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30-07-2014 | CRECIMIENTO | |||
La ciencia argentina tiene cada vez más presencia en publicaciones de reconocimiento mundial | |||
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De acuerdo con un estudio realizado en el Instituto Leloir sobre registros de la base de datos Scopus, durante la década del 90 se publicaron 38 artÃculos con participación de cientÃficos de instituciones argentinas en Science y Nature, los dos journals internacionales de mayor tradición y relevancia.
Entre 2000 y 2009 la cifra aumentó más del doble y llegó a 86 y en lo que va de esta década ya son 70 los trabajos publicados, lo que sugiere que la cifra seguirá creciendo.
Entre 2000 y 2009 la cifra aumentó más del doble y llegó a 86 y en lo que va de esta década ya son 70 los trabajos publicados Además, "muchas de las investigaciones que llegan a las tapas de revistas o merecen comentarios elogiosos se hicieron integramente en el paÃs; a diferencia de los de años anteriores, ya que los argentinos que realizaban sus trabajos en el exterior", indicó Barañao en diálogo con Télam.
El ministro adjudicó esa mayor presencia "al "éxito en las polÃticas de fortalecimiento" en materia de ciencia y tecnologÃa, que permitieron "repatriar cientÃficos", ya que ahora "las condiciones para trabajar en Argentina son tan buenas como en el exterior".
Barañao destacó que ahora "las lÃneas de investigación también son propias a diferencia de lo que sucedÃa antes, que los cientÃficos traÃan al paÃs lÃneas de pares extranjeros y las instalaban como si fuese una franquicia".
Otro dato diferencial es que "los investigadores más jóvenes tienen más antecedentes que otros, asà como una mayor producción realizada integramente en el paÃs", apuntó.
Barañao sostuvo que "hay cosas que ocurren espontáneamente cuando se aumenta el presupuesto: cuando al investigador se le da más fondos y equipamiento, se publica más".
"Lo que sà depende del Ministerio es fomentar ese conocimiento, ya que cuando un cientÃfico descubre algo -dijo-, lo que se pretende es aplicarlo para la solución de problemas concretos".
Ese punto fue ejemplificado por el ministro con la construcción de un laboratorio en la Universidad Católica de Córdoba, orientado a producir vacunas por vÃa oral que "no necesitarán cadenas de frÃo ni jerinas", a partir de las patentes desarrolladas por Hugo Luján, cientÃfico del Conicet.
Alberto Kornblihtt, investigador superior del Conicet en el Instituto de FisiologÃa, BiologÃa Molecular y Neurociencias, señaló a la agencia CyTA-Instituto Leloir que "publicar en una revista de alto impacto no es la única manera de hacer ciencia que importa, pero constituye un gran honor".
El apoyo oficial "ha potenciado el alto nivel intelectual y de formación cientÃfica que ya existÃa en el paÃs", afirmó José Manuel Estévez, director de un laboratorio de biologÃa molecular y celular de plantas en el Instituto, que depende de la Universidad de Buenos Aires y del Conicet.
"El hecho de que desde nuestro paÃs se publiquen artÃculos en revistas de alto nivel nos coloca en una mejor posición en el mapa de la ciencia y la tecnologÃa dentro del ámbito internacional", afirmó Alejandro Schinder, jefe del Laboratorio de Plasticidad Neuronal del Instituto Leloir, quien firmó un trabajo en Science en 2012.
Para el bioquÃmico cordobés Gabriel Rabinovich, la publicación de un trabajo en revistas de tamaña envergadura representa "un triunfo de toda la comunidad cientÃfica que genera el entorno fÃsico, material y de discusión adecuado para que ésto, a veces tan complicado, suceda".
Rabinovich llegó a la tapa de la revista "Cell" en febrero pasado gracias al descubrimiento de un mecanismo que bloquea los vasos sanguÃneos que nutren al tumor y aumenta la respuesta inmune del paciente con cáncer.
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