Todos los ejemplares encontrados estaban muertos o agonizando. Eran juveniles, de pocos meses de vida y demostraban un grave daño de desnutrición. 

Si bien la aparición de los ejemplares muertos de vio durante toda la costa sólo se contabilizaron finalmente, por razones metodológicas, los aparecidos muertos entre la boca del Arroyo Claromecó y la boca del Arroyito de Reta, en inmediaciones del campamento Ambrosius.

Esos 13 kilómetros fueron censados quincenalmente a lo largo de las playas media y alta entre el 15 de febrero y el 12 de abril de 2015, examinando y marcando cada ave muerta.

Encontraron 152 aves pero en realidad la cifra real de cadáveres debió ser mayor para ese segmento de playa, debido a que durante el periodo de estudio sucedieron temporales y hubo incidencia de animales carroñeros como zorros grises. 

"Sólo pudimos constatar que todos los ejemplares evidenciaron una gran pérdida de masa muscular, debido a una avanzada desnutrición", informaron.