2014: “el año que Olavarría se miró en su propio espejo”
09-11-2025
14-01-2015 | Delitos de lesa humanidad detrás de la calma
2014: “el año que Olavarría se miró en su propio espejo”
El 2014 será uno de esos años que quedará en la memoria de Olavarría. Torturadores, asesinos,  y apropiadores caminaban por la ciudad como si nada. La aparición del nieto de Estela de Carlotto y el juicio por delitos de lesa humanidad en el Centro Clandestino de Detención (y tortura) de esa ciudad, Monte Peloni, hicieron mirarse a la ciudad en su propio espejo y algunos dicen que comenzó a despertarse. 
El año transcurrido sacudió al pueblo de Olavarría y descubrió muchas verdades. Primero, aquel 5 de agosto que quedará en la memoria de todos los argentinos, apareció Guido, el nieto de la referente de Abuelas de Plaza de Mayo tras 36 años de inmensa búsqueda. Allí estaba, ahí en la famosa localidad de Loma Negra, tan sospechada por el poder y la relación de "Amalita" Lacroze de Fortabat y su esposo, Alfredo, con los militares y grandes empresarios del país.

Al poco tiempo, comenzó el primero juicio oral y público por delitos de lesa humanidad en la región. El 22 de septiembre pasado se abrieron las puertas de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Centro (UNICEN) para empezar con la condena de aquellos responsables de la Dictadura Cívico-Militar que azotó en nuestro país durante 1976-1983, específicamente por las atrocidades que llevaron a cabo en el Centro Clandestino de Detención (y tortura) de esa ciudad, Monte Peloni. Por cierto, se trató de un establecimiento rural, ubicado en Sierras Bayas, que integró el circuito represivo del centro de la Provincia: Tandil, Azul y Las Flores.

El juicio denominado Monte Peloni I trató los delitos de lesa humanidad que se cometieron durante la semana del 21 de septiembre de 1977. Más de 20 personas víctimas del terrorismo de Estado testificaron y declararon cómo las secuestraron, torturaron y hasta violaron en algunos casos. En esta ocasión fueron sólo cuatro los militares sentados en el banquillo, pero se esperan segundas y terceras partes de este juicio donde se señalarán a nuevos represores y cómplices.

Antes de finalizar el año, el último 29 de diciembre, los olavarrienses palpitaron otro día histórico. El Tribunal Oral Federal N°1 de Mar del Plata, a cargo de la causa, conformado por los jueces Roberto Atilio Falcone, Néstor Rubén Parra y Mario Alberto Portela, condenó a la máxima pena a tres de los cuatro militares imputados. 

Sentenciaron a cadena de prisión perpetua al ex teniente coronel Aníbal Ignacio Verdura responsable de "homicidio agravado" sobre seis víctimas y "privación ilegítima de la libertad y tormentos" a otras veinte personas; al igual que al ex capitán y Jefe de Inteligencia Walter "El Vikingo" Grosse, y a Omar "Pájaro" Ferreyra, ex sargento de la policía. Éste último es conocido en la ciudad por haber cumplido funciones dentro de la Municipalidad, durante los mandatos de Helios Eseverri -padre del actual intendente olavarriense-. Se desarrolló como Director de Control Urbano entre los años 2003 y 2007. Mientras que el ex oficial Horacio Leites recibió una condena de ocho años.

Pasaron 37 años para que se conozca la verdad. Según expresó el abogado representante de las víctimas a través de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia, Cesar Sivo, quien señaló que "todas las demoras en estos procesos fueron demoras a instancias de los imputados, ellos se encargaron inicialmente en el '84 cuando frenaron todas las causas al Ministerio de Defensa, cuando no llegaban los informes. Se encargaron de buscar las leyes de impunidad y cuando se derogaron las mismas y avanzamos en procesos se encargaron de hacer todo tipo de planteos improcedentes", y generaron las condiciones para victimizarse después de muchos años.

Además, al cerrar el mes de octubre sucedió otra noticia que conmovió a la ciudad. Se trató de una amenaza que hicieron llegar "los pro militares" a través de una carta anónima y en un sobre sin inscripciones a la Facultad de Ciencias Sociales que decía: "Les aseguramos que nuestra condena será más grave que la que vuestra justicia puede aplicar y de cumplimiento efectivo" y fue firmada por un grupo que se autodenomina CAOS (Comando Argentino Olavarriense Solidario). La carta presentaba una lista de nombres que fueron resguardados.

En ese sentido, Carmelo Vinci, víctima del terrorismo de Estado, reconocido luchador y referente de la Comisión por la Memoria y APDH de Olavarría señaló que las "amenazas llegaron a la Facultad pero hubo una gran absorción de todos los interesados, y no hizo mella. Las amenazas son para que uno decaiga en cuanto a la lucha pero con nosotros no lo han logrado y seguiremos adelante".

Finalmente, otras de las víctimas, sobreviviente de Monte Peloni y actualmente cuidadora de dicho espacio de "Memoria, verdad y Justicia", Araceli Gutiérrez, expresó que han pasado muchas cosas por ello "Olavarría se tiene que hacer cargo de su propia historia" y en el 2014 los olavarrienses se miraron en su propio espejo y algunos comenzaron a recordar, a contar, a hablar todavía en vos baja y fue el año, en que muy a pesar de su élite conservadora que fue parte de las "fuerzas vivas" y avaló la mentira y el horror; la ciudad despertó; según crónica deEstefanía Velo en "Diario Platense".