El Relevamiento y Sistematización del Problemas de Tierra de los Agricultores Familiares, es un estudio, el primero de su tipo, que se propone como insumo para la construcción de políticas públicas en el marco de una disputa por 9 millones de hectáreas en todo el país.

Es en ese espacio, 9.293.233,80 hectáreas, donde se desarrollan severas batallas por su posesión y titularidad, según precisa el informe preparado por investigadores de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y que fue presentado por la subsecretaría de Agricultura Familiar de la Nación.

El otro libro, La Tierra Sin Mal, patrocinado por el INTA, analiza muy detalladamente aspectos jurídicos e institucionales del acceso a la tierra en la provincia de Salta con el objetivo, al igual que el primer trabajo, de convertirse en "aporte concreto para valorar y defender una forma de producir y modo de vivir".

En tanto, "El Relevamiento..." fue presentado en el Congreso Nacional y contó con la presencia del ministro de la Corte Suprema de Justicia (CSJN), Eugenio Zaffaroni; el subsecretario del área, Emilio Pérsico; el vicepresidente del INTA, Francisco Anglesio y la titular del Registro Nacional de Tierras Rurales, Florencia Gómez, además de investigadores de la UNSAM y organizaciones campesinas.

Los expositores abordaron, cada uno desde una perspectiva específica, el problema de la tierra en sí: acceso, tenencia, distribución y conflictos. También, la situación de miles de familias de agricultores a los que se enmarcó no sólo socialmente sino como productores de alimentos de cara a un eje central: la soberanía alimentaria.

Ramiro Fresneda, Director de Apoyo a las Organizaciones de la Agricultura Familiar, puntualizó que más del 60% de los campesinos "no tienen seguridad jurídica sobre la tierra que ocupan de manera pública, pacífica y efectiva. Esa carencia es la que permite la vulneración de derechos que llegó a la pérdida de vidas de compañeros que pelean por la tierra".

Por su parte, Pérsico, llamó a que "nuestra población vaya hacia el campo y no al revés" porque, alertó, la Argentina se hace "inestable social y económicamente si no llegamos al promedio de población agraria que hay en otros países de América Latina, que tiene un 25% de población en el campo. Otros llegan al 40% y nosotros estamos apenas en el 3 o 5%".

"Necesitamos un millón de productores para que la Argentina sea estable. Poblar o repoblar, distribuir demográficamente la Argentina hace a muchos de los problemas de seguridad. Siempre decimos que la mamá de los "ni-ni" -que no estudian ni trabajan- del conurbano es una campesina de alguna de las provincias del interior", graficó.

Después, la titular del Registro Nacional de Tierras Rurales, Florencia Gómez, puso de relieve la decisión política del gobierno nacional de investigar y conocer "¿Cuántos son los conflictos de tierras que hay en el país? Desde una perspectiva política lo que se está haciendo es darle institucionalidad porque por la continuidad tenemos mas institucionalidad, más Estado como dice la presidenta Cristina Fernández de Kirchner".

Gómez agregó: "cuando la Presidenta dice más Estado, dice que continuemos con esto porque si bien es importante hacer estudios sobre la cadena del tomate más importante es saber los problemas de la tierra y quién los padece".

"Nuestro Estado ha empezado a descolonizarse, hablar de la tierra es descolonizarse. El Banco Mundial no decide los estudios ni relevamientos que se hacen acá. Este era un estudio del Estado Nacional con plata que pedimos pero que pagamos. Porque eso demostramos en estos últimos 10 años: que pagamos todas las deudas", aseguró la joven abogada santiagueña.

El juez de la CSJN, Eugenio Zaffaroni, al cerrar la lista de oradores, dijo "hay que ir por más, es urgente ir por más" al coincidir con el vicepresidente del INTA, Francisco Anglesio, quien unos minutos antes había pedido apoyo para los agricultores familiares porque "650 mil familias producen el 20% del PBI. Vamos a darle herramientas para que produzcan para ellos y las generaciones futuras".

Zaffaroni, conocido por su fundamentación en favor de los derechos jurídicos de la naturaleza y la Pachamama -en sintonía con las nuevas constituciones de Bolivia y Ecuador, ambas a la vanguardia mundial-, dijo a los presentes "seamos concientes que todo esto va a contramano del poder mundial y es parte de un proceso de descolonización".

El ministro de la Corte sostuvo que "el problema en el mundo es gravísimo y no podemos tolerar esto por razones que a uds les parecerán exageradas: por la supervivencia de la especie humana en el planeta. Simple y sencillamente. No es que vamos a hacer destruir al planeta pero si podemos hacerlo con las condiciones de habitabilidad".

También cuestionó el punto de partida de la ciencia occidental y aseguró que "no estamos preparados para recibir la respuesta de la naturaleza. Los saberes ancestrales saben escuchar mucho mas que nosotros. Este saber de señores, occidental nos ha vuelto bastante sordos y ciegos. No nos preparó para escuchar".

Y dijo "estamos mandando un mensaje que molesta que está a contramano. No en vano se detiene el avión de un presidente, indio, de un pequeño país sin salida al mar. Eso es un símbolo de lo que está sucediendo. Hay que ir por más pero piensen que al lado de la pequeña pelea que alguien está dando por su pedazo de tierra, por su familia, esto se enmarca en una lucha mucho mayor, mucho mas amplia que es la lucha de toda la humanidad".