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| 08-05-2016 | Durísimo también con Macri | |||
| José Luis Espert: “el populismo hizo un genocidio que tuvo en el kirchnerismo su versión escatológica” | |||
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Siempre punzante y polémico en sus afirmaciones pero decidido en la defensa de sus ideas liberales, el titular de la Consultora Macroeconómica, José Luis Espert, aseguró que "el populismo provocó un genocidio en el país en los últimos 80 años", con medidas proteccionistas y de controles del mercado y las libertades individuales a través de un Estado "gigantesco", que tuvo en el kirchnerismo "una versión escatológica". Espert consideró que "el kirchnerismo usó a la gente para perpetuarse en el poder y robarse todo", por lo cual "estuvimos gobernados por una asociación ilícita que se robó todo mientras entretenía a la gente con jueguitos graciosos como patria o buitre, la patria es el otro y no se cuántos slogans más vacíos de contenidos". "Como políticamente la gente está subeducada en la Argentina, le vendieron el buzón de todos esos discursos y de enemigos que nos perseguían para distraer al pueblo, mientras un conjunto de delincuentes se robaban todo. Podés tener gobiernos populistas, que siempre terminan mal, pero ya el kirchnerismo fue otra cosa. Fue la versión escatológica de los populismos", sentenció, en diálogo con el programa "No es lo ke parece", que se emite los sábados de 9 a 13 por Radio Plus - FM 96.7 de La Plata. El analista atribuyó la llegada y consolidación del kirchnerismo como proyecto y modelo tras la crisis económica de 2001-2002, al supuesto "síndrome de Estocolmo de la sociedad argentina, que termina teniendo empatía con el secuestrador que la tortura". Al respecto, sostuvo que "hay que entender que los populismos siempre terminan mal", porque "parten de violentar la libertad humana" mediante la actuación del Estado como regulador y patrón de los procesos económicos y "tiene además a la gente crispada todo el tiempo porque le inculca que hay enemigos que quieren vernos fracasar y nos persiguen, cuando el retroceso y la pobreza la está generando el modelo". Espert dijo que es "una mentira" inculcada por analistas y políticos populistas que "de las crisis -que provoca un Estado populista- se sale con más Estado", argumento que "es la consecuencia de que el país tenga crisis repetidas cada 10 años", porque "nunca se toman medidas estratégicas de ajuste tras una crisis, se acomoda el modelo con correcciones pero se repite todo lo mismo". Como ejemplo, planteó que "estábamos en el puesto 10 a nivel mundial en PBI per cápita a principios de siglo 20 y hoy estamos arañando el puesto 90 y seguimos cayendo, éramos líderes mundiales en venta de carne y hoy Paraguay vende más que nosotros, tenemos 30 por ciento de pobres, el PBI como los pobres chinos y cada vez más hambre". Por esto, se preguntó "de qué sirvieron 80 años de sustitución de importaciones con el argumento de generar industria nacional y trabajo si estamos cada vez más pobres y con crisis cíclicas generadas por estos modelos, que no son sostenibles en el tiempo". Recordó al respecto el derrotero de crisis de los últimos 40 años en el país. "El plan inflación cero de Gerbard termina en el Rodrigazo, que después se profundiza con Martínez de Hoz, con algunas reformas hacia la derecha, que termina con un desastre con las devaluaciones y después viene Alfonsín, que para salir de todo eso hace lo mismo girado a la izquierda, que explota y vino Menem, que hizo lo mismo pero girado a la derecha, con la convertibilidad, que termina mal y salimos haciendo lo mismo pero a la izquierda agrandando el Estado. Ninguno se propuso cambiar la matriz de intervención del Estado y el modelo de producción en relación con el mundo", explicó. Problema cultural A su juicio, el problema de la Argentina es que el pueblo cree que de las crisis se debe salir con mayor intervención del Estado, porque una vez superada se crea una estructura pública que no se puede sostener y no genera productividad, multiplicando en el futuro los problemas de financiamiento para mantener una estructura de control sobre los particulares. Por esto, consideró que el país debe replantearse "profundamente liberar plenamente la economía en su relación con el mundo". "Hay que dejar la sustitución de importaciones e ir hacia una economía bien libre, en la que el país venda lo que puede, alimentos, agroalimentos, petróleo, minería. Si no hacemos, esos cambios nos vamos a repetir e ir de crisis en crisis", señaló. Consideró "una gran falacia" los argumentos de que se necesita un Estado "gigantesco para controlar y dar buena calidad de gestión pública, porque ese modelo dañino sólo beneficia a la corporación empresaria prevendaria, a los políticos que disponen de más dinero y estructura y a sindicalistas, es decir los tres actores que más se enriquecen con el modelo". Frente a esto, instó a tener "un Estado pagable, un Estado bien chiquitito", ya que "hoy los particulares trabajamos la mitad del año para financiar el Estado", y exigir que "en lugar de manejarlo delincuentes lo maneje gente proba, idónea y meritocrática". Pero para eso, "la Argentina misma debe dejar la enfermedad psico social de creer que el mismo modelo que te provoca la crisis cada 10 años va a solucionar los problemas", porque "siempre termina mal el populismo, por usar la plata para eternizarse en el poder con el argumento de que hacen falta más controles y más Estado y que últimamente tuvo en el kirchnerismo su versión más escatológica". Macri a los tumbos El titular de la Consultora Macroeconómica se refirió a la situación económica actual diciendo que el problema más preocupante es la inflación y que particularmente cree difícil que el jefe de Estado, Mauricio Macri pueda cumplir con su promesa de bajarla drásticamente en el segundo semestre. Dijo que es necesario contextualizar el escenario y "entender que Macri heredó una situación económica al borde de una crisis, como las grandes que tuvo el país y que mencionamos". Además, estimó que un "escenario probable" es que Macri "ande un tiempo a los tumbos y nosotros a los golpes" hasta que encuentre el camino de la estabilización y después se vuelva a crecer. Mencionó como antecedentes"lo que vivió Carlos Menem de julio de 1989 hasta marzo de 1991, cuando la pega con Cavallo y tuvimos 8 años de crecimiento o como fue en 2001 y 2002 para salir de la convertibilidad y después en 2003 arrancó la economía". Sobre la inflación, explicó que "el promedio mensual de diciembre a marzo fue del 4 por ciento y en abril tuvimos casi el 7, estimándose que en mayo sea del 3 y en junio por ahí", con lo cual "en el mejor de los casos si sigue la proyección de los primeros meses tenemos una anual del 60 anual, no creo que se de proyecte lo de abril que excepcional, porque tendríamos el 100". Por esto, insistió en que no le "me parece que se vaya a lograr una baja drástica de la inflación como plantea el presidente", y agregó: "igual la economía no es sólo una variable y hay que preguntarse a qué costo se lograría una baja drástica pasando del 4 a 1 de inflación mensual, si se estanca más la actividad y llegamos a la paz de los cementerios". Por eso, remarcó que "fue un error político grosero de Macri decir esto, se metió en un brete", porque "está difícil bajar la inflación rápido". |