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"Los silencios del #18F" por Gustavo Oliva (*) | |||
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Los reaccionarios saben, en la intimidad de su poder, que sus razones, objetivos e intereses son inconfesables, porque son inaceptables para los pueblos. Por eso no llaman a las cosas por su nombre, las ocultan bajo un lenguaje amable. En ning煤n caso, importa lo que vive el pueblo.
Se ocultan porque la verdad es el inicio del camino a su derrota. Su desenmascaramiento motoriza la resistencia y la rebeli贸n.
El pueblo argentino ya los conoce, por m谩s que se escondan detr谩s de supuestas buenas intenciones. Los conocieron los "cabecitas negras" que hicieron el 17 de octubre para liberar a Per贸n. Son los mismos que se horrorizaron con ese "aluvi贸n zool贸gico".
Los vieron los trabajadores ponerse a la cabeza de las marchas de la Uni贸n Democr谩tica que quer铆a cerrarle el paso a los derechos sociales. Pero Per贸n los se帽al贸 y el pueblo los derrot贸.
Cuando no pudieron con la lucha "democr谩tica" acudieron al hostigamiento, la calumnia, y terminaron, siempre en nombre de altos valores, con la carnicer铆a de los bombardeos en Plaza de Mayo, el golpe de 1955, la proscripci贸n, la persecuci贸n y la represi贸n. Hambre, pobreza, silencio impuesto, muerte para el pueblo.
Volvieron a mostrar sus garras en 1976. A trav茅s del terror, la entrega nacional y la pobreza, los conocimos todos. El silencio de los cementerios para asegurar el auge de sus negocios espurios.
Todas las fuerzas populares y democr谩ticas de la Naci贸n han construido despu茅s de esos estragos un dique ideol贸gico contra las dictaduras.
Frente a esto, los eternos golpistas van mutando. Los nuevos Braden de aqu铆 y de otros puntos de su tablero de conquista han aprendido a cambiar de ropaje. Se los ha denominado golpes blandos. Pero golpes al fin. Por mecanismos alternativos a la fuerza militar buscan desestabilizar a los gobiernos populares y democr谩ticos e interrumpir los cambios estructurales que se impulsan en beneficio de la sociedad.
Los gobiernos de N茅stor y de Cristina Kirchner retomaron la pol铆tica hist贸rica del peronismo de denuncia y desenmascaramiento del Poder concentrado y promoci贸n de los derechos sociales.
La lucha por el esclarecimiento y castigo de los cr铆menes de lesa humanidad cometidos por la dictadura son un cap铆tulo en clave kirchnerista como as铆 tambi茅n los esfuerzos por cerrar los m谩s veinte a帽os de impunidad de los actos de terrorismo contra la Embajada de Israel y de la AMIA. Busc贸 terminar con el silencio judicial sobre esas causas.
Ambas pol铆ticas se impulsaron dentro del marco constitucional, que impone al Poder Judicial la responsabilidad del proceso. Con el fin de dotar de las condiciones necesarias para ello, se derogaron las leyes de Obediencia Debida, Punto Final y los indultos, y se dio todo el apoyo pol铆tico a las causas judiciales. Por otro lado, se cre贸 la Unidad Especial de Investigaci贸n del ataque contra la AMIA, con recursos presupuestarios abundantes. El mundo entero escuch贸 el reclamo persistente de N茅stor Kirchner y Cristina Fern谩ndez en los organismos internacionales al Gobierno de Ir谩n para que colabore facilitando la indagatoria de los acusados, que era ineludible para hacer avanzar la causa. La predisposici贸n de las autoridades iran铆es manifestada p煤blicamente hace tres a帽os, de allanarse a ese objetivo, motiv贸 el acta de entendimiento.
No se le perdona a Cristina la exposici贸n p煤blica de las desnudeces del Poder concentrado, for谩neo y nativo, y el desmontaje gradual de sus posiciones de privilegio.
Su liderazgo, como antes el de N茅stor, en ese proceso de cambio, es un obst谩culo que deben remover para recuperar el trono y las riquezas perdidas.
Al igual que en los albores del peronismo, esa tarea de se帽alamiento y transformaci贸n ha devuelto al pueblo la memoria cabal de las tragedias ya vividas, restituy茅ndole su voluntad de poner en juego, su organizaci贸n, su fuerza, para no volver atr谩s.
Por eso ahora la denuncia es contra la jefatura del kirchenrismo, en cabeza de la presidenta, y dos pilares fundamentales de su andamiaje pol铆tico: los j贸venes organizados en la figura del diputado Larroque, y los Movimientos Sociales, personalizados en el profesor Lu铆s D'Elia.
Los enemigos de la Naci贸n y del pueblo no pueden atacar abiertamente y acuden al atajo sinuoso de la denuncia artera y sin pruebas; la descalificaci贸n, en lugar del debate; todo ello con el amparo de los intereses extranjeros que siempre est谩n a la expectativa de lograr su suculenta tajada que le aseguran los marionetas cipayas que ejecutan estos ataques al gobierno kirchnerista.
Aqu铆 no escogen el silencio: cuentan con el martilleo incesante de los medios monop贸licos que se presentan como testigos imparciales, pero forman parte indisoluble, central, del elenco de oposici贸n de los actores econ贸micos y pol铆ticos privilegiados.
El peronismo entiende perfectamente el dolor frente a todas las muertes, porque su cuerpo, como ninguno, est谩 estragado de heridas; entiende el temor ante la inseguridad que genera la violencia, porque ha tenido que vencerlo para desarrollarse, como ning煤n otro movimiento, escapando de la persecuci贸n desde el Estado; entiende la frustraci贸n ante la impericia judicial para encontrar culpables y por eso ha impulsado como ning煤n otro partido la investigaci贸n y castigo de los cr铆menes contra el pueblo; entiende, en fin, el silencio respetuoso de quienes sienten la consternaci贸n y el estupor ante una muerte ominosa.
Pero hay otro silencio que NO compartimos: porque una vez m谩s se ocultan detr谩s sus prop贸sitos inconfesables. En 1946 estuvo Braden. Hoy, adaptados al conocimiento que el pueblo argentino tiene de los intereses reaccionarios y sus golpes de Estado, el nuevo embajador y muchos de los dirigentes opositores, con los que se ha venido reuniendo, no pueden declamar abiertamente su deseo de volver atr谩s este proyecto transformador, y por eso utilizan ese otro silencio y con ellos, algunos de los funcionarios de la Justicia que han tomado parte en la tarea de veinti煤n a帽os de impunidad en la causa AMIA. La prensa de entonces y de ahora, en su necesaria tarea de recordaci贸n, ha dado cuenta de ello.
No confundamos los silencios. Los argentinos honestos, deben tener presente esta historia, para no repetirla.
(*) Senador provincial platense del FpV, ex rector del Colegio Nacional de La Plata.
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