El billete de mayor denominación de Argentina tiene más de un cuarto de siglo de antigüedad y acumula un deterioro producto del proceso inflacionario, que los gobiernos han atenuado con más emisión que genera bienestar pero no el poder adquisitivo (además de deteriorar los cajeros automáticos más rápido y crear cuellos de botella por el aumento del flujo de dinero en compras a gran escala y depósitos). Dispuesto a intervenir sobre este círculo vicioso, el próximo gobierno nacional de Mauricio Macri tiene pensado ordenar emitir un billete de 500 pesos.

Así lo anuncio el economista elegido por el futuro presidente para ser ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien no obstante aclaró que el proceso demorará unos meses para instrumentarse hasta "conseguir papel".

"Yo soy partidario de un billete de 500 pesos. El tiempo de implementación del nuevo billete demoraría según lo que se tarde en conseguir el papel", reveló Frigerio.

De todos modos, el próximo ministro del Interior dijo que "todo hace a la lógica de tenerlo" cuanto antes en circulación al billete, porque "es insostenible" el nivel de emisión de billetes de 100 pesos para paliar el consumo.

Vale señalar que el incremento de emisión de billetes de 100 pesos para cubrir los aumentos salariales, el consumo y la inflación en los últimos 25 años, generó distintos problemas, como impedimentos para sostener las colocaciones financieras y hacer transacciones en efectivo en bancos; deterioro más acelerado de los cajeros automáticos, porque se hacen más extracciones diarias; y también mayores gastos del Estado emitiendo billetes que no permiten el ahorro.

Hace un mes, el gobierno nacional lanzó un nuevo billete, pero fue conmemorativo de 5 pesos, con una remozada imagen del General Don José de San Martín.