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13-03-2014 | Código penal y el 2015 | |||
"Mientras Scioli juega ajedrez, Massa juega a las bochas" por Daniel Romero (*) | |||
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No cabe duda alguna que Massa, en el asunto de la reforma del código penal, arrimo el bochÃn al pegar un fuerte golpe a dicha reforma con su jugada, pero la polÃtica no solo son golpes al boleo y fuertemente mediáticos.
Las jugadas estratégicamente elaboradas dÃa a dÃa durante 10 largos años, que desarrolla Scoli en el tablero de la polÃtica K, podrÃan ser tenidas debidamente en cuenta por un electorado, muchas veces desorientado y otras deslumbrado por los flashes de las operaciones mediáticas.
Las jugadas efectistas, en algunas oportunidades, son algo más que eso, como la realizada por Sergio Massa respecto a la temible reforma del código penal, que sufrió un golpe difÃcil de revertir.
Ahora bien, un paÃs se puede construir de esta forma?, esperando que el zapallazo bien aplicado deje aturdido al oponente, o deberÃan armarse los cimientos de una estructura, con paciencia de constructor azteca que dé lugar a la pirámide de un nuevo poder consensuado, que tanto necesita Argentina.
Hace años que en nuestro paÃs escuchamos hablar de polÃticas de estado, jamás he visto que un polÃtico dedicara uno solo de sus dÃas en la tarea, o tratara de consensuar con otro, ya sea de su mismo partido u opositor, algo que mire al futuro y la permanencia, que no sea las propias en el poder. Es decir, dialogo polÃtico. Scioli asà se muestra, lo sera?.
En una oportunidad, el hoy gobernador de Buenos Aires, y en aquel momento vicepresidente de la nación, me dijo: "Yo construyo sin traicionar ni destruir a nadie", en ese momento, la frase de ocasión, resulto ser más profunda vista en el tiempo. Scioli habÃa comenzado su carrera polÃtica de la mano de Carlos Menem, siguió con Eduardo Duahalde y continuo con Néstor Kirchner , hoy lo hace con Cristina Kirchner y queda claro que en cada una de esas etapas, efectivamente no traiciono ni necesito destruir, para construir desde los escombros. Evidentemente es un constructor y se podrÃa decir que sabe a dónde va. Pareciera no tener tiempos, pero los tiene y apuntan al 2015. Y no es el único que podrÃa tener chances, Massa lo sigue de cerca.
Luego del "Massaso" y las crÃticas surgidas desde la oposición y distintos sectores de la sociedad, al Gobierno no le quedo otra que frisar el proyecto de reforma del Código Penal y asegurar que "no" sabe si se tratará este año en el Congreso, insistiendo en que solo "se trata de un anteproyecto" que "está en proceso de evaluación" y cuyo envÃo al Congreso de la Nación será "una decisión de la presidenta" Cristina F de Kirchner.
Claramente el zapallazo de Massa sirvió, casi tan demoledor como lo eran los del recordado Oscar "Ringo" Bonavena en el cuadrilátero, aprovecho la guardia baja y se lanzo. Pero todos sabemos que Ringo con zapallazos no alcanzo el titulo.
Sergio Massa, llego a la polÃtica de la mano de la UCD, cuando esta se alineo al menemismo, rápidamente encontró un camino en esa fuerza peronista, históricamente antagónica a la coqueta UCD, donde conocio a Amado Boudou. Logro construir una interesante relación con algunos gremios de su natal San Martin, y hasta con los telefónicos de Diogenes Salazar, ya con Duhalde vendrÃa su gran oportunidad, el Anses, y lo que ello implico en su vida y la de algunos de sus estrechos colaboradores que aun mantiene. SeguirÃa en Anses a pedido de Néstor Kirchner con quien se alineo en un rápido, si jefe.
Sergio Massa llega a la intendencia del Tigre con el total apoyo de Kirchner, siempre se habÃa mostrado compenetrado con el proyecto y eso le sirvió para ser el Jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, después que su amigo Alberto Fernández diera el portazo. Luego,
Massa también lo hizo y se recluyo en Tigre, solo habÃa pedido licencia, no estaba seguro de perdurar.
El de Scioli parecerÃa ser mas el estilo del célebre Nicolino Loche, va trabajando poco a poco, elaborando a largo plazo, construyendo su pelea. Claramente Scioli no busca deteriorar al gobierno de Cristina, su modo de construcción es apoyar para que esta logre terminar su mandato sin mayores contratiempos, contratiempos que pagarÃa toda la sociedad y a muy alto costo. Se muestra exasperadamente componedor con quienes desde el propio gobierno, buscan destruirlo. Apoya cada una de las polÃticas del gobierno, pero asegura que cambiara lo que este mal y se apoyara en lo que se hizo bien. Claro, el no es opositor, serÃa algo asà como un demócrata en EE.UU que busca suceder a otro. En el exterior y desde la oposición, lo ven como un hombre de dialogo con el que si se puede hablar. Los empresarios lo idealizan y tiene votos de distintos sectores sociales.
El ex jefe de gabinete de Cristina Kirchner, busco mostrarse como el opositor más duro, una especie de Vladimir Putin, pero del Tigre, el verdadero avanzo sobre Crimea sin dudarlo, pero el de Tigre, no se anima a hablar, o tan solo mencionar la palabra corrupción que involucra a sus ex compañeros de gabinete. La palabra corrupción no está en su vocabulario. Se puede ser opositor con un diccionario personalizado? Quienes padecen la corrupción que se traduce en inseguridad, inflación, falta de educación y otros males sociales, como lo verán?
Scioli busca que Massa se presente en una interna para disputar luego la presidencia en 2015, no suena ilógico, después de todo, ambos vienen del mismo palo, Menemismo, Duhaldismo, Kirchnerismo y mismo gobierno. Uno, arrimando el bochÃn cuando puede, el otro con jugadas de ajedrez permanentes en el tiempo, que incluyen la propuesta de interna entre ambos.
Massa logro enfriar la reforma del código penal y con ello le quito a Scioli un peso enorme de encima, no deberá debatir sobre el espinoso asunto. Una movida más que lo beneficia.
(*) Director de Total News Agency, Argentina
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