Si bien el agónico gol de penal marcado por Guido Carrillo en la Ida de los Octavos de Final disputada en La Plata dejaba mejor parado a Estudiantes (venció 2-1), la serie había quedado lo suficientemente abierta como para que Peñarol confiara en revertir la historia en su casa. Así fue que salió al colmado Centenario sin ninguna desesperación y confiando en hacer valer la localía. Aunque los primeros minutos fueron bastante chatos, sin que ninguno se animara a arriesgar y se jugaba demasiado lejos de los arcos (siendo la primera aproximación de peligro para el 'Pincha' con un Macaluso salvando casi de 'carambola' y enviando la pelota al córner), los 'carboneros' nunca perdieron la paciencia.

Así es que en la primera a fondo que tuvieron lograron ganar un peligroso tiro libre por una riesgosa e innecesaria falta de Jara al borde del área. Y tras una exquisita pegada de Antonio Pacheco, apareció Gonzalo Viera para anticipar de cabeza ante un tieso Hilario Navarro que tuvo que ir a buscar la pelota al fondo de su arco.

Enseguida el 'Pincha' se mostró notoriamente sentido por el cachetazo y empezó a quedarse sin las pocas ideas que estaba luciendo en el inicio. Aunque por momentos se lo notaba con la intención de ir como sea en busca del gol que le permitiera arrebatarle el boleto a su rival de turno, los de La Plata casi sufrieron de contra un segundo golpe (Navarro salvó un peligroso disparo de Zalayeta).

Luego de un breve lapso de notoria merma, los últimos cinco minutos fueron verdaderamente vibrantes. Con ambos elencos yendo y protagonizando un entretenido ida y vuelta, Auzqui se lo perdía en un área a los 45 minutos y Jorge Rodríguez a los 46 en la de enfrente. Y cuando la primera etapa se esfumaba, llegó el cachetazo anímico más duro: Jonathan Rodríguez eludió con completa libertad en el área chica y saca un latigazo imposible de retener para decretar el 2-0.

No conformes con dicha ventaja, los 'aurinegros' salieron al complemento hecho una tromba y contaron con una doble ocasión apenas a los cinco minutos como para liquidar la serie: primero se lo perdió Píriz que llegó muy exigido y luego Zalayeta, que se lució con un doble enganche y exigió a Navarro para salvar su valla.

Tras ese arrollador inicio, el local se quedó un poco y le permitió crecer a una visita que atacaba más con amor propio que con juego. Mientras Román Martínez se lo perdió de cabeza abajo del arco, a los 26 minutos se encontró con ese tan ansiado gol que parecía ser demasiado premio por lo mostrado en terreno 'charrúa': fue Guido Carrillo quien sacó un disparo a distancia que no llegó a contener Milgiore.

Dicho tanto fue una inyección anímica para un Estudiantes que ya estaba logrando estirar la definición a los penales, pero iba por más y buscaba el gol que le permitiera quedarse con el boleto directo a la siguiente instancia. Aunque terminó mucho mejor por puro coraje y amor propio, nada pudo torcer el 2-1 final que llevaba la definición a los doce pasos.

Allí se agigantó un Hilario Navarro que tapó tres de los cuatro disparos que le efectuaron (le contuvo los gritos a Núñez, Estoyanoff y Jorge Rodríguez; mientras que sólo anotó Orteman) para sellar la tanda 3-1 y meter a Estudiantes en los Cuartos de Final. Para el 'Pincha' habían anotado Cerutti, Carrillo y Rosales; mientras que Damonte la tiró alta. Ahora los de Pellegrino esperan por el rival que saldrá de River-Libertad.