El comediante Gustavo Berger, celebró el martes a la noche en La Trastienda las 500 funciones de su espectáculo, "Un rubio peronista", un stand up (monólogo) de humor político, plagado de guiños hacia los simpatizantes kirchneristas que colmaron el local ubicado en el barrio de San Telmo, donde se destacaron las presencias de varios integrantes del Frente para la Victoria como Mariano Recalde, Carlos Kunkel y Diana Conti, entre otros.

"Les pedidos a los presentes que apaguen sus celulares y a los militantes de La Cámpora que hagan lo mismo con sus blackberrys, o por lo memos que dejen de mandar mensajes por lo menos por una hora, y a los compañeros troskos que se compren uno, así se enteran de la próxima marcha, porque la última vez eran 14"... así anuncia una voz en off el inicio del show de Berger, que con un ritmo vertiginoso e hilarante recorre la actualidad política nacional.

Berger inicia su monólogo con palabras que se remite al dolor de "ya no ser" y a la nostalgia que le provoca a muchos peronistas la añoranza de los 12 años de las administraciones que encabezaron Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.

"¿Se dan cuenta de que (Mauricio) Macri es presidente?", pregunta Berger a la audiencia, y acto seguido lanza una cántico compuesto de onomatopeyas: "nana/na/na", mientras Berger inclina y baja la cabeza mientras el público lo acompaña en el movimiento.

Ayer, ante un auditorio lleno, que contó con las presencias de dirigentes del kirchnerismo como los diputados nacionales Mariano Recalde, Carlos Kunkel, Diana Conti, el ex embajador en El Vaticano Eduardo Valdés, la nieta recuperada Victoria Montenegro y el periodista Hernán Brienza, entre otros, el espectáculo de Berger se convierte en una especie de catarsis tras la derrota electoral de 2015.

"Cuando empezamos este show iban a ser 12 funciones en el 2012; gobernaba (Hugo) Chávez en Venezuela; (Fernando) Lugo en Paraguay y (Hugo) Moyano era kirchnerista. ¿Miren si no será cambiante la realidad?", se pregunta Berger frente al público, en un intento de aportarle una pizca de optimismo a la actual coyuntura.

Con humor negro, ironía y mucha autocrítica, el humorista no pierde la ocasión de referirse a las razones que habría provocado el revés K en las elecciones de noviembre del año pasado.

"¿Se acuerdan de cuándo decíamos que el límite era (Daniel) Scioli? Y lo terminamos votando, porque (Florencio) Randazzo no quería ir de candidato a gobernador. ¿Pero quién era Randazzo? Si es un Scioli con dos manos?", arremete Berger ante una audiencia que celebra cada una de sus ocurrencias.

Las luces se apagan y el primer acto llega a su fin, y desde la consolas, una voz acompaña la temática del show: "Les recodamos a los asistentes que vinieron desde el conurbano que hay micros escolares que los llevan a sus barrios, remises para los simpatizantes del PRO y bicicletas para los troskos que viven en San Telmo".