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"Bergoglio quiere un paÃs que incluya" por Alicia Barrios (*) | |||
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Bergoglio es un hombre coherente. Hace lo mismo que dice y dice lo mismo que hace. Enseña. Cuando desde Roma declaró ayer, ante la pregunta de una colega sobre las elecciones en la Argentina, "la gente sabe cómo pienso". Si no se acuerdan, apelemos a la memoria. ¿Cómo piensa el Papa de nuestro paÃs y de nuestra ciudad de Buenos Aires? Él quiere un gobierno que mire a los ojos a los pobres, con alta sensibilidad social en sus planes, con una economÃa que esté liderada por hombres buenos y no por las fuerzas salvajes del mercado. Quiere un paÃs que incluya, que no descarte a los viejos, los jóvenes, ni a los chicos. No quiere un gobierno que favorezca sólo a los ricos, quiere un gobierno para todos y que especialmente atienda las necesidades de los pobres. En sus homilÃas, en las misas con las vÃctimas de la trata y el trabajo esclavo en Constitución decÃa: "En esta ciudad de Buenos Aires la esclavitud está a la orden del dÃa, explotan trabajadores, y si son migrantes se les priva de la posibilidad de salir de ahÃ. Esta ciudad fracasó. Acá está prohibida la tracción a sangre pero todas las noches veo en Plaza de Mayo carritos con cartones y tirados por chicos. ¿Esto no es tracción a sangre? Ciudad pecadora, ciudad sufriente, ciudad que no sabe llorar por tantos hijos e hijas que pasaron por el volquete y quedaron en el volquete. En Buenos Aires se ha instalado la cultura del volquete porque se dan por desperdicio a hombres y mujeres que cayeron en la trata de personas. Hay una anestesia cotidiana que esta ciudad sabe usar muy bien y se llama coima, con esta anestesia se adormecen las conciencias. ¡Buenos Aires es una ciudad coimera!" Estos conceptos expresaba el cardenal Bergoglio, durante cinco años consecutivos, hasta que los pronunció por última vez el 25 de septiembre de 2012, apenas seis meses antes de ser elegido Papa.
El Papa quiere la paz y no el enfrentamiento. En otra de sus tantas homilÃas de cardenal primado, decÃa: "Si apostamos a una Argentina donde no estén todos sentados en la mesa, donde solamente unos pocos se benefician y el tejido social se destruye, donde las brechas se agrandan siendo que el sacrificio es de todos, entonces, terminaremos siendo una sociedad camino al enfrentamiento".
(*) Periodista. Amiga de Jorge bergoglio, autora del libro "Mi amigo el Padre Jorge"
Nota de opinión publicada el Diario "Crónica" el 19 de noviembre de 2015
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