La existencia de una nueva disposición que estableció que los fiscales voten únicamente en las mesas asignadas por el padrón, obligó a las fuerzas políticas a reorganizar sus sistemas de fiscalización con vistas a las elecciones primarias que se llevarán a cabo el próximo domingo, señala hoy el portal lacapitalmdp.com.

Hasta hace dos años, existía la posibilidad de que los fiscales emitieran su voto en la misma mesa en la cual ejercían su tarea de control, lo que permitía que los partidos distribuyeran a sus simpatizantes según sus propios criterios y conveniencia. Pero a partir de la existencia de una nueva disposición que impide que el presidente de mesa incluya en el listado de electores a cualquier persona que no figure dentro de él, las fuerzas políticas se vieron obligadas a realizar una meticulosa tarea de reorganización.

"Antes un fiscal estaba habilitado a votar en la misma mesa que controlaba pero ahora sólo puede hacerlo en la que tiene designada por el padrón. Esto provocó que todos los partidos tuviéramos que revisar en qué mesa votará cada fiscal para encomendarle su control o bien el de alguna otra mesa ubicada dentro del mismo establecimiento", le explicó un dirigente del Frente para la Victoria.

El mismo trabajo -consistente en determinar donde votará cada fiscal para confiarle tareas en ese mismo lugar- fue realizada por todas las fuerzas políticas locales cuyos representantes aseguraron, en todos los casos, que la tarea no resultó para nada sencilla.

Más allá de la complejidad del asunto, a esta altura prácticamente todos los partidos ya dieron por concluida con su tarea organizativa, con vistas a fiscalizar las 1540 mesas que estarán distribuidas en todo el Partido de General Pueyrredón.

Se calcula que para ejercer una fiscalización integral de los comicios, cada fuerza política debería contar con una cantidad ideal de 2 mil fiscales, cifra que tanto la lista que encabeza Daniel Rodríguez (FpV), como la que encabeza Alejandro Ferro (Acción Marplatense) ya tendrían asegurada. Es que, además de los 1540 fiscales para cada mesa, el control de las elecciones también requerirá del trabajo de otras personas para actuar como jefes de zona y para ocuparse de suministrar boletas, distribuir viandas y trasladar planillas hacia los centros de cómputos partidarios.

Desde el entono de la precandidata a concejal del Frente Progresista Cívico y Social, Vilma Baragiola, también afirmaron haberse asegurado la participación de una buena cantidad de colaboradores para fiscalizar los comicios. De todos modos, en el caso del Frente Progresista el hecho de que los militantes del radicalismo, el socialismo y de otras fuerzas se hayan distribuido en 5 listas provocó que ninguna de ellas alcance por sí misma a contar con los 2 mil fiscales que, idealmente, debería tener cada nómina de precandidatos para verificar íntegramente el comicio.

Por su parte la lista del massismo encabezada por Cristian Azcona a nivel local dispondrá para sí de la estructura de fiscalización que provean los allegados a Juan Garivoto, con larga experiencia en elecciones a nivel local. En tanto que a la lista de Unidos por la Libertad y el Trabajo del denarvaísmo -que a nivel local propone a Emiliano Giri- también se le atribuye contar con una buena cantidad de fiscales, muchos de ellos provenientes del sector sindical a partir de la alianza con el líder de la CGT y dirigente camionero Hugo Moyano.

Por su parte, la lista del precandidato a concejal Carlos Arroyo, si bien estará lejos de tener garantizada su presencia en todas las mesas, sí dispondrá de una buena cantidad de fieles seguidores dispuestos a observar lo que suceda el domingo.

Se espera que, tal como ocurrió con las PASO de 2011, el hecho de que existan unas 20 listas de precandidatos a concejales en el Partido provocará que las mesas se encuentren pobladas de fiscales, representando una escena que variará significativamente en el mes de octubre, cuando la oferta electoral quede notoriamente reducida.