Ante la nueva y sufrida inundación que sufren los bonaerenses, el docente, investigador, director del Laboratorio de Hidrología de la Facultad de Ingeniería de la Facultad de Ingeniería de la UNLP, Pablo Romanazzi, comenzó diciendo que "es una inundación clásica y típica del territorio bonaerense" y agregó que es un fenómeno "que se ha repetido muchas veces".

Asimismo, dijo que información, diagnóstico, conocimiento hay "suficiente" y Romanazzi aseveró que lo que "falta gestión y que se acompañe con los presupuestos acordes al problema que estamos teniendo".

Además, en diálogo con Cadena BA, señaló: "Lamentablemente las inundaciones son esta semana, pero la semana que viene cuando el agua baje vamos a estar hablando de otro tema, y los funcionarios del gobierno este tema lo cajonean y hasta la próxima inundación no se ocupan".

Más adelante, Romanazzi les pidió a los funcionarios que "hagan una gestión continua, pensando que es un problema permanente y si no tienen los recursos económicos que les corresponden, que lo denuncien públicamente y que den la cara" y a los ciudadanos bonaerense les envió un mensaje de  "solidaridad"  y también les dijo que "esto se resuelve entre todos y la participación me parece importantísima".

Por último, el titular del Laboratorio de Hidrología de la Facultad de Ingeniería de la Facultad de Ingeniería de la UNLP, advirtió que "hay problemas, no se está avanzando como se debería hacer según lo pronosticado y prometido. Hay muchas dificultades y obras que están paradas y otras que ni siquiera se licitaron".

- ¿Qué observaciones está haciendo de esta tremenda inundación que está sufriendo parte de la provincia de Buenos Aires?

- Es una inundación clásica y típica del territorio bonaerense. Es un efecto de haber recibido las cuencas enormes como la de Luján, precipitaciones continuadas desde hace varios días incluso en las últimas semanas, con grandes masas de agua que vemos pasar en todos los centros urbanos y por encima de las rutas.  En las historia del territorio bonaerense se ha repetido muchas veces este fenómeno.

- ¿Desde la época de Cafiero hasta la actualidad, que fue lo que se hizo y lo que falta?

- En la época de Cafiero el lema era "domar las aguas". Hubo una gran contribución y después de eso hubo grandes estudios para complementar las obras de la cuenca del salado, participamos del faldeo norte de la sierra de Tandil, hay muchos estudios y mucho trabajo que hemos hecho y no se trata de que nos falte conocimiento o diagnóstico acerca de  lo que hay que hacer, la cuenta va a hacer porque falta gestión y que se acompañe con los presupuestos acordes al problema que estamos teniendo. 

- ¿Qué pasa entre las universidades y los gobiernos que terminan contratando consultoras privadas?

- Es una práctica habitual que cuando se llega un proyecto del Ejecutivo, al desarrollo lo terminan haciendo consultoras por el tema de los montos, las licitaciones, aunque la universidad siempre a respondido a la demanda del Estado provincial.

Tanto la Universidad de La Plata, como la de Luján, la del Centro y otras han participado en el diagnóstico, en el inventario, en la simulación matemática y hemos hecho aportes muy buenos acompañados por instituciones nacionales.

Creo que se derivan a consultoras por la práctica habitual de la ingeniería cuando llega un nivel de proyecto ejecutivo de definir obras, y normalmente ese tipo de tareas están colegiadas y requieren de la firma de un profesional matriculado.

- ¿Puede ser que falten estudios en prospectivas, que tengan en cuenta el "cambio climático" y las nuevas formas de cultivo como la siembra directa?

- Es muy buena pregunta y observación. Con todo lo que ha pasado con la lluvia se han caído todos los paradigmas de diseño. Todas las formas que nosotros tenemos de proyectar y pensar las obras que teníamos hace 20 o 30 años atrás quedaron totalmente superadas.

Por ahora podemos decir que hay tecnología que nos permite tener un insumo muy importante para los modelos matemáticos que se encargaría de la topografía del terreno, en eso se ha avanzado muchísimo porque antes hacer una relevamiento topográfico llevaba meses o años, y ahora con muy poco costo y rápidamente se puede tener.

No hay que ponerse de antemano cual es la tormenta que tenemos que tratar de dominar, sino que debemos decir que este en nuestro terreno, esta es nuestra situación, tenemos todo el inventario de obras hidráulicas actualizadas, y empecemos a simular cual es escenario que podemos llegar en función de una etapa progresiva de obras, y esa es la mejor manera de solucionar y de interactuar sabiendo que estamos en una planicie y en una llanura.

Como esto lleva mucho tiempo y dinero, no hay que plantarse de entrada hacer una gran súper obra que tampoco nos garantiza que no nos vamos a inundar, pero si ir creciendo por etapas, pero tiene que ser un trabajo permanente aun cuando no llueve.

- ¿Hay medidas simples de obras hidráulicas que puedan evitar que las ciudades se inunden?

- Existen soluciones técnicas para todo, por supuesto que toda vez que se haga una obra hidráulica se está asumiendo un riesgo de falla de le estructura, porque ninguna estructura nos puede brindar un riesgo de falla nula, esto significa que si hago un terraplén de defensa para evitar que el agua ingrese a una ciudad, se tiene que definir cuál es la altura de esa obra, pero esto tiene una incertidumbre muy grande porque nunca se está seguro que ese terraplén pueda sostenerse por una lluvia y que termine siendo una trampa para los ciudadanos.

Cada obra tiene sus beneficios y sus desventajas, por lo tanto hay que ir progresando por etapas, viendo qué es lo que puede ser más conveniente en cada momento pero tiene que ser un trabajo permanente y que no se interrumpa esa tarea cuando nos inundamos.

Lamentablemente las inundaciones son esta semana, pero la semana que viene cuando el agua baje vamos a estar hablando de otro tema, y los funcionarios del gobierno este tema lo cajonean y hasta la próxima inundación no se ocupan.

- ¿Existe falta de gestión y desidia por parte de algún nivel del Estado?

- Si, y también malas decisiones, porque decidir acercar poblaciones en planicies de inundación es algo que es conocido y es una bomba de tiempo porque en algún momento  va a traer sus consecuencias.

Se insiste en llegar hasta el mismo cauce del arroyo y nos preguntamos quién habilita eso. Tenemos una presión inmobiliaria feroz, que insiste con urbanizar hasta los arroyos, pero hay alguien que lo aprueba o que consigue que se tenga la autorización.

Hay que revisar todas esas cuestiones y ser mucho más enérgicos en el cumplimiento de las normativas y también revisar esas normativas, porque por ejemplo, no está definido cómo se deben terminar las líneas de las riveras que separan el bien público del bien privado.

- ¿Qué les diría desde su lugar a los funcionarios y qué recomendaciones les daría a los ciudadanos bonaerenses que están afectados por las reiteradas inundaciones?

- A los funcionarios les diría que por favor hagan buen uso del conocimiento que existe en las universidades, que confíen en los materiales y los trabajos que pueden dar muchas soluciones a todos los problemas. Además que hagan una gestión continua, pensando que es un problema permanente y si no tienen los recursos económicos que les corresponden, que lo denuncien públicamente y que den la cara.

Con respecto a los vecinos, ellos tienen un reclamo genuino y nos solidarizamos con todos ellos, pero también decirles que esto se resuelve entre todos y la participación me parece importantísima. Los modelos de gestión que han ido bastante lejos  en la investigación de estos problemas, son aquellos en los cuales los beneficiados son los que están en las mesas de decisión.

La Plata y la Región Capital

- ¿Cómo se encuentran las obras hidráulicas de la Región Capital, luego de la inundación del 2 de abril del 2013?

- Las obras siempre tienen un nivel de diseño que nos brinda cierta protección pero no quiere decir que sea infinita, solo pueden atender a un conjunto muy pequeños de tormentas.

Pero con respecto a las obras que se están haciendo, que son motivos de la tragedia de abril de 2013, rompió con la herencia de que hace muchos años no se hacían obras de envergadura como las que estamos viendo ahora.

Sin embargo debemos advertir que hay problemas, no se está avanzando como se debería hacer según lo pronosticado y prometido. Hay muchas dificultades y obras que están paradas y otras que ni siquiera se licitaron.

Hay que hacer estas obras, pero hay que terminarlas, y debemos pensar en la segunda etapa de obras, dotar a todas las cuencas de un sistema de data temprana, organizarnos ante la emergencia, hay mucho por hacer.

CAGL