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12-08-2014 | Memoria, Verdad y Justicia | |||
Clara Anahà Mariani: Un nuevo cumpleaños sin su abuela | |||
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La Plata, Agosto de 2014, calle 30 entre 55 y 56, Casa Mariani-Teruggi, se abre la reja y comienza el viaje en el tiempo, retrocedemos 38 años: Todo está intacto, los impactos de bala, los cráteres inmensos que imprimió la huella de una tanqueta furiosa en las paredes del lugar. Las muestras de poder que dejaron los militares para que todo el barrio supiera quién mandaba más, para que los vecinos tuvieran miedo de los "subversivos" y no salieran de sus casas. Para que la ciudad entera se paralizara en medio de cinco horas de explosiones, intentando dejar como secuela un silencio generalizado y total. Esta era una de las tres casas operativas que Montoneros tenÃa funcionando en La Plata en 1975, la habÃa comprado el matrimonio de Daniel Mariani y Diana Teruggi, con la intención de coordinar una imprenta desde la clandestinidad. La casa funcionaba de manera articulada con otra ubicada en Los Hornos, donde se reunÃa la columna sur de Montoneros que guardaba artillerÃa, y con una tercera ubicada en 63 entre 15 y 16, donde funcionaba el área de falsa documentación. Como resultado del operativo del dÃa 24 de Noviembre de 1976, aquà fueron asesinadas cinco personas y según testigos clave, fue secuestrada con vida Clara Anahà Mariani, de apenas tres meses de edad. Ella cumple hoy, 12 de agosto, 38 años. Su abuela Chicha, con 92 años sigue de lunes a lunes con la búsqueda incansable. Clara Anahà En los primeros años de lucha de Chicha, los vecinos le acercaron información y corrieron los rumores. Pero el testimonio que fue vital, y pudo ser llevado a la justicia con datos certeros acerca de Clara AnahÃ, llegó en 2011, de la mano del sobrino de un colimba que se acercó a confesar que su tÃo habÃa participado del operativo. "En 2012 ese testigo, que habÃa sido privilegiado ya que participó del operativo cuidando la puerta, logra testificar a través de videoconferencia. Chicha siempre habÃa tenido la certeza de que su nieta habÃa salido con vida, no solo por los testimonios de vecinos, sino porque al recurrir a juzgados, iglesias, le habÃan dado indicios de que su nieta estaba con vida. Simplemente le habÃan dicho que no la busque porque estaba en una familia de mucho poder", agrega una de las integrantes del equipo de guÃas de la Casa. El dato de que a la niña habÃa sido ubicada en una familia poderosa, sirvió para confirmar la idea basal del plan sistemático de apropiación, que tenÃa como objetivo la readaptación de los niños a un entorno diferente al "subversivo". Un recorrido por la casa: cada ambiente guarda un fragmento de historia Primera Habitación El operativo militar comenzó alrededor de las doce del mediodÃa del 24 de Noviembre de 1975. La calma del barrio se alteró de repente con un vasto despliegue de efectivos acompañados de un helicóptero y dos autos de la morgue, que estuvieron desde el inicio en la zona. Esto abrió lugar a la teorÃa que sostiene que la operación no tenÃa como finalidad la detención de los militantes que estaban en la casa, sino su exterminio. En la primera habitación de la vivienda se puede ver un gran agujero en la pared que da a la calle, éste atraviesa la pared contigua y termina por dejar un impacto en el muro del siguiente cuarto. Este resultado de dos paredes perforadas y una tercera con signos de un gran golpe se debe al último ataque realizado por los militares con una tanqueta. Al observar hacia arriba, se puede notar que los cielorrasos fueron destruidos por culatazos que hicieron los militares después de ingresar a la casa. Lo curioso del relato sobre esta habitación es que luego de los diversos atentados hacia la casa, no solo desde todo el perÃmetro, sino mediante vÃa aérea, los militares abrieron las puertas a los vecinos para que éstos pudieran entrar y ver los rastros que habÃan dejado: "esto viene a dar cuenta del refuerzo del mensaje hacia el exterior. No solo la intención de herir o asesinar a los chicos, sino dejar un mensaje claro hacia el barrio y el resto de la ciudad", señala la guÃa. Cocina- comedor En la mesada de la cocina los visitantes se encuentran con una vitrina iluminada que contiene algunos restos de proyectiles y también de placas que se usaban para imprimir la revista Evita Montonera: "Los números de la revista se pueden encontrar en dos páginas Web: El topo blindado y Ruinas digitales. Era una revista de información muy amplia, con datos de economÃa y polÃtica, que también funcionaba para dentro de la organización ya que muchos no podÃan tener contacto directo entre ellos, establecÃan el diálogo a través de la revista. También, como la organización era armada, habÃa datos de cómo armar una bomba casera, cómo manipular un arma, cómo defenderse en caso de operativos, cómo proteger a los niños", cuenta la guÃa. Pasando al comedor, en la pared principal están los cuadros con las fotos de quienes fueron asesinados en el operativo del 24 de Noviembre del 76, Daniel Mariani, Diana Teruggi, Roberto Porfirio, Juan Carlos Peiris, Daniel Mendiburu y Alberto Bossio. En el centro, la foto más reconocida y emblemática de Clara Anahi. "Tenemos una última foto de Clara, que fue sacada 4 dÃas antes de que se cometiera el ataque, esa foto se obtiene, muy a pesar de los militares que trataron de no dejar rastros de los niños, porque quedó dentro del rollo de una cámara, al tiempo se revela y se puede obtener algunos registros. Con esta foto las Abuelas empiezan a difundir por el mundo esta problemática que afectaba el paÃs" Cuarto de Baño El baño presenta un deterioro producto del paso del tiempo, no tiene ningún impacto de bala ni de bomba, cosa que confirma que Clara Anahà habrÃa sido resguardada allÃ, más precisamente en la bañadera: "En esa época las bañeras eran de acero fundido y enlozado, un material bastante mas resistente de lo que son hoy las bañeras. Lo que se decÃa era que la protegÃan entre frazadas", describe la guÃa. En el fondo del jardÃn Un limonero ocupaba el fondo del jardÃn junto a una especie de quincho donde funcionaba un criadero de conejos con los que preparaban escabeche. Este era un emprendimiento que no sólo sustentaba a la familia, sino que también servÃa de fachada para la imprenta, que estaba ubicada allÃ, entre las jaulas de los conejos y la cocina de las conservas. De este modo, la imprenta estaba oculta tras el funcionamiento de la cocina, que disimulaba el ingreso de los materiales, justificaba el movimiento de gente y permitÃa la emisión de los ejemplares, escondidos en los paquetes de los conejos en conserva. Todos los aspectos estaban diagramados para que no fueran descubiertos por nadie, la cotidianeidad era marcada por el ritmo de la militancia y todos los dÃas habÃa cuestiones que estaban signadas por el trabajo de impresión de la revista. Los vecinos y las visitas en el presente El espacio que mantiene Chicha es producto de un largo recorrido histórico donde hubo diferentes momentos. La casa estuvo mucho tiempo deshabitada, hasta que en los años 90 ingresó una agrupación llamada Peronismo que resiste, que revindicaba mas que nada la militancia de los chicos que murieron en el lugar. Luego la agrupación se fue y Chicha convirtió el lugar en un espacio para la memoria. En todo ese recorrido, se los interrogó a los vecinos por ser testigos clave, pero recién ahora vienen con sus nietos, o gente más joven, algunos se acercan gracias a las generaciones de nietos que les preguntan qué es lugar. "Muchos vecinos son gente muy grande, varios de ellos quedaron traumados con los hechos, tienen mucho miedo, y muy pocos se animan a venir, y escuchar los relatos". Las visitas guiadas son los dÃas sábados de 11 a 17 hs, y durante la semana se trabaja con grupos de secundarios, de la zona y de toda la provincia, hay un flujo promedio de 100 personas por semana. "Para nosotros es muy importante trabajar con esos grupos porque además es la historia materializada en un lugar fÃsico en la ciudad donde viven, mas allá de lo que dicen los libros, que son relatos lejanos, viniendo acá pueden acercarse a los hechos", expresa la guÃa, y concluye: "Para los que nacimos en democracia nos cuesta mucho dimensionar el contexto de aquella época. Hoy vino un chico de 6 años que preguntaba con mucha naturalidad y sin prejuicios, y dejó escrito en el cuaderno: gracias por enseñarme la historia. Lograr eso es increÃble". Este sábado 16 a las 15 hs es el acto en conmemoración de un nuevo cumpleaños de Clara Anahi. En ese dÃa, todos los años, su abuela Chicha Mariani suelta un globo como sÃmbolo de su búsqueda inclaudicable. Según consignó DIARIO PLATENSE. |