La muerte del fiscal Alberto Nisman horas antes de presentar sus pruebas de la denuncia penal contra el gobierno por supuesto encubrimiento a terroristas iraníes, tendrá una derivación política al más alto nivel en su investigación. Es porque el abogado defensor de Diego Lagomarsino, el informático que le dio al funcionario el arma con la que apareció muerto, pidió que se cite a declarar como testigo a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

El letrado Maximiliano Rusconi formalizó la petición con un escrito presentado en tribunales, en el cual se reclama igual trato para el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, y el diputado provincial Marcelo Saín.

De esta forma Rusconi cumplió con su advertencia de que cada funcionario nacional que se pronuncie con especulaciones o lecturas políticas sobre el caso Nisman, debe prestar testimonio por lo menos informativo para aportar los datos que sabe para respaldar su afirmación, con el agravante de que por ser funcionarios públicos no corresponde presionen a las autoridades judiciales cuando la investigación está en curso.

El abogado dijo que es importante que los funcionarios que hablan sobre la causa y arriesgan datos y especulaciones, en su condición de servidores públicos que ordenan a la Policía y la Procuración que maneja los fiscales brinden testimonios, porque "podrían conocer información importante para la investigación".

"Voy a sugerir que Cristina Fernández y Aníbal Fernández, ya que tienen tanta información y certezas que dicen en público, se presenten como testigos", dijo Rusconi.