Relatos Salvajes, la esperada película de Damián Szifrón -que se estrena por fin mañana-, reúne seis episodios independientes entre sí, pero unidos por un factor común: el desborde emocional de las personas en situaciones límite. El que protagoniza Ricardo Darín tal vez será el que mayor reconocimiento genere entre porteños y bonaerenses: encarna un ingeniero experto en explosivos al que la grúa le lleva el auto cuando baja a comprar una torta para la hija. De nada sirve que Darín explique que no está pintado de amarillo el cordón frente al cual dejó el vehículo y no sólo tiene que pagar el acarreo sino al día siguiente, la infracción.

Lo que viene después supera a la realidad, pero hasta entonces es un caso más de los que suelen conocerse a diario.

Y en ese contexto no sorprende que, Guillermo Scheibler, juez en lo Contencioso Administrativo y Tributario porteño, ordene al gobierno de la ciudad que cumpla la normativa vigente en materia de señalización para las pautas de estacionamiento en una zona de Barrio Norte e instale señales claras que indiquen de forma inequívoca dónde se puede dejar un vehículo de manera libre, con algún pago o cuando está prohibido. La sentencia, que se conoció en las últimas horas, se dicta al mismo tiempo que otras sanciones similares que el Ente de Control de Servicios Públicos aplicó a STO-DAKOTA y BRD-SEC, concesionarios del sistema de grúas y cuando en la Legislatura local se debate la ampliación a casi media ciudad de los lugares donde dejar un automóvil en la vía pública o no está permitido o requiere el pago de una tarifa. Lo más inquietante es que las actuales operarias privadas del acarreo tienen los contratos vencidos desde 2001 y pagan un canon mensual que recuperan en un día de operaciones, reveló Tiempo Argentino.

Scheibler resolvió un amparo presentado por un vecino de Barrio Norte (Pacheco de Melo al 2900), quien una mañana de junio de 2013 encontró un papel rojo de STO-DAKOTA. sobre el parabrisas de su vehículo -y de otros en la misma cuadra- que lo "notificaba" del mal estacionamiento. El vehículo estaba del lado derecho de calle y en la zona no existía señalización que prohibiera el estacionamiento. Antes de resolver, además de dar vista a las partes (la empresa y el Ejecutivo), el magistrado realizó un reconocimiento judicial en la zona y constató que la señalización de las normas vigentes en cuanto a los espacios en los que se encuentra prohibido estacionar, "no sólo resulta deficiente, sino que también se realiza de un modo ambiguo que induce a la confusión del ciudadano".

En la resolución -que rige para el polígono delimitado por la Avenida Del Libertador y Coronel Díaz y las calles Austria y Beruti-, el magistrado recordó a modo de ejemplo, que si bien el Código de Tránsito y Transporte de la Ciudad tiene como criterio la prohibición general de estacionamiento de vehículos junto a la acera izquierda todos los días durante las 24 horas en calles con sentido único de circulación, y queda permitido entonces el libre estacionamiento a mano derecha, "se observó en diversas arterias cartelería con la imagen de una grúa acarreando un automóvil y la leyenda 'si su vehículo ha sido removido diríjase a...'", con lo cual se genera confusión en los automovilistas.

"En lo que respecta al polígono objeto de esta demanda, se encontrarían vigentes una numerosa serie de pautas de estacionamiento particulares que se apartan de las prohibiciones generales establecidas por el Código de Tránsito y Transporte", pero que la normativa define para aquellos casos que difieren de las generalidades el "único requisito de la instalación de la señalización correspondiente" para la vigencia.

Para el juez, los cambios y particularidades de la normativa "imponen extremar los recaudos en materia de difusión, señalización y publicidad de las pautas de conducta a las que deben atenerse los conductores que deseen estacionar en la zona".

Estas irregularidades se sancionan en momentos en que en la Legislatura porteña se debate la letra chica de algo ya aprobado: el estacionamiento medido en media Buenos Aires y en barrios alejados del centro como Palermo, Belgrano, Villa Urquiza, Floresta y Flores. Este sistema comenzará a regir en el primer trimestre del año próximo. Y mientras el Ejecutivo define los detalles de la licitación, diputados y diputadas debaten algunas cuestiones de la extensión del estacionamiento medido, pero ninguna que evite los abusos de las concesionarias que padecen personas como el ingeniero encarnado por Darín.

Encima, faltan las fichas

El aumento de tarifa de las tickeadoras o parquímetros que ocurrió en julio pasado generó un faltante de fichas para las máquinas en vastas zonas de Barrio Norte y Recoleta. Esas fichas las proveen las empresas Dakota y Sec, que realiza el control del estacionamiento y el servicio de acarreo en caso de algún contratiempo. En las máquinas también se puede pagar con monedas, pero no aceptan todos los valores ni las que están muy deterioradas, además de las pocas que hay en circulación. Las concesionarias suelen recomendar que ante la carencia de alguna forma de pago no conviene estacionar el auto porque puede ser levantado.

Mínimas sanciones y canon irrisorio

El Boletín Oficial de la Ciudad de Buenos Aires difundió sanciones del Ente de Control de Servicios Públicos de la Ciudad a STO-DAKOTA y BRD-SEC, las dos empresas que desde 1990 tienen el monopolio del estacionamiento medido en parte del distrito porteño. Las puniciones son por apenas 11 mil pesos. Del cepo, el parquímetro y la tiqueadora a la grúa, desde 2001 tienen los contratos vencidos y pagan al mes un canon de $ 30 mil, una cifra que recaudan en un día de operaciones. Según informaba el Boletín, el organismo de fiscalización realizó un Plan de Control previsto para el Servicio de Estacionamiento Medido y detectó en ambas concesionarias deficiencias en el señalamiento vertical de las calles. Por contrato están obligados a colocar las señales de los lugares donde está prohibido estacionar o hay que pagar por hacerlo. Desde el organismo informaron a Tiempo que "este año, se vio incrementada de manera exponencial la cantidad de denuncias por anomalías en el servicio efectuadas por usuarios.

Mientras en enero y febrero se recibieron 22, en julio fueron 54 y en lo que va de agosto 65. Las quejas pueden cursarse a través del 0800-222-3683, el sitio web <entedelaciudad.gov.ar>, o en Rivadavia 1170/72, P.B.