|
|||
"La mejor polÃtica salarial es la que no existe" | |||
|
|||
Hace unos dÃas se armó una escandalosa pero silenciosa discusión vÃa email con unos colegas comunicadores sociales. Un conocido envió una búsqueda laboral para un pasante de comunicación social (o de carreras afines) para una agencia de publicidad. Hasta allÃ, ningún problema (es común que intercambiemos búsquedas, consejos, contactos), pero todo comenzó cuando una colega se enojó porque la pasantÃa no era remunerada. ¿Está bien su enojo? Ella decÃa que nadie debe trabajar gratis. Yo me opuse. Esbocé una respuesta rápida, para salir del paso mientras me subÃa a la lÃnea 12 de colectivo. Por supuesto que lo ideal es que te paguen por trabajar, por trabajar de lo que nos gusta, apasiona y nos hace feliz. Todos deberÃamos enfocar nuestras energÃas en llegar a eso. Pero la realidad es que muchas veces tardamos en encontrar nuestra vocación, otras somos conscientes de que somos buenos en algo que nos da de comer (pero no nos vuelve locos de pasión) y otros sabemos que necesitamos capacitarnos, entrenarnos en la vida laboral antes de salir a buscar y ofrecer nuestras habilidades al mejor postor. El mejoramiento de las condiciones de vida de los asalariados lejos de ser responsabilidad y empuje de los sindicatos y gremios para que creen leyes protectoras es depende, como dice el economista Ludwig von Mises, en la productividad marginal del trabajo (lo que contribuye cada trabajador en la utilidad del producto o servicio). "La polÃtica de permitir que el mercado libre determine el nivel de los salarios es la única polÃtica razonable y exitosa de pleno empleo. Si las tasas de salarios sobrepasan dicho nivel, ya sea por medio de la presión y compulsión sindicales o por decretos gubernamentales, se desarrollará entonces el desempleo indefinido de una porción de la fuerza de trabajo potencial", explica el economista, uno de los fundadores de la corriente de economÃa austriaca. Por eso, creo en la libertad de cada empleado y empleador de negociar qué es lo que mejor les convenga para ambos. No está de más aclarar que el pasante (en este caso) puede negarse a querer trabajar sin ser remunerado. Pero si, por el contrario, este potencial estudiante de último año decida trabajar seguramente no será gratis para él, él sabrá si su tiempo dedicado en esa agencia de publicidad le rendirá frutos con la experiencia aprendida de sus superiores o compañeros. Seguramente considere que el dÃa de mañana puede conseguir un mejor puesto de trabajo gracias a lo aprehendido durante estos meses de pasante. De todas maneras, la agencia de publicidad que envió la búsqueda no estaba actuando legalmente. La legislación argentina establece que al pasante se le debe remunerar proporcionalmente el salario mÃnimo dispuesto según las horas que trabaje. ¿Quién fija los salarios? El tema con esto es que si bien lo polÃticos pueden fijar eso por ley (como fijan de hecho también el salario mÃnimo) no pueden garantizar, por el contrario, el empleo per ser. El salario mÃnimo y las leyes que exigen una pasantÃa remunerada terminan perjudicando a quienes suponen proteger (aquellos de escasos recursos y menor entrenamiento). No es capricho mÃo o simples habladurÃas. Es como funciona la economÃa. La legislación laboral vigente les cierra el camino al empleo formal a miles de argentinos todos los dÃas. En este sentido, el New York Times publicó una editorial en enero de 1987 con el titulo "El salario mÃnimo correcto: $ 0,00". Si se les exige a las empresas pagar mayores salarios a gente sin experiencia entonces estas empresas terminarán no contratando a nadie porque contratarlos legalmente les resultará demasiado costoso. Ya lo decÃa el premio Nobel de economÃa Gary Becker: "Hasta un mago tendrÃa dificultad en negar la ley económica que un mayor salario mÃnimo reduce el nivel de empleo. Como los polÃticos no son magos, no deben tratar". José Anchorena, subsecretario de PolÃticas, Estudios y EstadÃsticas Laborales, precisó en un artÃculo publicado en La Nación este domingo que "el proclamado objetivo oficial de la pobreza cero requiere de polÃticas que ayuden a generar más empleo y de estrategias tendientes a la inclusión y contención". El desempleo no se da por un solo factor. Sin embargo, estamos en condiciones de asumir que la única polÃtica de empleo que puede llegar a aumentar el empleo y la inclusión es la que no existe. Las polÃticas estatales que existen en relación al mercado laboral son detrimento del bienestar de aquellos a los que buscan beneficiar. Belen Marty. Exclusivo para Cadena BA. 20/03/2016
Periodista, Lic. en Comunicación Social (Univ. Austral), Maestrando en EconomÃa y Ciencias PolÃticas (Eseade). Ex corresponsal Cono Sur y Cuba de Pamam Post. |