Más mil personas despidieron, este 9 de julio por la tarde, los restos del obispo emérito Joaquín Piña. La catedral de Puerto Iguazú se vio colmada por feligreses y amigos del llamado Obispo del Pueblo, quien falleciera en la jornada del lunes, cuando estaba internado en el Hospital Austral de Buenos Aires. Con una misa encabezada por el actual obispo de Puerto Iguazú, Marcelo Martorel, y el Superior Jesuita de Misiones, Jorge Chichizola, se despidieron los restos del Obispo Emérito. De la celebración participaron autoridades municipales, vecinos de Iguazú, amigos y seguidores del Obispo que supo convertirse en un líder social. Piña, de 83 años, murió el lunes al mediodía en Buenos Aires tras haber estado internado desde el domingo en estado grave en el Hospital Austral, después de haber sido trasladado de urgencia desde la la ciudad de Puerto Iguazú, en donde fuera designado obispo en el año 1986. 

El religioso había sido derivado desde Posadas a la ciudad de las Cataratas por complicaciones varias, incluso con certeras posibilidades de que le amputaran uno de sus pies.  Ya camino a Buenos Aires vía aérea, se supo, sufrió un paro cardiorespiratorio. Con ese cuadro arribó al Hospital Austral. De forma inmediata los médicos decidieron practicarle una angioplastía, aunque se advirtió con pocas chances de poder torcer la voluntad de Dios. A las 13.20 se anunció su muerte a pesar de todos los esfuerzos médicos en el nosocomio de la ciudad de Pilar, confirmada por fuentes eclesiásticas y sanitarias. 

El cuerpo de Joaquín Piña arribó a Iguazú el lunes, pasadas las 22. Sus restos fueron velados en la catedral de la localidad, donde descansarán al pie del altar mayor.  

La despedida

Martorell se hizo presente para despedir los restos de su antecesor, y destacó  "creo que hay que comprometerse con las cosas del tiempo, de la vida. Hay que ayudar a los más pobres  y a los más necesitados,  que es lo que él ha hecho aquí en Misiones y hay que seguir el camino que nos ha trazado" y agregó que se continúa trabajando con el proyecto de Caritas que Piña "quería tanto". "Nosotros hemos trabajado muy fuertemente llevando el proyecto de Caritas a todas las parroquias, haciendo las viviendas, entregando el jarro de leche, tal como él me lo pidió", indicó.

Martorel, además contó "el me contó que muchos habían aprovechado algún pensamiento de él para verlo de otra manera, era un hombre profundamente religioso, no era un hombre mundano ni temporal como algunos lo tratan de pintar".

En tanto, el  intendente de Iguazú, Marcelo Sánchez , quien decretó tres días de duelo, afirmó que "su trayectoria habla por sí sola, su misión pastoral es una cosa y otra  la dinámica social que imprimió atreves de sus actos, a mí personalmente me deja la reflexión de que sus acciones estaban por arriba de sus convicciones con una muy fuerte autoridad moral".  

Por su parte,  Claudio Salvador vocero y colaborador del Piña desde hace una década, sostuvo que el jesuita tenía mucha paz y que había dicho muchas veces que su misión estaba cumplida asegurando que sus colaboradores deberían seguir el camino. "Ya cumplí mi misión, ahora quiero encontrarme con Jesús", recordó que Piña decía; según consignó territoriodigital.com..