"De la que nos salvamos" me dice mi amigo cuando termina mi conversación telefónica con el editor de PanAm Post, el periodista venezolano Pedro García Otero. Lo había llamado para que me cuente la realidad venezolana en primera persona.

El periodista caraqueño, que tiene su programa matutino en Radio Caracas Radio (RCR 750) explicó que el problema fundamental que sufre hoy el país gobernado por el socialista Nicolás Maduro es la escasez de comida.

"Estamos en el nivel mas básico de la pirámide de necesidades Maslow", dijo obsecuente. La pirámide a la que se refiere el reportero es un gráfico donde se expresa una jerarquía de necesidades humanas. Para Maslow, según se vayan satisfaciendo las necesidades más básicas (fisiológicos: alimentación, sexo, descanso) las personas desarrollan necesidades y deseos más elevados (autorrealización: moralidad, resolución de los hechos, creatividad).

Los venezolanos, a esta altura, viven el día a día. Ya ni se deben preocupar por proyectos de ley indiferentes a la realidad social, o por índices de inflación (qué importa si es del 700 u de 800% anual). Qué le hace una mancha más al tigre si el problema de fondo es conseguir una leche para tus hijos, harina para cocinar arepas o un pollo para comer algo de proteínas.

Hasta enero de este año el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) estimó que hubo al menos 2.138 protestas callejeras y 170 saqueos, es decir en promedio unas 18 protestas por día.

Y tiene una razón de ser. Antonella Marty cita en su artículo sobre Venezuela a la encuestadora Dantanálisis quien explica que los venezolanos sufren de una desabastecimiento de alimentos básicos. La escasez en los supermercados llega al 80% y en un 40% en los hogares.

El socialismo destruyó, destruye y destruirá fuentes de trabajo en Venezuela. Quién en su sano juicio produciría a pérdidas y bajo un sistema sucio de reglas empresarias? La Confederación Venezolana de Industrias sostuvo que desde que el chavismo gobierna este país sudamericano cerraron más de 8 mil puestos de trabajo. Lo que llamaríamos los liberales el famoso ajuste socialista. Al no haber empresas que producen, el régimen y su política de distribución no tiene nada de repartir excepto miseria. No se puede repartir lo que no se produce.

Este reportero, que tiene la suerte de tener trabajo, además de lidiar, como el resto de sus compatriotas con los problemas profundos de economía y escasez de comida, debe luchar por permanecer vivo a diario. Venezuela tiene una de las tasas más elevadas de homicidios por habitante del mundo. Mueren violentamente 76 personas por día y 3 por hora. En términos de homicidios violentos Caracas es hoy la ciudad más peligrosa del planeta.

Para García Otero, sin embargo, el segundo problema en jerarquía que tiene su país es el tema de las medicinas "que están totalmente escasas". Asegura que el 85% de los medicamentos escasean en Venezuela.

Según el periodista "La madre de los problemas es que tenemos un Gobierno totalmente obcecado que no deja el poder de ninguna manera". Explica que el modelo económico está colapsado, que no puede seguir y que el Gobierno se empeña en seguir más allá de todos los límites concebibles.

"Con lo cual acá lo que viene es un estadio social en cualquier momento. Ya comenzó y se esta dando a cuenta gotas. Todos los días hay saqueos, todos lo  días hay represión. Maduro responde a esto con represión y ejercicios militares. Caracas esta totalmente militarizada. El ambiente es ambiente de colapso y colapso pre golpe de estado", sostiene indignado.

Decía ayer el presidente de la Sociedad Médica Venezolana y premiado médico cardiovascular Alexis bello que el hospital en Venezuela es igual a un hospital alemán en 1945 pero sin guerra.

Cuenta el periodista que le llegan a decir a la gente que si no tiene suficientes pastillas para la presión es mejor que no tome cada dos días porque el efecto será nulo. Que si igual se va a morir es mejor que le deje esas pastillas a alguien mas joven.

Una de las ultimas noticias fue mismo de Coca Cola. La multinacional informó que sus plantas están operando con dificultad y que están consumiendo el remanente de stock que tienen de azúcar. En este mismo sentido, Mc Donalds estuvo varios meses sin vender papas fritas por la escasez. Tuvo que reemplazar las papas o yuca frita y arepas.

El paraíso socialista es, una vez más, una sangrienta utopía. Una teoría que esclaviza a los individuos bajo un sistema centralizado de políticas públicas. Todos los planes que intenten planificar la economía fracasarán inexorablemente. El mercado no es más que miles y miles de individuos interactuando voluntariamente.

Mientras el 87% de los venezolanos dice no alcanzarle la plata para comprar comida, el resto de América Latina permanece indiferente. El problema no es Maduro. El problema no es Dilma Rousseff o Cristina Kirchner. El problema es la ideología que ellos sostienen y vociferan en detrimento del bienestar y pasar de todos los latinoamericanos.

Belén Marty. Exclusivo para Cadena BA. 22/05/2016

Periodista,  Lic. en Comunicación Social (Univ. Austral), Maestrando en Economía y Ciencias Políticas (Eseade). Ex corresponsal Cono Sur y Cuba de Pamam Post.