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| 05-06-2015 | Mundial Sub-20 | |||
| Argentina empat贸 con Austria y qued贸 eliminada del Mundial Sub 20 | |||
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Se termin贸 la ilusi贸n y se intuye el final de un ciclo. El Mundial de Nueva Zelanda despidi贸 a la Argentina, que lleg贸 a la cita con argumentos para ser protagonista. Un adi贸s que prematuro para un equipo que se acostumbr贸 a llegar a las instancias decisivas, a jugar por los premios importantes de cada certamen. Quedar谩n en el recuerdo los t铆tulos Sudamericanos Sub 17 y Sub 20, en San Luis y en Montevideo, y el cuarto puesto en el Mundial de Emiratos 脕rabes Unidos, de hace dos a帽os.
No se guard贸 nada el equipo, pero no siempre encontr贸 la llave para abrir la puerta. Tuvo entrega y b煤squeda, con el coraz贸n en la mano, sin un patr贸n de juego definido, apostando al talento de las individualidades y al desequilibrio colectivo en alguna combinaci贸n entre las soluciones ofensivas que lanz贸 a la cancha el director t茅cnico. No le alcanz贸. Tuvo sus oportunidades, pero por impericia en la definici贸n o porque el destino no le gui帽贸 el ojo, como ocurri贸 en otros tiempos.
Encontr贸 su mejor versi贸n, despu茅s de un arranque dubitativo. Ense帽贸 temple para jugar un partido definitorio, de esos que marcan el cuerpo y tambi茅n el esp铆ritu. La Argentina entendi贸 que se trataba de un mata-mata el encuentro con los austr铆acos, un conjunto ordenado, que se cierra y bloquea los laterales para no ser desbordado. Las dudas se agigantaron en el comienzo, cuando un remate de Gruber, y un cabezazo y un disparo de Grubeck pusieron en aprietos a Batalla. Fue todo lo que ense帽贸 Austria en ataque: tres situaciones en siete minutos.
Desde entonces, la Argentina empez贸 a conectarse. Cubas se posicion贸 para ser el primer pase; Espinoza se convirti贸 en una carta de peso para romper la banda derecha. Una genialidad de Correa, que no estuvo en su rendimiento m谩s alto, cansado, sin resto f铆sico para conducir, habilit贸 a Tripichio, que defini贸: era gol, pero la pelota estall贸 en Simeone y la Argentina empez贸 a padecer las complicaciones para romper el cerco de Tino Casali, figura y 煤nico sost茅n de los europeos.
El guardavalla austr铆aco le ahog贸 el grito a Correa, a Tripichio y a Simeone, despu茅s de una jugada en velocidad entre Mammana y Tom谩s Mart铆nez.
Con los cambios, Austria se resign贸 a no atacar; con las modificaciones, la Argentina sum贸 nombres ofensivos, aunque la acumulaci贸n de atacantes, por momentos, ahog贸 a los jugadores. Con Romero Gamarra, Pav贸n y Buend铆a, la selecci贸n intent贸 torcer el rumbo. No era cuesti贸n de amontonar, era tener la lucidez necesaria -tambi茅n la dosis de fortuna que todo equipo debe tener- para quebrar al rival. Porque tuvo oportunidades, al igual que en el primer tiempo, la Argentina. Correa, casi desde el piso, de cabeza, remat贸 por encima del travesa帽o; luego, el delantero de Atl茅tico de Madrid, captur贸 un rebote y su envi贸 cay贸 manso a las manos de Casali. Tambi茅n Romero Gamarra tuvo su ocasi贸n, el disparo se abri贸 demasiado.
Se fue consumiendo el tiempo, la desesperaci贸n por el triunfo que no la hiciera depender de otros at贸 a los juveniles. Todo se redujo a centros, a ganar en el aire pero de manera inc贸moda, a ense帽ar frustraci贸n porque el sue帽o se desvanec铆a.
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