El diputado bonaerense del Gen Juan Carlos Juárez presentó un pedido de informes para que los organismos que correspondan reporten acerca de la seguridad de las centrales atómicas Atucha I y II.

 

Entre los interrogantes, se pregunta qué sistemas de seguridad ante contingencias operativas y externas posee cada una de las centrales atómicas; y si los sistemas existentes cumplen con las recomendaciones de los organismos internacionales para el tipo de instalación y localización.

 

Asimismo, el poder ejecutivo bonaerense deberá responder la cantidad de población residente en la zona de influencia al sitio de instalación de Atucha I y II; cuáles son los planes de contingencia sobre las instalaciones y a aplicar ante peligro para las personas radicadas en zonas aledañas; cuál es la matriz de riesgo contemplada para la definición de los planes de contingencia; y si se han dado a conocer los mismos a la población.

 

El legislador explicó al respecto "la energía nuclear en Argentina provee el 8,5% de la electricidad consumida y es generada por las centrales de Atucha I y Embalse, previéndose para fines de este año la puesta en marcha de Atucha II".

 

En los fundamentos de la iniciativa se menciona que la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) aprobó una modificación en el diseño original de Atucha II para el caso de un accidente severo, sin embargo, como un rediseño de este tipo implicaría una pausa de al menos dos años, se priorizó la puesta en marcha de la planta que comenzaría a funcionar en septiembre de este año.

 

"La seguridad es uno de los ejes centrales de la tecnología nuclear y tiene como objetivo proteger a los trabajadores, la población y el medio ambiente frente a potenciales emergencias radiológicas", declaró el diputado bonaerense.

 

Seguidamente, el candidato a diputado de la primera sección electoral en el Frente Amplio Progresista indicó "el inicio de la operación de Atucha II está dado para septiembre de 2011 y ésta se llevaría a cabo de todos modos, aunque recientemente la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) aprobó una modificación en el diseño original de esta central para permitir una parada rápida del reactor en caso de un accidente severo".

 

"Una de las mayores dudas que genera Atucha II - prosiguió - es su potencial obsolescencia, debido a que lleva casi tres décadas en construcción. Existe una cuarta planta prevista, Atucha III, que duplicaría la generación de su antecesora, demandará unos U$S 2200 millones aunque Atucha II está costando aproximadamente U$S 400 millones".

 

Finalmente, el diputado Juárez llamó a la reflexión al gobierno provincial en esta cuestión para prevenir catástrofes futuras como la ocurrida en la central de Fukushima en Japón y denunció que "los bonaerenses convivimos con instalaciones en funcionamiento y a inaugurarse que no cumplen con los requerimientos en seguridad vigentes".