09-05-2024
16-08-2015 | ante denuncia
Desde la Facultad de Agronom铆a de la UBA aclararon que la "siembra directa no tiene relaci贸n alguna con las inundaciones"
Investigadores de la Facultad de Agronom铆a de la UBA remarcaron las ventajas de la tecnolog铆a de la "siembre directa" ante las denuncias de funcionarios que esa tecnolog铆a era responsable de las inundaciones.
Ante las apreciaciones que se realizaron en los 煤ltimos d铆as sobre la responsabilidad de algunas tecnolog铆as utilizadas en la agricultura sobre las inundaciones que est谩n afectando a diferentes regiones del pa铆s, investigadores de la Facultad de Agronom铆a de la UBA (Fauba) salieron a explicar en qu茅 consiste la siembra directa y los beneficios que representa para la producci贸n y el ambiente esta tecnolog铆a denominada "conservacionista" porque permite sembrar los cultivos sin arar el suelo y, de ese modo, disminuye los problemas de erosi贸n.

Esta tecnolog铆a, tambi茅n denominada labranza cero, fue desarrollada en la d茅cada del 1930 por cient铆ficos de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, para resolver los fuertes problemas de erosi贸n que exist铆an en ese pa铆s. Sucede que despu茅s de muchos a帽os de agricultura manejada bajo labranzas con arados de reja, los suelos hab铆an quedado expuestos a la acci贸n del viento y se volaban ante la aparici贸n de la primera sequ铆a. El fen贸meno m谩s famoso que sucedi贸 en aquella 茅poca se denomin贸 Dust Bowl. Fue una tormenta enorme pero que en vez de agua, conten铆a polvo.

La erosi贸n de los suelos tambi茅n fue motivo de preocupaci贸n en la Argentina. Haydee Steinbach, directora de la Especializaci贸n en Manejo de Suelos y Cultivos en Siembra Directa de la Facultad de Agronom铆a de la UBA, explic贸: "Antes de la d茅cada de 1970, la preparaci贸n de la cama de siembra se realizaba laboreando el suelo (con arado de reja y vertedera o disco, por ejemplo). En la Regi贸n H煤meda esto provocaba que ante fuertes lluvias se sellara el suelo y se desatara la erosi贸n h铆drica, siendo arrastrado a los cursos de agua. En zonas m谩s 谩ridas quedaba expuesto a la acci贸n del viento, provocando la erosi贸n e贸lica. La erosi贸n produce p茅rdidas de materia org谩nica y nutrientes".

De este modo, la t茅cnica desarrollada en el pa铆s del norte se expandi贸 r谩pidamente entre los agricultores argentinos. "Si bien lo primeros trabajos de investigaci贸n realizados por INTA datan de la d茅cada de 1960, aqu铆 comenz贸 a difundirse masivamente a partir de 1996″, record贸 Steinbach.

Hoy entre el 80 y el 90% de la superficie sembrada con cultivos de grano en la Argentina se realiza con este sistema. "Somos uno de los pa铆ses que m谩s hect谩reas maneja con esta t茅cnica conservacionista, detr谩s de Estados Unidos y Brasil", apunt贸 Carina 脕lvarez, docente e investigadora de la c谩tedra de Fertilidad y Fertilizantes de la Fauba.

脕lvarez destac贸 que con la implementaci贸n la labranza cero mejor贸 la situaci贸n. "Trabajos cient铆ficos demuestran que la siembra directa ayud贸 a controlar la erosi贸n h铆drica y e贸lica del suelo, a conservar el agua (fundamental para el crecimiento de los cultivos), a disminuir el consumo de combustible y los tiempos operativos, y a aumentar los niveles de materia org谩nica", dijo.

Sin embargo, advirti贸 que a煤n quedan tareas pendientes, porque hay pr谩cticas agron贸micas que no se realizan de manera correcta y que siguen afectando al ambiente. "Deber铆amos hacer cultivos que dejen m谩s residuos (como el ma铆z) y doble cultivos (trigo/soja), porque el monocultivo de soja deja muy poco residuos en el suelo que lo protejan de la erosi贸n", explic贸.

Seg煤n las investigadoras de la Fauba, la siembra directa no tiene relaci贸n con las inundaciones actuales. "Lo que estamos viviendo es causa de las altas precipitaciones, muy superiores a las normales (inclusive son picos hist贸ricos) concentradas en per铆odo corto de tiempo. La capacidad de almacenaje de los suelos, que es un real amortiguador del escurrimiento del agua, esta colmatada", asegur贸.

Como contrapartida, afirm贸 que la siembra directa, incluso, estar铆a evitando que se genere un problema mayor porque permite bajar la velocidad de escurrimiento del agua, cuando se combina con los residuos que deja sobre el suelo el cultivo anterior. "Si tuvi茅ramos labranza convencional, sumar铆amos a las inundaciones actuales un problema de erosi贸n h铆drica", consider贸.

Adem谩s, Steinbach sostuvo que, "desde lo agron贸mico, lo que puede disminuir el exceso h铆drico es la intensidad de cultivo. Una forma de sacar agua del suelo es por la evapotranspiraci贸n de las plantas. Cuanto m谩s superficie bajo barbecho (per铆odo sin cultivo) haya, menor va a ser la extracci贸n de agua del suelo. El monocultivo de soja, como de cualquier otro cultivo, determina que el suelo est茅 descubierto (sin evapotranspirar) durante gran parte del a帽o y esto desencadena una incapacidad del suelo de recibir m谩s agua".

En los 煤ltimos a帽os algunos estudios llamaron la atenci贸n sobre problemas de compactaci贸n que surgieron en algunos suelos mal manejados. "Una forma de contrarrestar la compactaci贸n es aumentando la intensidad del cultivo. Es decir, disminuyendo al m谩ximo las superficie en barbecho", dijo Steinbach. Y agreg贸: "Las ra铆ces de los cultivos (especialmente de gram铆neas) mejoran la estructura del suelo y disminuyen la susceptibilidad a la compactaci贸n. En este sentido, el doble cultivo (como trigo/soja) y la inclusi贸n de cultivos de cobertura en la rotaci贸n pueden ayudar a prevenir la compactaci贸n de los suelos. Sin embargo, estas medidas no son capaces, ni por cerca, de contrarrestar semejante lluvia en esta 茅poca del a帽o de bajas temperaturas".

脕lvarez consider贸 que gran parte de la informaci贸n que se est谩 difundiendo sobre la siembra directa, en el marco de las inundaciones, es err贸nea, y destac贸 que "si nos equivocamos en el diagn贸stico, con seguridad tambi茅n nos vamos a equivocar en la soluci贸n al problema", seg煤n consign贸 valorsoja.com.