El director de cine y ex periodista y locutor de Radio Continental, Fabio Junco habló sobre la experiencia del Cine con Vecinos, una iniciativa que recorre todo el paÃs filmando cortos cinematográficos con las distintas realidades de los lugares.
Fabio Junco, director, guionista y productor cinematográfico, en diálogo con Cadena BA manifestó que "uno anda con la excusa del "Cine con Vecinos" y gracias a la fundación y a los convenios que hacemos con el INCA, podemos recorrer el paÃs todas las semanas cruzándote con gente que de ninguna manera podes hacerlo en la vida profesional".
Sobre el "Cine con Vecinos", el también docente sostuvo que "es jugar a hacer cine y después vemos qué resultado puede tener, si es entretenido o una excusa para contar algo que tienen atravesado y que no pueden contar".
También habló sobre los medios y la sociedad y señaló: "Para mÃ, si hay una grieta, alguien tiene que ceder en estar todo el tiempo irritando porque nadie va a cambiar su pensamiento por discutir por el otro y no tiene sentido agredirse" y agregó: "Me lastima mucho ver que colegas no se hablan porque en una elección hubo ganadores y perdedores, si es democracia, siempre va a ocurrir eso, pero nos cuesta ver eso".
Sobre la situación de VHM, Junco señaló: "Me duele mucho desde lo humano porque lo quiero mucho a VÃctor Hugo, no solo por esta decisión de la empresa que legalmente tiene las herramientas para hacerlo. Me duele porque lo conozco a VÃctor Hugo y eso no me deja ser racional" y enfatizó: "No puedo creer que este tipo no tenga donde hablar, pero sé todo el rechazo que ha generado VÃctor Hugo en un sector de la sociedad en los últimos años. En lo humano me duele mucho y me parece muy injusto, asà que espero que se acomoden los planetas y VÃctor Hugo pueda tener aire en algún lado".
-¿Cómo surgió Cine con Vecinos?
-Con mi socio Julio Midú somos de Saladillo y hace 20 años el comenzó a hacer telenovelas en el canal del pueblo en un momento que resultaba más que novedoso. Cuando nos conocimos surgió la posibilidad de que, con la cámara de video, hacer actuar a los vecinos, parientes y amigos con un formato más de largometraje y después estrenarlo en el cine del pueblo.
-¿Cómo es trabajar con gente común del barrio como actor?
-En nuestro caso, no hay un método determinado porque hay muchos realizadores que hacen cine con vecinos y si hablas con ellos cada cual tiene su método. Un actor profesional estarÃa en condiciones de repetir una misma escena tantas veces como quiera el director y en cada toma debiera dar lo mismo o mejorarla, en nuestro caso del cine con vecinos, nosotros nos encargamos de recibir lo primero que viene y tomar eso, serÃa como un registro documental, se larga una pauta de lo que queremos y directamente se registra lo que ocurra y hay mucho de espontaneidad en eso.
Muchas veces aparece algo que se está dando naturalmente y parece que no tiene posibilidades de caer en la maqueta o en los sobre actuado. A nosotros nos juega mucho a favor pedirle algo rápido al vecino, obtenerlo ahà y registrarlo para después no pedirle nada más, porque si vas por el método de repetición como con los actores te puede ir muy mal con los vecinos ya que se puede aburrir y se va.
-¿Cómo estás viendo el futuro desde el cine con el cambio de gobierno y pensás que seguirán teniendo el apoyo el INCA?
-En el INCA hemos visto muchos cambios como en distintas áreas de gobierno. En el caso del INCA en particular hay dos cosas a considerar y es que el Instituto Nacional del Cine es un ente autártico y de algún modo se basa desde hace algunos años en una Ley Nacional del Cine.
Cuando uno va a ver una pelÃcula por ejemplo, norteamericana, el 10% de la entrada de un cine va a parar directamente al INCA y con el dinero de esas pelÃculas se armó un fondo donde se fomenta el cine nacional.
Esto es asà durante varios gobiernos porque se ata a la Ley del Cine. Hay mucha expectativa en el ambiente por el nuevo presidente del INCA, Alejandro Cacetta, un hombre que viene de la industria del cine aunque por años trabajo en la productora Pol-ka.
Leo las noticias y entre lÃneas uno intenta desesperadamente saber qué es lo que va a pasar con el funcionario, si va a cambiar todo lo que hay, se va a corregir o se comenzará de cero. Uno puede entre leer en lo que dice Cacetta que la Ley de Cine no le da más margen de seguir haciendo lo que se hace. Puede hacer ajustes en el modo en que se hace el fomento, pero eso va a seguir existiendo.
En nuestro caso con el Cine con Vecinos, estimamos que vamos a continuar por las charlas que ha habido y porque es una pata Ãnfima de toda la tarea que se hace en el INCA desde acción federal, es decir, el vÃnculo del Instituto Nacional del Cine con las provincias.
Estuve reunido con gente de la DAC (Directores Argentinos Cinematográficos) que también se habÃan juntado con el vicepresidente del INCA y ellos también están con la misma expectativa de saber cómo se sigue, pero con buena predisposición. Estimo que hasta el momento están todos reacomodándose a la nueva administración pero con más expectativas favorables que negativas.
El cine convive con dos ambientes, el comercial o económico para generar dinero y el otro es el cultural, y en nuestro caso donde el cine depende del Estado como en Francia, que si no fuera por el fomento del Estado no se harÃan tantas pelÃculas por año, exigirle a esas pelÃculas que se producen con tanta diversidad que rindan dinero al final de cuentas es un poco absurdo, porque el fomento es para que se garantice la diversidad. De un documental sobre un tema aparentemente intrascendente para la mayorÃa a una mega producción cinematográfica de ficción que cuesta 20 millones de pesos y va a generar hasta 300 millones de pesos como Relatos Salvajes.
El Estado en este paÃs, por suerte para mi juicio, apoya fuertemente al cine, es importante que se garantice la posibilidad de que todos los estratos como ficción o documental, desde el más nobel hasta el más famoso taquillero, tengan posibilidad de desarrollar su obra audiovisual, y espero que eso se sostenga, porque de algún modo, ese es el espÃritu de fondo de la Ley de Cine, que entiendo que hace 40 o 30 años era más restrictivo y solo para una elite esa Ley.
En los últimos años se desarrolló una polÃtica de ampliar la llegada de ese fomento a todos, hasta en el sentido geográfico, para que el realizador de Purmamarca pueda emprender el desafÃo de realizar una pelÃcula de forma industrial, es decir, pagándoles a los actores a los técnicos y a todos, y estrenar en un cine comercial su producto con el dinero del Estado que viene de la misma gente que viene de pagar una entrada para ver una pelÃcula extranjera o nacional.
-¿Qué observas que pasa con le gente cuando van a hacer el Cine con Vecinos?
-Desde el que participa, es una felicidad porque es una opción que no estaba en sus planes probablemente, porque vamos a lugares done no está en los planes de la comunidad realizar una cortometraje en lo inmediato ni el futuro lejano y caer ahà con la oportunidad de en un solo dÃa realizar un cortometraje extremo, como por ejemplo en Misiones, un cuidad donde se trabaja de lunes a sábados y llegar el domingo para molestarlos en su dÃa de descaso y decirles `vamos a hacer un corto de ficción´ te miran con una cara pero después los ves enchufados, al medio ya están con el rodaje a pleno y a la noche cuando entrenamos la pelÃcula están todos emocionados, vemos que el proceso es súper útil para el que participa.
Después tenés la posibilidad arriesgarte de que cuando exhibas el resultado recibas adhesiones o rechazos, pero de algún modo nunca nos enteramos de los rechazos sino que sà de las adhesiones. De cualquier modo como cualquier producto terminado vas a tener la posibilidad de que a la mitad le guste y la otra no.
Nosotros somos docentes de la Escuela Nacional del Cine del INCA en Buenos Aires, más allá de que en el mundo académico cuando empezamos hace 20 años nos miraban con cara de pobrecitos estos chicos con una cámara quieren enfrentar el mundo, ahora es cambió bastante en la lógica del cineasta.
Cuando empezamos con esta idea en saladillo y veÃamos los que significaba para la gente hacer cine por lo menos por un dÃa y deja un producto eternamente con las emociones que eso implicaba y luego trasladarlo al paÃs, fue un plus que no esperábamos y que nos hizo muy bien a nosotros y le hizo muy bien a los vecinos que no esperaban que cayéramos porque en sà no decidÃamos nosotros donde ir, sino que el Instituto de Cine nos decÃa a qué lugar vamos.
Estoy muy feliz con esto, porque además, en nuestro caso, lo interesante de hacer cine comunitario es el momento o el proceso más valiosos que puede tener, defender, pelear, insistir o imponer, porque de algún modo es un estÃmulo para el semillero, porque de cada lugar que vas, probablemente 1 de los 100 se le ocurre ser guionista, actor o director.Michele Gondry decÃa que no interesaban tanto los resultados en estos productos comunitarios, es decir, no habÃa que poner el énfasis en eso, y si medir, calcular y multiplicar los beneficios que trae el hacer el cine con vecinos.
-¿Cómo es hacer una pelÃcula como director como Flores en Ruinas?
-Es una pesadilla el cine industrial. Nosotros estamos con tres pelÃculas industriales, un que va a estrenarse a mitad de año que se llama `Soldado Argentino, solo conocido por Dios´ y en este caso la producimos con Julio y esta pelÃcula es una pesadilla en términos positivos. Está filmada en Comodoro Rivadavia y en BahÃa Blanca, con el Ejército que nos tuvo que prestar los barcos y los aviones, es montos de responsabilidad de que cada 10 cosas, 8 salen mal y además hay dinero de por medio.
Son dos mundos distintos. En el cine con vecinos es todo placer, diversión y casi una cosa de ingenuidad y después en el cine industrial es una máquina picadora de carne, una cosa tan intensa que hacer una pelÃcula estándar dura entre 7 u 8 semanas, que durante esos dÃas no hablas ni con tu mujer y te peleas con mucha gente, pero que también te gusta y además de eso vivÃs. Eso lo compensas porque con lo que puedas ganar, con eso vivÃs.
Son dos cosas distintas, ahora que ya pasaron 5 años de la primera pelÃcula que hicimos con Hermanitos del Fin del Mundo con Topa y Muni con producción de Disney, que para nosotros fue entrar en el mega mundo del cine, aprendimos muchÃsimo.
Dentro de un mes vamos a ir junto a unas vecinas de Saladillo hacia Maipú donde se realiza un festival de cine que somos los padrinos, y durante el viernes, sábado y domingo realizaremos un corto de humor para hacer una especie de fraternidad.
-¿De qué se trata "Soldado Argentino, solo conocido por Dios", justo es una fecha donde Macri se reunió con Cameron y la Canciller Malcorra reafirma que las Malvinas son un interés para este gobierno?
-Para mà es un aprendizaje, porque tengo 46 años y Malvinas me toco en Saladillo, desde un pueblo, pero nunca vivà un vÃnculo muy fuerte con este tema. Yo llego a Malvinas gracias a Rodrigo Fernández Engler, que es el director. El en 2007 presentó una pelÃcula independiente que se llamaba ´Cartas a Malvinas´ que la habÃa hecho con VÃctor Laplace y con muchos actores cordobeses que habÃan hecho una pelÃcula bélica con dos pesos.
Gracias a Rodrigo me enteré muchas cosas sobre Malvinas, después ya comencé a comprar libros y surgió la posibilidad hace 2 años de emprender este guion y juntos empezamos esta aventura que felizmente está a punto de ser expuesta en más de 100 salas a mitad de año.
Hay mucho sentimiento en lo puesto en esa historia de amor en medio de la guerra, pero después hay un producto más comercial que tiene actores conocidos como Surraco, Bertolini, Hugo Arana y Flor Torrente. Ese es el deseo que siempre tenÃamos con Julio en Saladillo, contar historia y llegar a todo el mundo y no dejar de pertenecer en lo que es la industria en la Argentina.
No abundan pelÃculas de Malvinas, todos recordarán la de Tristán Bauer, Iluminados por el Fuego, pero no todos los años se hace una pelÃcula de este tema, y no solo creo que sea por los costos que requiere hacer una pelÃcula bélica, pero en nuestro caso se juntaron un montón de beneficios: un director apasionado con lo que querÃa contar; el Ejército y la Armada que prestaron todo los escenarios, la logÃstica, los móviles que se utilizaban en esa época y parte del vestuario. Eso si no tenés la ayuda del Estado, en cualquiera de sus ramas, no solo del INCA, es imposible hacer una pelÃcula bélica, porque no te alcanzarÃa el dinero.
Con esta pelÃcula es cerrar un crecimiento sobre Malvinas, porque desde mi labor como periodista, este tema no es constante más allá de que haya un grupo de veterano peleando por sus derechos en Plaza de Mayo.
-¿Cómo estás viendo el Cine Argentino?
Lo veo muy bien desde hace por lo menos 12 años, ha crecido mucho su presencia en todos los festivales y a la vez ha recuperado el vÃnculo con la gente en las salas de Argentina. Son cosas interesantes las que pasan, una época tenÃamos muchas pelÃculas argentinas en los festivales del mundo, y en las salas comerciales nadie querÃa ir a ver cine nacional. Ahora estamos en un interesante equilibrio con pelÃculas que van a festivales y pelÃculas que consolidan una interesante atracción en el público no solo por lo comercial y vender ticket sino que las pelÃculas que se hacen sean vistas.
El cine argentino en su diversidad ha sabido completar todas las casillas, porque es muy difÃcil que una pelÃcula llene las salas y vayan a los festivales y ganen premios. O ganas en festivales exquisitos pero la gente no las ve o hacer pelÃculas muy populares pero después no pasan en ningún solo festival. En este caso, en la diversidad que tenemos con más de 100 pelÃculas por año, nos garantiza una buena cantidad de presencia Argentina en los festivales extranjeros y también nos garantiza tener taquilla para tener algún aporte a las producciones.
No tengo temores para los próximos años, pienso que va a seguir igual o debiera mejorar la llegada del cine argentino al público. Estamos más abiertos a contar historias propias con enganche en el espectador, porque a veces discutÃamos hacer una obra de arte y que no tuviera nada de popular, que no se pareciera a la televisión, que no tuviera un culebrón, es decir, habÃa terror de contar historias emotivas en el cine argentino, ahora eso cambió y es lo que nos acerca al público.
Además podemos entretener, que es otra de las enfermedades epidémicas que habÃa en el cine argentino, donde habÃa que hacer cine elevado, intelectual para contar la filosofÃa de vida. Los yanquis te meten cualquier tema intrascendente para tu dÃa a dÃa, sin embargo vos las ves porque es entretenida.
-¿Está haciendo radio?
-No, creo que en unos años me vaya a desesperar la idea de volver a hacer radio a despuntar el vicio porque me gusta mucho. Hace 5 años que dejé la radio para dedicarme a esto, cuando estrené la pelÃcula con Disney, y dije que era un tren que me querÃa subir y más adelante no lo iba a poder hacer, pero significó un cambio de vida, como dejar la radio y un ambiente con los amigos.
Sostengo que las dos cosas juntas no quiero, pero probablemente cuando esté un poco más grande creo que voy terminar en la radio dejando mi experiencia de Radio Continental. Por ahora el cine me tiene desbordado, por un lado con la industria y por el otro con lo que estamos haciendo con la fundación y que tiene un compromiso con la gente.
En febrero estoy viajando a Saladillo para diagramar lo que será el año con el festival en noviembre y para ver si podemos empezar a construir el Museo del Cine con Vecinos y el Set Comunitario que nos donó el municipio de Saladillo.
-¿Cómo estás viendo los medios en la Argentina?
-En el mudo de lo virtual es increÃble la violencia literaria que se manifiesta por lo cual uno tiene que tomar distancia. Veo un deterioro terrible de lo que es la opinión polÃtica o partidaria. LeÃa al director del Instituto Cervantes diciendo que "somos más pero hablamos peor", es decir, somos más en el mundo que hablamos español, pero hablamos cada vez peor.
Usamos cada vez menos vocabulario, pero tenemos una inmensidad de vocabulario para agredir y me doy cuenta leyendo los comentarios del diario La Nación, ClarÃn o Pagina12 con un océano de agresiones.
Se ha deteriorado mucho, lo he notado con mis ex compañeros de laburo de la época de Radio Continental, y ahora que estoy afuera, me entristece mucho el deterioro en el trato por una cuestión partidaria o ideológica.
En mi vida tuve a una mamá ultra radical y a un papa ultra elitista más que peronista. De chico veÃa las discusiones en Año Nuevo o en Navidad cuando la abuela nos juntaba a todos y ahà comenzaban los radicales con los peronistas a discutir, pero era un folclore que estaba contenido porque era una cosa familiar. Eso siempre fue asÃ, siempre se discutÃa polÃtica en los eventos o en reuniones, pero ahora es todo el tiempo, desde temprano hasta la noche la gente tiene la necesidad de manifestar algo a cada rato partidariamente. Eso nos hace difÃcil la convivencia.
En mi caso inventé un personaje de transiciones, es decir, sabe lo que pienso, pero no estoy todo el tiempo diciéndolo porque mis amigos incluyen a gente que piensan distinto a mÃ. Para mÃ, si hay una grieta, alguien tiene que ceder en estar todo el tiempo irritando porque nadie va a cambiar su pensamiento por discutir por el otro y no tiene sentido agredirse.
Me lastima mucho ver que colegas no se hablan porque en una elección hubo ganadores y perdedores, si es democracia, siempre va a ocurrir eso, pero nos cuesta ver eso. Hoy hago una cena y no puedo invitar a un amigo que trabaja en TN y el otro que lo hace en CN23 porque se arruina todo. Entonces, nos autocensuramos en algunas cosas en pos de hacer lo más armonioso posible.
- ¿Qué opinión tenés sobre el caso de VÃctor Hugo Morales en Continental?
- Me duele mucho desde lo humano porque lo quiero mucho a VÃctor Hugo, no solo por esta decisión de la empresa que legalmente tiene las herramientas para hacerlo. Me duele porque lo conozco a VÃctor Hugo y eso no me deja ser racional.
No puedo creer que este tipo no tenga donde hablar, pero sé todo el rechazo que ha generado VÃctor Hugo en un sector de la sociedad en los últimos años. En lo humano me duele mucho y me parece muy injusto, asà que espero que se acomoden los planetas y VÃctor Hugo pueda tener aire en algún lado.
No me sorprende lo de la empresa, porque cuando yo trabajaba ahà pasamos por temas parecidos, por ejemplo con el tema de Telefónica en los '90, y donde cada 3 años echaban gente por ideologÃas. La empresa le tendrá que pagar a VÃctor Hugo los millones que correspondan porque lo han echado antes de que finalice su contrato.
Espero que sigamos teniendo la diversidad que tenÃamos hasta el año pasado, donde habÃa gente que detestaba a Cristina y gente que la amaba. Me perece que debe seguir asÃ, con gente que ame a Macri y gente que lo deteste. Por eso pienso que VÃctor Hugo debe seguir estando en el aire, porque a la gente que lo quiere como yo, no nos puede cercenar la posibilidad de escucharlo.
CAGL - JF
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