En los días posteriores a toda elección cabe primero agradecer a todos aquellos que en forma desinteresada trabajaron por nuestra fuerza  o por todas las que se presentaron en la compulsa democrática. Es importante también felicitar a quienes resultaron electos, que en nuestro caso son los cuatro primeros diputados nacionales, los dos primeros diputados provinciales y los dos primeros concejales, que nos van a representar en sus respectivas bancas con toda la dignidad y compromiso con que siempre lo han hecho.

Y creo que también corresponde realizar un análisis que nos sirva de cara al futuro, para ir determinando los nuevos objetivos que debemos entre todos fijarnos como metas a conseguir en los tiempos que vienen.

En primer lugar habrá que trabajar con mucha intensidad pero también con suma inteligencia para recuperar el espacio perdido. En 2015 deseamos que el próximo presidente surja de nuestro espacio político y vemos con esperanza los resultados obtenidos por varios candidatos que pueden pelear desde conglomerados urbanos importantes esa posibilidad, pero resulta extremadamente difícil pensar en un resultado exitoso si no logramos remontar y pronto el 11.8 % obtenido en la provincia más importante del país en esta última elección. Aún el 21 % de 2009 parecía insuficiente, pero ese porcentaje lamentablemente se ha reducido.

No podemos asumir de ninguna manera que el electorado en un 80 % se ha vuelto peronista porque votara a distintas ofertas del PJ, por cuanto buena parte de quienes lo hicieron por Massa en realidad deseaban la derrota del kirchnerismo y apoyaron al Frente Renovador porque era la fuerza que le garantizaba ese resultado. Para nada implica esto que quienes así sufragaron el 27 de octubre lo vuelvan a apoyar en una próxima contienda si lo que se juega en esa oportunidad son conducciones ejecutivas: nacional, provincial y municipal,  diferentes de las que están ahora en el gobierno.

No asumamos jamás el concepto que en Argentina solo puede gobernar el PJ, porque en realidad los problemas más graves de nuestra nación, como la pobreza, la desigualdad, el atraso, la destrucción de la educación, la inseguridad pública, el narcotráfico, la falta de trabajo, la inseguridad jurídica y el debilitamiento de las instituciones de la democracia tiene todos un hilo conductor en la corrupción de los dirigentes que nos representan y hasta tanto esos dirigentes no sean cambiados por la voluntad popular, esas calamidades no tendrán solución, aún cuando soplen los mejores vientos de cola por parte de la economía global. Nuestro problema es esencialmente político y quienes nos han gobernado durante la mayor parte de estas dos décadas, son el problema.

Tampoco debemos auto-excusarnos con el pretexto de haber padecido la polarización entre la lista K y la de +a porque este argumento se desmantela con el crecimiento del Frente de Izquierda de los Trabajadores que les permitió multiplicar por cinco sus guarismos de 2009. Deberemos analizar lo que hicimos en estos últimos cuatro años y en función de ello trazar estrategias nuevas, convincentes y que realmente interpreten al conjunto de la ciudadanía.

En nuestra ciudad vale el mismo análisis por cuanto es imprescindible recuperar el 30 % que obtuvimos en la elección de diputados nacionales en 2009 y trasladar ese 10 % a las nóminas de legisladores provinciales y concejales que con pequeñas variaciones significaron las diferencias con aquella elección y la de 2013 y por ende  el primer tramo a recuperar para poder pelear con chance en 2015.

Es el primer desafío que tenemos por delante. De nada vale tratar de buscar culpables porque eso sumiría al espacio en una pérdida de tiempo y energía que debe utilizarse en construir la recuperación. Resulta mucho más productivo que cada cual asuma la responsabilidad que le corresponde y colabore con su aporte imprescindible.

Queda por último una sola reflexión que creo deberemos considerar: Nuestro único camino es la Unidad, no como palabra vacía sino en cada actitud que tengamos de aquí en adelante. En forma deliberada no se hicieron comparaciones con las elecciones de 2011 porque la estrategia de la división condenó con sus resultados a todas las fuerzas del espacio no peronista.

Es imprescindible que seamos capaces de sumar e integrar a todos los sectores que componen este Frente tan diverso como decisivo en el universo político, pero para lograrlo debemos tratarnos todos como iguales y darnos todos las mismas oportunidades. La sociedad nos mira permanentemente y nos juzga - no por lo que decimos - sino por nuestros propios actos.

Si podemos construir entre todos un proyecto que nos represente y nos integre ; y podemos exhibirlo ante el pueblo como la alternativa válida ante mediocridad, la miseria y el saqueo de quienes gobiernan, los resultados serán solo una consecuencia del trabajo con el seamos capaces de empujarlo hacia la meta. Para transformar la Argentina, la provincia y la ciudad.

(*) Candidato a concejal del FPCyS en la ciudad de La Plata