Barcelona había sacado pasaje a la final en la víspera al empatar 1-1 de local en el Camp Nou frente a Real Madrid, al que había superado por 2-0 de visitante en la semifinal de ida.

En el encuentro de esta tarde en Manchester, en el que estuvo presente el técnico de Barcelona (Pep Guardiola), el equipo de Sir Alex Ferguson volvió a poner de manifiesto su superioridad y se sacó de encima al conjunto alemán sin grandes contratiempos.

El 28 de mayo en Wembley, Manchester United tendrá la chance de cobrarse revancha de la derrota sufrida en la final de 2009 ante Barcelona, que aquella vez alzó el título en Roma al vencerlo por 2-0 con goles de Messi y del camerunés Samuel Etoo.