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08-02-2016 | CRÍTICAS A Mara Pérez Reynoso | |||
"Deshistorizaci贸n de la lucha trans argentina" por Claudia V谩squez Haro (*) | |||
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La designaci贸n de Mara P茅rez Reynoso, mujer trans, militante del PRO, como coordinadora nacional de Diversidad del Ministerio de Seguridad de la Naci贸n por la ministra Patricia Bullrich genera preocupaci贸n en las integrantes del colectivo trans. Pensar esto como sin贸nimo de inclusi贸n est谩 lejos en t茅rminos reales y concretos. Detr谩s de estas decisiones, sabemos, se esconden cuestiones profundamente ideol贸gicas/pol铆ticas que dan paso a la dial茅ctica visibilizaci贸n/invisibilizaci贸n.
Mientras el Gobierno macrista muestra a una trans como "la primera funcionaria en ocupar un cargo en el Estado nacional", invisibiliza a m谩s de un 95% de nuestra comunidad que vive en condiciones de extrema vulnerabilidad. Si tenemos en cuenta el contexto pol铆tico actual, sumado a la criminalizaci贸n de la protesta social, dicho nombramiento no es azaroso, sino que le confiere inteligibilidad y es enga帽oso haciendo creer que por ser trans las decisiones que tome ser谩n en favor de nuestra comunidad.
Basta recordar la decisi贸n de la vicepresidenta de la naci贸n Gabriela Michetti, que, siendo una persona con discapacidad, no respet贸 la ley de cupo laboral y despidi贸 a m谩s de un centenar de trabajadores discapacitados del Senado de la Naci贸n; quien, enceguecida por su af谩n revanchista y bajo el discurso de "los 帽oquis", dej贸 sin fuentes laborales a alrededor de dos mil trabajadores.
La contradicci贸n de ser trans de derecha
El pensamiento de Mara P茅rez Reynoso representa el discurso conservador de la derecha m谩s recalcitrante de Argentina, basada en la doble moral, las buenas costumbres y la clase; donde su m谩ximo exponente es el actual presidente de la naci贸n, Mauricio Macri.
Es preocupante que una persona con estas ideas ocupe un cargo de diversidad. No s贸lo desconoce el lenguaje no discriminatorio (en una entrevista habla en masculino refiri茅ndose a nosotras, paradoja de haber estudiado comunicaci贸n social, donde nos ense帽an que las palabras producen sentido en la sociedad), sino que tambi茅n desconoce la realidad que vive el colectivo trans en Argentina.
Me pregunto: 驴va a ense帽ar a integrantes de las fuerzas de seguridad a no reprimir y dejar perseguir a las compa帽eras trans que se encuentran en estado de prostituci贸n por falta de pol铆ticas p煤blicas? 驴O c贸mo disciplinarnos cuando salgamos a protestar por los reclamos de nuestros derechos? En verdad, no queda claro cu谩les van a ser sus funciones.
En una entrevista radial que le hizo el periodista Nelson Castro en relaci贸n al proyecto de ley presentado por la legisladora porte帽a Mar铆a Rachid sobre la reparaci贸n para las personas trans mayores de cuarenta a帽os, dijo: "En calidad de vicepresidente de la Uni贸n PRO Diversidad, nos oponemos al subsidio. El kirchnerismo a trav茅s de estos planes termina con la cultura del trabajo". Tambi茅n lo denomino "planes descansar" (https://www.youtube.com/watch?v=eMTkQZpGFRM).
Al mejor estilo del manual de Duran Barba, utilizado en campa帽a por los candidatos de Cambiemos, empieza a dar nombres de personas que nadie conoce, y que a esta altura del partido no importa si existen. La intenci贸n es que surja efecto y que la audiencia crea que lo consult贸 con nosotras, quienes le dijimos que nos opon铆amos a la idea de la reparaci贸n. Habl贸 en nombre de todas, sin consultarnos, desconociendo nuestros modos de organizaci贸n social y acci贸n pol铆tica. Cabe recordar que en Argentina existen hace m谩s de veinticinco a帽os organizaciones de la sociedad civil de personas trans que luchamos por la inclusi贸n social y la no discriminaci贸n por cuestiones de orientaci贸n sexual, identidad y/o expresi贸n de g茅nero como ATTTA, ALITT, Futuro Trasgen茅rico, MAL, OTRANS, entre otras.
El proyecto mencionado buscaba reparar en t茅rminos pecuniarios a personas trans mayores de cuarenta a帽os, quienes han visto casi toda su vida al Estado violar sistem谩ticamente sus derechos. Seg煤n los estudios realizados entre 2005 y 2007 publicados en los libros La gesta del nombre propio y Cumbia, copeteo y l谩grimas (compilaci贸n de Lohana Berkins), la expectativa de vida de las integrantes de nuestro colectivo es de 35 a帽os por la falta de acceso a derechos b谩sicos como la educaci贸n, la salud, el trabajo, la vivienda, entre otros. Quienes pasamos esa barrera somos consideradas sobrevivientes de este sistema nefasto que nos excluye, discrimina, estigmatiza y termina con nuestras vidas. A ese sistema Mara P茅rez Reynoso le es funcional.
Su objetivo era claro: con tal de defenestrar al kirchnerismo, tir贸 por tierra el proyecto, no le import贸 el estado de extrema vulnerabilidad en el que viven la mayor铆a de las personas trans. Descontextualiz贸 la idea principal del proyecto e intento deshistorizar nuestra lucha y militancia. Se apropi贸 de nuestras banderas para erigirse como la representante de todas, cuando en plano concreto no nos representa. No s贸lo fue "usada" por el PRO para obstaculizar el proyecto, sino que reforz贸 en la opini贸n p煤blica el discurso de mantener "vagos" y "planeros". As铆, nos queda claro que ser trans no es garant铆a de nada, mucho menos de que vaya a defender nuestros derechos.
La hist贸rica militante Lohana Berkins, cuando escuchaba este tipo de declaraciones, dec铆a: "estas nenitas nacidas en democracia desconocen la historia de nuestro movimiento", el cual hoy es considerado por organizaciones de otros pa铆ses como uno de los m谩s combativos y organizados del mundo. Seg煤n Rodolfo Walsh, las clases dominantes han procurado siempre que los pueblos no tengan memoria, no tengan historia. As铆, cada lucha debe empezar de nuevo. Pero somos muchxs que de a poco seguimos militando por una patria libre, justa y soberana. La historia escrita por vencedores no pudo y no podr谩 hacer callar nuestras voces.
"La prostituci贸n es la salida laboral m谩s f谩cil"
P茅rez Reynoso plantea la prostituci贸n en t茅rminos simplistas. La denomina "la salida laboral f谩cil". Desconoce las m煤ltiples causales y factores que hacen que las compa帽eras se encuentren en estado de prostituci贸n. Habla con liviandad y sin ning煤n tipo de conocimiento de un tema sensible entre las compa帽eras.
Apela a dos casos que conoce, el de una peluquera y una modista, para explicar que se puede hacer otra cosa que no sea la prostituci贸n. Con esos ejemplos intenta dar respuesta al desempleo, para desentenderse de la problem谩tica en s铆. Argentina es abolicionista en relaci贸n a la prostituci贸n, no la proh铆be, ni la regula.
Generar distinci贸n entre las que se prostituyen y las que no es una divisi贸n tendenciosa y harto problem谩tica. Sabemos bien c贸mo opera el estigma y la doble moral, incluso dentro del mismo colectivo. Ac谩 desaparece autom谩ticamente la responsabilidad del Estado y como especie de transferencia se traslada la discusi贸n de uno grupo y otro. As铆, el poder muestra una de sus caras m谩s perversas, bajo el conocido dicho "divide y reinar谩s". Acu帽a la responsabilidad de nuestros destinos en t茅rminos individuales. Esta pr谩ctica se naturaliza, y no nos permite reflexionar cr铆ticamente sobre la prostituci贸n como una imposici贸n cultural avalado por los Estados y mercados, los cuales atraviesan nuestros cuerpos y lo convierten en mercanc铆a que puede salir a la venta en t茅rminos de oferta y demanda.
Este tipo de pensamiento refuerza el imaginario social que han instalado los medios de comunicaci贸n a trav茅s de sus representaciones sobre nosotras, asociando la identidad de g茅nero con la prostituci贸n. Deslindando la responsabilidad principal del Estado de generar pol铆ticas p煤blicas para nuestro colectivo, reforzando un discurso de orden.
Anteponer el esfuerzo personal al colectivo
Mara tiene una mirada neoliberal, individualista. Sostiene: "hay veces que es necesario poner un poco de empe帽o" para conseguir un trabajo que no sea la prostituci贸n. Como si s贸lo se tratara de esfuerzos individuales y no colectivos. Argumento que intenta simplificar, o hasta desconocer, la discriminaci贸n que viven todos los d铆as las compa帽eras a la hora de buscar un trabajo formal, quienes no son tomadas por prejuicio en relaci贸n a su identidad de g茅nero. La vida de las personas trans es compleja, est谩 llena de obst谩culos, a traviesan una concatenaci贸n de violencias: en la mayor铆a va desde la expulsi贸n familiar, la violencia institucional, hasta discriminaci贸n de parte de la sociedad civil.
Tenemos que aprender a mirar m谩s all谩 de lo que nos pasa a cada unx. Por ejemplo, en mi caso personal soy una mujer trans migrante. Vine hace diecis茅is a帽os de Per煤 a estudiar. Me recib铆 de licenciada en Comunicaci贸n Social en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), soy hija de la Universidad p煤blica argentina y por eso la defiendo. Hace diez a帽os soy docente e investigadora en la Facultad de Periodismo y Comunicaci贸n Social de la UNLP, en la que estoy por recibirme como doctora en Comunicaci贸n Social. Hace cuatro a帽os trabajo en el Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA) que depende de la Secretaria de Derechos Humanos de la Naci贸n. Detallo todo esto porque, si bien le puse las ganas a estudiar, no fue suficiente. Ac谩 hubo muchas otras cosas cuestiones que se pusieron en juego, y que muchas veces se intenta desconocer e invisibilizar, como la contenci贸n familiar, amigxs, compa帽erxs de militancia, pero, sobre todas las cosas, una decisi贸n profundamente pol铆tica.
Es decir, sin los derechos humanos como pol铆ticas de Estado desde 2003 hasta 2015, nada de esto hubiera sido posible. Hubo un Gobierno que nos escuch贸 y materializ贸 los reclamos de las organizaciones de la diversidad sexo/gen茅rica y lo plasm贸 en leyes. En mi caso personal, sumo la nueva ley migratoria, la de identidad de g茅nero y la de cupo laboral trans de la provincia de Buenos Aires, entre tantas otras conquistas que nos beneficiaron a millones de ciudadanxs. Eso quiere decir que todo lo que una logra es el resultado de esfuerzos colectivos.
Las trans del campo popular
En la militancia de la diversidad sexo/gen茅rica no se la conoce a Mara P茅rez Reynoso. Esto no es un dato menor. Todas las trans militantes reconocidas provienen del campo popular. Con recorridos de experiencias vitales de situaciones l铆mites. Sobrevivientes de los c贸digos de falta o edictos policiales que criminalizaban las identidades trans (travestis, transexuales y transgeneros). Esos saberes no los aprendimos en ninguna Universidad, sino en las calles, en el barro. All铆 hab铆a que pensar bien cu谩l era la t谩ctica y la estrategia para poder sobrevivir en el d铆a a d铆a. Muchas de nosotras hab铆amos sido expulsadas de todas las instituciones, incluidas nuestras propias familias a los trece a帽os de edad. De ah铆 el concepto de nacer en el territorio enemigo.
El activismo en Argentina surge ante la imposibilidad de transitar libremente por la v铆a p煤blica, detenciones arbitrarias y un latente estado de sitio. Las compa帽eras que se encontraban en estado de prostituci贸n pudieron visibilizar nuestra existencia y disputar la hegemon铆a del espacio p煤blico. Personas trans siempre hubo, pero en t茅rminos de organizaci贸n social y pol铆tica, en estos lares, datan desde fines de los ochenta y principios de los noventa. Se me vienen a la memoria nombres de hist贸ricas militantes que dieron la pelea desde y en las calles, quienes le pusieron el cuerpo y la vida a nuestra lucha para que hoy nosotras podamos vivir en un pa铆s mucho m谩s igualitario: Lohana Berkins, Nadia Echazu, Claudia P铆a Baudracco, Diana Amancay Sacay谩n, entre otras.
As铆, en tantos estatutos de valores discursivos, la experiencia nos demuestra que no s贸lo se trata de encubrir la cuesti贸n de clase, sino que, ante la opini贸n p煤blica, sus acciones cobran cierta inmunidad. No escuch茅 a nadie cuestionar el accionar de Michetti con las personas con discapacidad, porque queda como si se tratara de una cuesti贸n entre pares, desconociendo el costo pol铆tico de su accionar. Sabemos que lo que esconden estas decisiones es una aparente inclusi贸n, para justificar la represi贸n, el hostigamiento y la persecuci贸n pol铆tica.
Repudiamos este tipo de pensamiento conservador que termina segreg谩ndonos y potenciando la discriminaci贸n hacia las integrantes de nuestro colectivo. Exigimos a Mara P茅rez Reynoso que pida disculpas p煤blicas, porque consideramos una falta de respeto a nuestra militancia y a la memoria de nuestras compa帽eras que ya no est谩n entre nosotras y que le pusieron el cuerpo para conseguir que el Estado reconozca nuestra identidad autopercibida, de lo cual ella tambi茅n ha sido beneficiaria. Todo lo que conquistamos no son d谩divas ni concesiones del Estado, sino el resultado de las luchas sociales de los sectores m谩s desventajados de nuestra sociedad civil.
(*) Docente, investigadora de la Facultad de Periodismo y Comunicaci贸n Social de la Universidad Nacional de La Plata, directora del observatorio de Comunicaci贸n, G茅nero y Diversidad, con perspectiva en derechos humanos de FPyCS, UNLP. Titular de OTRANS La Plata.
Nota publicada en Diario Contexto
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