de principios y de valores. Además les pedimos que vengan y constaten la realidad que estamos viviendo porque este error de la humanidad no debe repetirse en ningún otro país más nunca.