Descubriendo Montevideo: una puerta en el tiempo
10-01-2025
13-08-2014 | una ciudad llena atractivos naturales
Descubriendo Montevideo: una puerta en el tiempo
Cruzando el Río de La Plata, se encuentra Montevideo, una ciudad llena atractivos naturales que recibe con amabilidad y gran simpatía al turista. Tranquila y paciente, cuna de grandes escritores,  la capital charrúa invita a recorrerla al ritmo del candombe.

Montevideo tiene un dejo de melancolía, más natural que cosmopolita logra despertar una sensación de paz en quien lo visita. El hablar pausado y el caminar tranquilo forman parte la rutina de la capital más joven de Latinoamérica, que ofrece unos cuantos lugares capaces de enamorar la vista. La ambigüedad de la quietud y el movimiento,  genera que quienes por allí transitan logren otorgarse el tiempo de disfrutar del tiempo.  

A sólo un río de distancia de Buenos Aires, entre dos y cuatro horas en ferry, parece inimaginable encontrar un paisaje tan distinto, con más de treinta kilómetros de playas de arenas finas, un árbol cada tres personas y unos cuántos bares antiguos que guardan historias."Uruguay tiene  lugares lindos y tranquilos y creo que es un buen destino para turistas que viven en ciudades. Estas son cada vez más dinámicas, agresivas, con un vértigo cada vez mayor, entonces llegan a Montevideo, con lugares lindos, no sé si espectaculares, pero con una gran  calidad de vida que es notable, muy disfrutable. Eso es lo que los hace sentirse cómodos", expresó Daniel Traverso encargado de difusión del Ministerio de Turismo y Deportes de Uruguay, en diálogo con Diario Platense.

La mitad de la población del país, aproximadamente un millón y medio, vive en Montevideo, el resto habita entre las playas, las sierras y las termas. Un ecosistema privilegiado y una gran extensión verde, han llevado a la prensa internacional a definir Uruguay como "El país más cool del mundo".   Como si esto fuera poco, innumerables son los piropos que se suman, ya que se trata del país de Latinoamérica con el índice de alfabetización más importante, el cuarto país de América con la esperanza de vida más larga y, según la corporación Latinonbarómetro, el más pacífico de América del Sur. Eso dejando de lado, que  antes de la Segunda Guerra Mundial era calificado como "la Suiza de América" por su bonanza económica.

Razones para visitar la tierra charrúa hay de sobra, un recorrido por sus lugares históricos, el candombe y la literatura, demuestran que sus calles pueden atrapar y encantar a quienes por allí caminan.

Los rincones maravillosos

La Ciudad vieja quizás sea uno de los lugares más mágicos de la capital uruguaya, las construcciones antiguas, los puestos de artesanías y el olor a carne asada conforman el escenario, de un espacio donde el pasado y el presente se mixturan.  Antiguamente este lugar era el centro de las actividades administrativas, políticas, comerciales y culturales, de allí su riqueza arquitectónica. 

La peatonal Sarandí y el Mercado del Puerto son lugares infaltables a los que se debe ir, este último diseñado en Liverpool se ha convertido en uno de los emblemas de la Ciudad Vieja, donde se puede degustar un típico asado o chivito. También el Teatro Solís, situado frente a la Plaza Independencia, es un lugar más que recomendable. Este edificio de estilo neoclasicismo republicano, fue inaugurado el 25 de agosto de 1856 y reinagurado en el año 2004. Allí las óperas y los cuerpos de ballets despliegan todo su arte.

La plaza no es un atractivo menor, ubicada en el límite entre la Ciudad Vieja y el Centro, su creación se remonta al siglo XIX, cuando se decide demoler la muralla que rodeaba a Montevideo para expandir la ciudad. En el centro de esta se encuentra la estatua de José Gervasio Artigas, el héroe nacional, una impresionante escultura de 17 metros de altura. Debajo está el Mausoleo de Artigas, que alberga la urna con los restos del prócer y en uno de los laterales de la plaza, en la zona oeste,  se encuentra la Puerta de la Ciudadela que fue construida a partir de 1742.

Para quienes gustan de un poco más de bullicio, la Avenida 18 de Julio es un paseo ideal. Allí innumerables comercios, uno al lado del otro, conforman sus calles, lo que la convierte en la más importante de Montevideo,  quizás por eso sea mucho más que una avenida común y corriente.  A medida que uno transita esta calle y se aleja de la Ciudad Vieja es como si se fuera avanzando en el tiempo.

El Parque Rodó es otro atractivo infalible, a pocos minutos del centro de la ciudad es uno de los principales parques urbanos de Montevideo; un gran predio arbolado situado frente al mar, sobre la Playa Ramírez. Áreas verdes, un pequeño parque de diversiones, lagos con unos cuantos botes a pedal, monumentos y restaurantes son la esencia del parque, cuyo mejor día para visitar es el domingo. Ese día, durante la mañana se realiza la tradicional Feria del Parque Rodó, con variedad de artesanías y ropa. Por la tarde, cuando baja el sol los puesteros van juntando sus cosas y resulta muy agradable sentarse bajo un árbol a tomar mate y comprar los típicos churros.

Algo que sin duda es casi una obligación recorrer de punta a punta es la rambla, este es el nombre con el que se conoce a la costanera de Montevideo, que va desde Santiago Vázquez hasta Carrasco. Sus 30 kilómetros la hacen uno de los mayores espacios de costa socializada del mundo. Esta conforma un diverso espacio al que los montevideanos acuden diariamente con el fin de pasear, practicar deportes, tomar mate y contemplar los atardeceres frente al río.

El carnaval más extenso del mundo

En las cálidas noches de febrero, principalmente  en Montevideo,  los carnavaleros copan los tablados, unos escenarios de madera montados en los distintos clubes de la ciudad. Allí la crítica, la sátira, la parodia y el humor se combinan con la música para mostrarnos su visión del país y del mundo.

El color y la alegría invaden durante 40 días las calles y los escenarios barriales, mientras la gente baila al ritmo del candombe. Esta sin duda es la fiesta con más adhesión popular que tiene Uruguay, algo de lo que puede presumir con orgullo sin envidiar a los carnavales de Recife o Río de Janeiro. Es que en la otra orilla del Río de La Plata saben cómo celebrar la fiesta más grande del país.

En el teatro de verano "Ramón Collazo" se realiza el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas, allí el vestuario y el maquillaje hacen todo su despliegue en los espectáculos musicales, cuyo ganador será anunciado en el mes de marzo. Tanta influencia tiene este festejo en el país que a inicios de este año, en la Universidad de la República, se comenzó a dictar la Cátedra Unesco sobre Carnaval y Patrimonio, que permite profundizar los estudios teóricos sobre la principal fiesta popular del Uruguay.

Todo comienza el último jueves de enero, cuando el Desfile Inaugural despliega su mixtura de color, música y baile por la Avenida 18 de julio. Allí murgas, tambores, esculturales vedettes, hombres y mujeres disfrazados, junto con lubolos (blancos pintados de negro) copan las calles.

El siguiente evento es el Desfile de Llamadas, que se realiza el primer jueves y viernes de febrero,  en los barrios Sur y Palermo. El lugar no es casual, estos fueron originalmente los barrios ocupados por negros, luego de que se declaró la abolición de la esclavitud en 1842. Hoy, casi 180 años después,  los dueños de casa alquilan sus balcones y ventanas para disfrutar de este espectáculo donde más de dos mil  tambores hacen vibrar al ritmo candombe.

Si bien las llamadas son parte de la movida carnavalera, hoy se han ganado el mote de espectáculo propio, y durante todo el año por los barrios de Montevideo pueden oírse cuerdas de tambores. Una gran fogata, para calentar los cueros de los instrumentos junto con la complicidad de la luna recrean los encuentros que los negros esclavos mantenían fuera de la ciudad en el siglo XIX.

De raíces hispánicas, pero con una notoria influencia  de ritmos y expresiones folklóricas africanas, el carnaval uruguayo extiende su alegría durante 40 días. Bajo el reinado del  dios Momo  las comparsas y las murgas invaden las calles de la ciudad rioplatense, es que esta fiesta ha dejado de ser exclusiva de los afrouruguayos para convertirse en un símbolo de identidad nacional.

La literatura

La riqueza cultural de Montevideo no sólo se manifiesta en sus típicas fiestas o sus construcciones arquitectónicas, sino también está ciudad ha sido cuna de grandes expresiones de la literatura latinoamericana: Mario Benedetti, Juan Carlos Onetti y Eduardo Galeano han transitado infinidad de veces la rambla que recorre el río y han dado vida a las maravillosas palabras que han traspasado fronteras, convirtiéndose en lo mejor de las letras uruguayas.

Sin duda el embajador de la literatura charrúa es Mario Benedetti, en sus libros hay unas 600 referencias a los lugares conocidos, y otros no tanto, de la capital uruguaya, que lo adoptó, ya que Benedetti nación en Paso de los Toros. "Montevideo tiene algo especial que hace que te encuentres bien. Es como si fuera una capital de provincia pero que no tuviera una capital mayor a la que referirse(…)", expresaba don Mario, quien tuvo que exiliarse a causa del gobierno militar y pasó más de diez años lejos de los montevideanos. Pero las últimas calles que tránsito fueron junto al río, donde murió en el año 2009, en su casa de Montevideo, dejándonos más de 40 libros, entre ellos el popular "La Tregua" y un sinfín de poemas que deleitan el alma.

Por su parte, Onetti es considerado por la crítica el mejor escritor uruguayo, también vivió en carne propia el exilio, cuando tuvo que dejar Montevideo, su ciudad natal,  en 1974, luego de que la dictadura lo dejara libre tras varios meses de prisión. A partir de allí se radicó en Madrid, donde vivió hasta su muerte en 1994. Pese a que nunca volvió a Montevideo, jamás olvido la tierra charrúa: "Hay que hacer una literatura uruguaya, hay que crear un lenguaje nuestro para decir cosas nuestras. Fuera de nosotros no hay nada, nadie", proclamaba.  Gracias a su convicción tiene en su haber unas cuántas obras que merecen ser leídas: "El pozo", "Tierra de nadie", "Para esta noche" y "La vida breve", ameritan un recorrido por sus páginas.

Finalmente,  está Eduardo Galeano, quien aún transita y vive en Montevideo, pese a que también tuvo que huir de su país perseguido por el gobierno de facto decidió volver a la ciudad que lo vio nacer y no se cansa de decir, entre risas,  que tiene suerte de vivir allí, ya que se ahorra una fortuna en psicoanálisis. Es el autor contemporáneo más reconocido fuera de las fronteras rioplatenses. Su obra no encaja en los esquemas clásicos de la escritura, quizás sea esa rebeldía en su prosa lo que hace tan deleitable cada una de sus palabras. El ensayo, la narrativa, el análisis político y la investigación histórica, rompen con los géneros en su misiva de rescatar la memoria de América Latina. Su obra cumbre es "La venas abiertas de América Latina", pero también son de lectura obligada "El libro de los abrazos", "Nosotros decimos no" y "Memoria del Fuego".

Beneficios para el turista argentino

"Uruguay siempre tuvo una gran dependencia de Argentina en lo que es turismo", explicó Traverso, es por eso que frente a las restricciones cambiarias, rigen diversos estímulos para los turistas argentinos como son: la devolución del IVA sobre los servicios turísticos, bonificaciones en el precio de la nafta, impuesto cero en hoteles y devolución del 10, 5% en los alquileres.

"El Ministerio de Turismo hoy separa los mercados, en el mercado concreto de la Argentina lo que está promocionando son los beneficios fiscales para los turistas que llegan al país. Estos son esfuerzos que hace el Estado y no de parte del operador privado. Como Estado le decís, vení que tenemos estos beneficios", añadió Traverso, quien luego afirmó que: "más allá de la cantidad de argentinos que dejaron de venir es el tema del gasto, que lo han reducido mucho".

Es por eso que a las bellezas naturales de Montevideo, esa ciudad bañada por las aguas del Río de la Plata, que ofrece espacios verdes, y árboles en todas sus calles, se le suman los beneficios fiscales otorgados por el Estado uruguayo, lo que lo hacen un destino infalible para desenchufarse de la rutina diaria y respirar aire puro. Es que este es un lugar de construcciones bellísimas, gente cálida y mate bajo el brazo.