Algunos estudios de impacto con proyección comercial de las inundaciones que sufre el sur y centro de la provincia de Buenos Aires reflejan la magnitud del fenómeno sobre la producción, al punto que se calcula en 60.000 hectáreas de lotes trigueros perdidas.

Así lo revela un informe reciente de la Bolsa de Cereales porteña, sobre las proyecciones de la temporada de cosecha 2014/15.

Las mayores pérdidas, según el relevamiento antes mencionado, corresponden a zonas ubicadas en el centro provincial y sobre la Cuenca del Río Salado.

El estudio expresó además una alerta por la posible aparición de enfermedades por exceso de humedad.

El paper de la Bolsa señala que "en términos generales, descartando las pérdidas de área por inundaciones en Buenos Aires y las mermas de rinde por déficit hídrico en las provincias del norte, el cultivo continúa evolucionando de forma favorable en gran parte de la región agrícola".

Los especialistas coinciden en que "la mayoría de los cuadros (sembrados con trigo) aún tendrán que transitar etapas críticas, y la aparición de enfermedades sobre el margen este de la región podría afectar el potencial de rinde si no se realizan los controles adecuados".