Días después de haber desmentido personalmente su renuncia, luego de dejar sus cargos docentes tras el escándalo por sus fallos judiciales reduciendo penas a violadores -el más polémico el de un abusador de un nene de 6 años que vio reducida la pena con el argumento de que el nene tenía tendencias gay-, Horacio Piombo finalmente dejó su cargo de juez del Tribunal de Casación Penal bonaerense.

Piombo deja su cargo días después de que él mismo negara que pensara hacerlo y jubilarse. Oportunamente dijo que esto último eran "rumores" malintencionados y aclaró que sólo había comenzado gestiones de obtención de su obra social IOMA, para no perder cobertura luego de perder su cargo como docente de dos cátedras en la Facultad de Derecho de La Plata.

Pero finalmente los rumores se hicieron realidad y el juez que cosechó críticas de distintos ámbitos por sus fallos judiciales atenuando penas de violadores presentó su renuncia, que ya fue comunicada a la Suprema Corte de Justicia de la Provincia.

Este es el segundo renunciamiento de Piombo. La semana pasada, Piombo declinó su cargo en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). El magistrado lo hizo a través de una carta enviada al decanato, poco antes de que el Consejo Directivo de la facultad lo suspendiera como titular de las materias Derecho Internacional Público cátedra I y Derecho Internacional Privado cátedra II.

"El gravitante decisivo para tomar este camino fue que, como profesor ligado profundamente a esta Casa, debía imperativamente contribuir a la paz y a la tranquilidad de la facultad; facilitar a las autoridades el ejercicio de sus funciones alteradas por tomas de despachos y desórdenes impedientes del normal dictado de los cursos", había escrito oportunamente Piombo.

El otro juez de Casación que acompañó los fallos de Piombo es Ramón Sal Llargués. Ambos resolvieron la resolución ultrajante para el nene como el de años antes que redujo la pena de un pastor que embarazó dos chicas argumentando que las víctimas eran de familias pobres que se habían iniciado sexualmente a temprana edad, así como el perdón a un taxista que robaba, manoseaba y golpeaba sus víctimas porque total no había llegado a violarlas.

Sal Llargués, perdió su cargo en el Consejo de la Magistratura como sanción y también se le rescindió el contrato que unía al magistrado con esa casa de altos estudios para dictar una cátedra en el doctorado de derecho..