15-05-2024
12-08-2013 | educación
Buscan despertar vocaciones tempranas para que haya más estudiantes de ingeniería

Las facultades de las distintas modalidades de Ingeniería comenzaron a realizar pruebas de matemáticas a estudiantes que egresan de las escuelas medias para conocer su nivel de conocimientos y despertar "vocaciones tempranas", dada la gran demanda que hay en el mercado laboral.

Los exámenes, que se desarrollan en carácter de prueba piloto "son básicamente test de matemáticas que sirven para detectar el nivel que tienen y advertir a la escuela media cuáles son los puntos en los que hay que poner más énfasis", dijo a Télam el decano de ingeniería de la Universidad Tecnológica Nacional, Miguel Angel Sosa.

El docente, quien también ejerce la presidencia del Consejo Federal de Ingenieros (CONFEDI), precisó que además "se acordó con todas las facultades del país un plan en las escuelas medias para despertar vocaciones tempranas" en los alumnos por la ingeniería.

"Las pruebas nos dan un indicador, un instrumento para saber por dónde viene el nivel y saber si los alumnos tienen las competencias mínimas para ingresar a una carrera de Ingeniería", dijo Sosa.

En este aspecto destacó que "trabajamos para generalizar estas pruebas que tienen como fin, además, que las instituciones tomen conciencia de la importancia de la ingeniería para el país".

Las pruebas, el plan para despertar vocaciones tempranas, la movilidad de estudiantes universitarios y el mejoramiento de la formación de los docentes de ingeniería son algunos de los aspectos del proyecto que el CONFEDI trazó con el Ministerio de Educación de la Nación para incrementar la matrícula de ingenieros.

El Plan Estratégico de Formación de Ingenieros 2012-2016 tiene como objetivo tener la mayor tasa de graduados por año de Latinoamérica, que es de un profesional cada 4.000 habitantes por año, es decir, 10.000 nuevos egresados por año.

Sosa precisó que en la actualidad "se gradúan 6.500 ingenieros por año. Esperemos poder llegar a la cifra que requiere el sistema productivo en la Argentina ya que tenemos un déficit de 35.000 estudiantes que todos los años no egresan porque son absorbidos antes por el mercado laboral".

"Es deseable que aquel estudiante universitario de ingeniería se inserte rápidamente en el mundo del trabajo, pero es necesario también que complete su titulación", destacó el decano.

Sosa detectó dos problemas que afrontan los alumnos que ingresan a las carreras de ingeniería: la permanencia en los primeros dos años y, una vez que están asentados en la carrera, la captación de las empresas que los contratan para completar su formación fuera del ámbito académico.

"En algunas carreras como Ingeniería Eléctrica es muy poca la cantidad de egresados en relación a la demanda que hay en el mercado al igual que en Informática, en donde la tasa de egreso aumentó, pero no lo suficiente para satisfacer las necesidades", dijo el docente.

Para Sosa, la gran demanda de ingenieros "va de la mano del cambio de las políticas económicas que privilegian la producción y la sustitución de importaciones" y ejemplificó "en los 90 lo que más se requería eran ingenieros para trabajar en ventas de distintos artículos".

"La recuperación va a llevar tiempo porque es mucho el terreno que se ha perdido", se lamentó Sosa, aunque destacó que en los últimos tres años "se han dado avances y se ha puesto en superficie la falta de ingenieros en la Argentina, algo de lo que no se hablaba hace diez años atrás".

El Plan Estratégico ideado por el gobierno nacional destaca que la Ingeniería "es una disciplina fundamental para lograr consolidar el desarrollo industrial, relacionar conocimiento con innovación productiva y disminuir los niveles de dependencia tecnológica".

Sosa detalló que la "inversión en equipamiento y recursos del gobierno nacional está, pero es cierto también que hay muchos estudiantes que dejan la carrera y en esto las instituciones educativas debiéramos hacer una autocrítica en relación, por ejemplo, a la conformación de los planes de estudio".